
No es de hoy la pregunta sobre cómo debe ser el comportamiento de todos los ciudadanos —gobernantes y gobernados—en los asuntos comunes públicos. Por esa razón, la primera parte de este libro recoge la reflexión milenaria sobre estos temas nacida en el seno de la Iglesia, desde el Nuevo Testamento hasta nuestros días.
Pero estos interrogantes se siguen planteando hoy, cuando la política se ha hecho más compleja dentro de cada Estado y a nivel mundial.
Por eso, este Manual de Moral política tiene dos partes: histórica y sistemática. En la primera aparecen las reflexiones de muchos pensadores y jerarcas de la Iglesia, enmarcadas en el contexto en el que surgieron, con frecuencia en diálogo con otras visiones y con diferencias dentro de la Iglesia. En la segunda se pasa revista a las cuestiones generales que nos planteamos actualmente.
Todo ello en el marco de lo que es la doctrina social de la Iglesia: principios de reflexión, criterios de juicio y orientaciones para la acción
Los tres artículos reunidos en este interesante libro de Joseph Ratzinger surgen por motivos muy distintos, pero en el fondo de todos ellos late un mismo mensaje: la necesidad de que tanto cada persona en particular como la sociedad en su conjunto basen sus conductas y métodos de actuación en el bien y la verdad.
El autor aborda la conexión entre conceptos tan esenciales como libertad individual y justicia social, conciencia y verdad, o democracia y estado, en un mundo tan relativista como el nuestro, en el cual la subjetividad y el poder de la mayoría pretenden relegar a los valores absolutos.
En el curso de una lúcida argumentación, dos principios básicos, la verdad y el bien, se alzan como fundamento y garantía de una conciencia recta, de la libertad y los derechos humanos, y de una sociedad justa y pluralista.
Joseph Ratzinger escribió este libro siendo Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. El 19 de abril de 2005, el cardenal Ratzinger fue elegido Papa, y adoptó el nombre de Benedicto XVI.
En Rialp ha publicado también Cooperadores de la verdad; Una mirada a Europa, y Bioética (del que es coautor).
Probablemente ningún teólogo ha contribuido tanto al debate público actual como Hans Küng. Sobre la base de importantes trabajos científicos, ha abordado críticamente la situación de la Iglesia católica, analizado los fundamentos del cristianismo e influido de manera decisiva en el diálogo entre las grandes religiones. Pero una obra tan vasta y tan ramificada requiere que se pongan de manifiesto sus estructuras constantes y que se señalen los caminos de pensamiento por los que ha transitado a lo largo de las últimas cinco décadas.
La presente antología propone este recorrido completo por la obra de Hans Küng, por sus temas dominantes y los ámbitos de su curiosidad intelectual. Trata de las preguntas decisivas de la existencia cristiana, de la figura de Jesús en comparación con otras grandes figuras de la historia de las religiones, del diálogo entre las grandes religiones del mundo, del «Proyecto de una ética mundial» y de la situación religiosa de nuestra época. Constituye así un compendio del pensamiento vivo de Hans Küng, dirigido tanto a quienes por primera vez se acercan a su teología como a quienes ya son amantes de ella.
El concepto de pueblo de Dios en la eclesiología de Agustín de Hipona es el concepto central de este libro, redactado como tesis doctoral por Joseph Ratzinger y que supuso su brillante entrada en el mundo de la investigación teológica. En relación con ese tema, el libro aborda también otras cuestiones: el problema del Antiguo Testamento, el de la relación entre derecho y sacramento, y la relación entre el cristianismo, el estado pagano y el paganismo como tal. En palabras del propio Ratzinger: «En la primera parte trata el doble apriori en el concepto de Iglesia agustiniano: su propia filosofía y la teología africana. En la segunda, se desarrolla el concepto de Iglesia propiamente, y no sólo en su aspecto dogmático, en lucha contra el donatismo, sino igualmente también desde la perspectiva apologética, en lucha contra el paganismo». Es este un estudio que no solo ha marcado una etapa en la investigación sobre el santo de Hipona, sino que también desarrolla algunas afirmaciones que se insertan con plena actualidad en el debate teológico postconciliar sobre el concepto de Iglesia. Un libro esencial para conocer el pensamiento sobre la Iglesia de quien hoy, bajo el nombre de Benedicto XVI, tiene la tarea de dirigir esa misma Iglesia
Este libro aborda, a través de capítulos breves, el ateísmo y el misterio de Dios, que constituyen las dos fronteras de la fe, sus dos horizontes, el del poniente y el del alba, donde, por un lado, la fe se ve confrontada a sus sombras y su declive (el ateísmo, los riesgos del descreimiento), y, por otro, a sus luces y su expansión (el misterio que se expresa a través de las paradojas cristianas). El lector encontrará en este libro numerosas citas de autores de espiritualidad, teólogos, filósofos y literatos, subrayando la solidaridad de todos ante los enigmas de la condición humana y ante los retos, en mutuo contraste, de la fe y el descreimiento.
