Con este libro el autor trata de adentrarse en el alma de don Miguel de Unamuno. Siguiendo la búsqueda de Dios como hilo conductor de sus escritos, se van identificando sus ansias constantes y quemantes de inmortalidad, sus vivencias interiores, su drama personal. La figura de este hombre agónico se perfila como la de alguien sometido por la mano divina a una noche oscura y cerrada, en la que deambula y rema «proa al Infinito». No se da tregua en su afán por vivir la que llamaba 15.ª obra de misericordia: despertar al dormido, rompiendo su somnolencia religiosa. Desde esta vocación hay que medir la amplitud de su apostolado laico, sus denuncias profetisas, su tarea de inquietar con su propia Inquietud al indiferente por los valores trascendentes de la existencia. Tan famoso por «sus cosas», lo grande de Unamuno, lo que lo eleva sobre la actual indiferencia y frivolidad religiosa es su búsqueda sincera y los tonos ardientes con que expresa, en prosa y en verso, sus ansias de Dios.
José Vicente Rodríguez, carmelita, se ha dedicado con ahínco al estudio de la vida y la obra de San Juan de la Cruz. Por ello, ahora ha intentado iluminar la noche oscura y angustiosa de Unamuno con las luces del doctor místico, al que don Miguel definía como «el místico castellano hondo, sentido, profundo, austero, elevado».