Siendo la casa, la familia y el matrimonio realidades existentes en la historia, antes del cristianismo, ¿permanecieron inmutadas, después que Cristo se encarnó y cambió el curso de la historia, o repercutió también en estos ámbitos institucionales el orden nuevo originado a partir de la encarnación del Verbo de Dios? Ése es el interrogante básico a que responde esta publicación. A partir de la novedad específica que, respecto todas las grandes y viejas culturas, significa el que «Cristo está constituido como Hijo sobre su casa, que somos nosotros» (Hb 3, 6), se intenta mostrar las implicaciones que contiene esa nueva significación religiosa del matrimonio, de la casa y de la familia en las formulaciones originarias del Nuevo Testamento y en los escritos cristianos de los tres primeros siglos. Desde esa perspectiva, se ve el valor de las relaciones paterno-filiales, en la casa, para el conocimiento de Dios Padre y de Dios Hijo por la enseñanza del Espíritu de la verdad, el significado doméstico de la vida cristiana, la función de las casas en la acción evangelizadora de Jesús, su transformación interior por la recepción del Evangelio y su contribución básica en la primera implantación de las Iglesias domésticas
El concepto incapacidad de asumir las obligaciones esenciales del matrimonio constituye, desde hace algunos decenios, la causa de nulidad más reiterada en la jurisprudencia canónica. El autor realiza un análisis riguroso de esta figura canónica, antes desconocida, y valora el juego práctico que se le viene dando. Toda la exposición trata de fundarse sobre datos objetivos, cuya valoración procura hacerse desde los principios permanentes del sistema canónico y, muy particularmente, desde la sacramentalidad del matrimonio, razón última de la competencia que, sobre él, tiene la Iglesia.
El libro además aporta datos de historia, jurisprudencia, doctrina, normativa, magisterio, interdisciplinariedad y psicopatología.