La tesis central de este libro es que la izquierda, habiendo fracasado durante el siglo XX en su programa clásico (el socialismo), ha sustituido en el XXI la revolución socio-económica por la moral-cultural. Ideas y políticas como la liberalización del aborto, la redefinición del matrimonio, la promoción de «nuevos modelos de familia», la implantación de la Educación para la Ciudadanía, el feminismo radical, etc. no son «cortinas de humo» para distraer la atención, sino la esencia de la nueva izquierda postsocialista. La izquierda ya no tiene un proyecto económico, sino un proyecto cultural de «ingeniería social», ante el cual la Iglesia es percibida como el último baluarte de resistencia organizada frente a ese proyecto. De ahí, la creciente deriva cristófoba del «progresismo». «Leer estas páginas, llenas de verdad, es no sólo un recomendable ejercicio de reflexión y aprendizaje, sino también una necesidad si se desea comprender cuál es la auténtica realidad del tiempo que vivimos y los retos que tenemos planteados como individuos y como sociedad». (Jaime Mayor Oreja)
El Papa Benedicto XVI ha escrito: La Iglesia en su conjunto, y en ella sus pastores, como Cristo han de ponerse en camino para rescatar a los hombres del desierto y conducirlos al lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquel que nos da la vida, y la vida en plenitud. Por eso, a la pregunta ¿qué es evangelizar?, no puede haber otra respuesta: Es enseñar el arte de Vivir.
Pero para evangelizar se necesitan evangelizadores nuevos. El Papa subraya:
Solo los hombres y mujeres tocados por Dios serán capaces de abrir la mente y el corazón de sus contemporáneos a los misterios del Dios Vivo.
Es el reto para toda la Iglesia. Esta obra, releyendo los Lineamenta sinodales, pretende ser un humilde servicio al apasionante dinamismo misionero de la nueva evangelización; aportando material de reflexión personal y para un trabajo en grupos, en vísperas del Sínodo de Obispos a celebrarse en 2012 sobre este tema
Reflexión sobre qué es y cómo acometer la Nueva Evangelización que propone Benedicto XVI a los católicos de hoy. Subraya la importancia de consolidar la formación de los bautizados y la ambición de dar a conocer a Jesucristo a todo el mundo.
Para el autor, la nueva evangelización propiciada por Benedicto XVI, a través de la creación de un Consejo Pontificio y de un Sínodo de Obispos dedicados a ella, es la ocasión esperada para revitalizar la acción apostólica de los cristianos en todos los ámbitos de la sociedad. "En realidad el eclipse de Cristo en la sociedad contemporánea es sencillamente el eclipse de los cristianos en cuanto fieles seguidores de Jesucristo, contentos de serlo y con la sana ambición de que otros lo conozcan y quieran estar libremente con Él".
Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, destaca en el Prólogo que "obviamente el mensaje del Evangelio es inmutable, pero debemos tomar nota de los cambios que han ocurrido en nuestra sociedad contemporánea y en los hombres y mujeres a quienes va dirigido el anuncio". Y resalta que "el trabajo del profesor Antonio Aranda es un precioso instrumento para ayudar a comprender el proceso actual y, sobre todo, la urgencia de la Nueva Evangelización".
Antonio Aranda es matemático y doctor en Teología. Profesor de Teología Dogmática en la Universidad de Navarra y en la Pontificia Università della Santa Croce (Roma). Ha dirigido las revistas Scripta Theologica y Annales Theologici; autor de numerosas publicaciones, es miembro de la Sociedad Mariológica Española, de la Real Academia de Doctores y del Comité científico del Instituto Histórico Josemaría Escrivá
Este libro, traducido por primera vez al castellano en una cuidada edición con introducción y notas, recoge las reflexiones útiles y apasionantes de Möhler sobre el celibato de los sacerdotes católicos. Aunque se publicó originalmente en respuesta a una polémica concreta en 1828, la cuestión no ha perdido vigencia; antes bien, ha cobrado renovada actualidad. Los argumentos y las consideraciones que aquí presenta el gran teólogo alemán siguen siendo válidas independientemente de su génesis histórica, como el fundamento bíblico del celibato, o el análisis del fenómeno en los primeros siglos de la historia de la Iglesia. Möhler desarrolla una auténtica teología del celibato, en la que se destaca la libertad del individuo, que alcanza precisamente en quien vive el celibato su dignidad más alta.
Frente a esa dinámica que Juan Pablo II definió proféticamente como «ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres», el texto que el lector tiene en sus manos muestra que otra Iglesia y otro mundo son no solo posibles sino necesarios.
Como el autor señala con coraje, la Iglesia podría tener mucho que decir en la actual crisis si se mantuviese fiel al Evangelio y no quebrantase la voluntad de Dios apelando a tradiciones humanas, por lo que esta institución debería adoptar una actitud caracterizada por la resistencia, la profecía y la utopía; una utopía que se haga creíble «en pequeños gestos liberadores», en medio de tanta mentira, frustración y desesperación. Como el propio Castellanos sugiere, citando a Albert Camus, «ya que no tenemos poder contra el dolor, hagamos algo para solucionar la miseria».