El punto de vista en el que se sitúa el autor de esta obra justificaría plenamente el título de Antropología Metafísica. Su objeto es el de ser viviente, pero más especialmente el hombre, y más aún su vida subjetiva, sensible e intelectual. A través del estudio de los hechos psíquicos, Verneaux muestra qeu la filosofía necesita de la psicología para construir una concepción del mundo.