San Juan de la Cruz, Doctor de la Iglesia, es todo él lo más selecto de la vida espiritual. De sus escritos nos atrevemos a presentar esta selección. Cuatro son sus obras de mayor alcance: Subida del Monte Carmelo, Noche oscura, Cántico espiritual, Llama de amor viva, con sus respectivos comentarios, que el santo concluyó únicamente en el Cántico. Presentamos aquí dos: Cántico y Llama, que forman la más bella, inteligible y completa exposición del vuelo del alma a la unión con Dios. Además de su inmenso valor religioso, en todo el mundo se admira y gusta la poesía de estas obras cumbres de la literatura universal.
Esta edición va precedida de los Escritos breves: las poesías completas del santo y Dichos de luz y amor, que son «una especie de comprimidos ascético-místicos –en frase del P. Silverio–, fruto condensado de principios doctrinales y experiencias maduras».
Selección accesible a todo lector, tesoro divino y humano que merece ser tenido junto a las Sagradas Escrituras.
Este volumen contiene catorce pequeños escritos de Edith Stein, casi todos inéditos en español. Completan el volumen interesantes introducciones sobre la vida de la autora, visión general de sus obras, características de su espiritualidad, etc
A Edith Stein le toca trazar un puente de diálogo entre el mundo del pensamiento moderno y la espiritualidad cristiana, una tarea que ella mismo emprendió desde el momento de su conversión. Tantas experiencias vivida desde ángulos tan diversos como los de judía, filósofa, atea, convertida, carmelita y mártir, la otorgan una posición privilegiada para su testimonio y magisterio.
Jesucristo es la Vida verdadera. Por eso, sólo vive de verdad quien vive en Cristo y desde Cristo. Un proyecto personal de vida espiritual cristiana tiene que centrarse necesariamente en la Persona viva y vivificante de Jesucristo. Para que unos Ejercicios sean verdaderamente espirituales, tienen que ser una "ejercitación en el Espíritu".
EL AUTOR
Ángel Aparicio Rodríguez (ed.)
Misionero Claretiano. Doctor en teología y Licenciado en ciencias bíblicas. Catedrático del Instituto Teológico de Vida Religiosa (Universidad Pontificia de Salamanca) de Madrid; Profesor del Estudio Teológico Claretiano (Universidad Pontificia «Comillas»); profesor invitado de la facultad teológica «San Dámaso» (Madrid); profesor en la Escuela «Regina Apostolorum» (Madrid). Miembro del consejo de redacción de las revistas «Estudios Bíblicos» y «Ephemerides Mariologicae». Profundo conocedor de la Sagrad Escritura, muy especialmente del Antiguo Testamento, es autor y editor de varios libros en nuestra editorial, sobre todo de carácter bíblico, con un particular interés por la presencia de la Palabra de Dios en la vida y en la oración del religioso.
Traducción de los Manuscritos autobiográficos, que nos ofrecen los textos teresianos tal y como los escribió la Santa, sin añadiduras ni supresiones. La introducción sitúa y analiza la historia de estos manuscritos y las mutilaciones y correcciones que han sufrido. Apéndices y notas completan la edición
Las bienaventuranzas son esencialmente autobiográficas, Jesús las vive y las proclama. En ellas nos habla, ante todo, de sí mismo: Nos revela sus propios criterios, su mentalidad, su escala de valores y sus actitudes vitales. Las bienaventuranzas constituyen su verdadera radiografía. Jesús es su autor y su contenido: el Mensajero y el Mensaje. Y "la vida religiosa es el seguimiento radical de las bienaventuranzas". (Juan Pablo II)
EL AUTOR
Severino-María Alonso
(+) Misionero Claretiano (1933-2009). Doctor en Teología. Diplomado en Espiritualidad y Mariología. Catedrático de Teología de la Vida Consagrada en el Instituto Teológico de Vida Religiosa, de Madrid. Profesor en la Escuela “Regina Apostolorum”. Director de “Vida Religiosa” (1980-1986). Director del ITVR (1981-1987). Ha escrito innumerables libros y artículos sobre Teología de la vida consagrada y Teología de la vida espiritual cristiana. Toda su vida estuvo dedicada a profundizar en la teología de la Vida Consagrada, para presentarla a sus oyentes y lectores con la mayor competencia posible. En sus escritos se puede apreciar el profundo respiro de fresca novedad que el Concilio Vaticano II aportó a Iglesia y a la vida religiosa en ella.
“El ritmo de un poema puede ser el ritmo de una oración. En la sorpresa de un verso se agazapa a veces, como ciervo entre arbustos que enseguida huye, el reclamo de una gracia. Todas las palabras pasan, menos la suya. ¿Nos empujará al menos el vaivén de nuestras estrofas hacia su orilla?”.