Mucha sabiduría de siglos, sobre todo del Oriente cristiano, se recoge en estas páginas. Por ello, recomiendo vivamente su lectura. Tanto el card. Spidlík como el p. Rupnik nos hablan de sí mismos: el primero, de su sabiduría acumulada en tantos años de contacto con los grandes maestros espirituales; el segundo, de su actividad artística, impulsada también ella por el deseo de hacer que los hombres conozcan a Dios. Uno de los aspectos del «conocimiento» es, sin duda, gustar la belleza divina, la visión de la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo (cf. 2 Cor 4,6). El lector tiene en sus manos un excelente instrumento para penetrar cada vez más en la luz del Dios amor. (Del prólogo de mons. L. F. Ladaria, SJ, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe).