Cuando en 1977 Joseph Ratzinger, entonces profesor de Teología recién designado obispo de Múnich, presentaba éste su primer libro, la Escatología apenas dejaba de ser una ciencia auxiliar de la Teología para ocupar el centro del pensamiento teológico como “Doctrina de las postrimerías (muerte, juicio, infierno y gloria)”. Para el autor, esta evolución se relacionaba con la conciencia de hundimiento que acosaba cada vez más a los espíritus desde finales del siglo XIX. Conciencia trágicamente confirmada por las devastadoras guerras del siglo xx, que acabaron por provocar el desmoronamiento de un cristianismo cultural hasta entonces lleno de optimismo. Para el autor, hoy Papa Benedicto XVI, esta obra sigue siendo plenamente fundamental, a pesar del tiempo transcurrido y de la discusión antropológica y teológica que se inició con ella y a la que él fue dando respuesta en las sucesivas ediciones alemanas e incluso en el prólogo redactado siendo ya Papa. Esta edición incluye la traducción de todos estos nuevos textos.
El Señor recoge una parte de sus homilías, aquéllas que versa sobre la persona y la actividad de Jesús. Con palabras iluminadas por un certero instinto sobrenatural, busca Guardini contemplar al Señor, admirar su talante para acogerlo como Salvador. De esa intención nacen reflexiones llenas de naturalidad y de solidez teológica, que bosquejan atractivos perfiles de la personalidad de Jesús.
"Romano Guardini vivió intensamente su vida sacerdotal y la tarea apostólica que implica". Así comienza la espléndida introducción de Alfonso López Quintás que abre la edición que ahora presentamos.
El mismo lector podrá comprobar que el libro que tiene en sus manos es un excelente testimonio de tales palabras.
Temas tan controvertidos como el conflicto entre fe y razón, los valores comunes entre cristianos y ateos, el aborto, el papado de Juan Pablo II, la caída del comunismo, los derechos humanos, la naturaleza, la solidaridad o la autocrítica de la Iglesia fueron motivo del debate que en 2000 mantuvieron en Roma el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, y el filósofo ateo Paolo Flores d’Arcais desde posiciones claramente contrapuestas. El núcleo central de este libro —vivo, intenso, vibrante, en el que se habla con claridad y de manera directa de controvertidas cuestiones de actualidad— es ese diálogo, al que acompaña un texto de cada participante. El de Joseph Ratzinger se centra en la crisis del cristianismo; el de Paolo Flores rebate sus tesis, sostiene la idea de que la Iglesia rechaza el diálogo y destaca las contradicciones en que incurre esta institución.Joseph Ratzinger, teólogo y filósofo, (Baviera, 1927) participó como asesor en el Concilio Vaticano II y, siendo arzobispo de Múnich, fue nombrado cardenal por Pablo VI (en 1977). Durante el papado de Juan Pablo II desempeñó el cargo de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y, a la muerte del pontífice, en 2005, se convirtió en su sucesor, con el nombre de Benedicto XVI. Escéptico frente a propuestas reformadoras de la Iglesia, es autor de numerosos artículos y estudios teológicos
¿Qué es realmente la Iglesia? Esta nueva edición revisada y actualizada de "Para comprender la eclesiología desde América Latina" trata de dar respuesta a esta pregunta ya en pleno siglo XXI.
No es propiamente «otro» libro, porque sigue fundamentalmente la estructura, el desarrollo temático y la metodología del libro anterior. Pero sí que es un libro realmente «nuevo», no sólo porque trata nuevas cuestiones, sino también porque los temas tradicionales se ven con una nueva luz y desde una nueva perspectiva.
El libro anterior estaba escrito en la perspectiva de los 500 años de la primera evangelización, y rezumaba el entusiasmo del cristianismo liberador que se respiraba en América Latina en las décadas de 1970 y 1980: el impulso de Medellín, las comunidades de base, los grandes obispos defensores de los pobres…
Ahora, ante un nuevo contexto, surgen nuevas preguntas, que bien podrían resumirse en una sola: ¿Cómo ser cristianos y cristianas desde América Latina hoy, en los albores del tercer milenio?
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Este libro se dirige principalmente a quienes afrontan por primera vez, de forma sistemática, el estudio teológico del misterio de Dios, es decir, de la cuestión más vital y radical de toda la Teología.
La cuestión de Dios, precisamente por su centralidad, es la cuestión más radical incluso en el ámbito estrictamente antropológico. Y es que la relación entre Dios y el hombre es tan estrecha que Dios mismo entra a formar parte de la definición del hombre. En efecto, si para la Filosofía el hombre es un animal racional, para la Teología este mismo animal racional ha sido creado a imagen y semejanza de Dios y ha sido elevado a la dignidad de hijo de Dios en el Hijo por el Espíritu Santo.
La pregunta sobre Dios está inscrita en el corazón del hombre como una capacidad de acceder a Dios, más aún, como un deseo de infinito. Se responde a esa pregunta, presentando en forma ordenada lo que la Sagrada Escritura, la Tradición de la Iglesia y dos milenio de pensamiento teológico han dicho sobre el Dios que se ha revelado con plenitud en Jesucristo.
La revelación interpretada como «manía» y posesión o como «dictado» divino ha terminado su ciclo. La crítica bíblica desmontó el literalismo. La autonomía del mundo impide verla como intervencionismo milagroso; y la del sujeto, como imposición extrínseca y autoritaria. El sentido histórico deslegitima todo particularismo etnocéntrico. Tales son las cuestiones que afronta este libro, desde un principio radical: Dios, creando por amor, quiere revelarse plenamente a todos, desde siempre y en todas partes. Las limitaciones, oscuridades y aun horrores del proceso nacen de la limitación o la resistencia creatural; jamás de un «silencio» u «ocultamiento» por parte de Dios. Al contrario, la revelación avanza gracias a su «lucha amorosa» para vencer las resistencias y comunicar su salvación.
Desde ahí esta obra estudia tanto el surgir originario como la transmisión histórica. La revelación no es un dictado milagroso, sino un «caer en la cuenta» de la Presencia fundante y siempre activa: «Dios estaba aquí, y yo no lo sabía». Lo descubre uno —profeta o fundador—, pero Dios está queriendo manifestarse a todos con idéntico amor. Por eso el anuncio ejerce de «mayéutica histórica»: el creyente crítico es despertado por el profeta, pero no cree porque lo dice el profeta, sino porque él o ella se reconocen en lo dicho: «ahora ya lo hemos escuchado nosotros» (samaritanos); «la Biblia y el corazón dicen lo mismo» (Franz Rosenzweig).
Esto vale para el individuo y vale para toda religión. El diálogo de las religiones se sitúa así en un espacio común, postulando nuevas categorías —pluralismo asimétrico, teocentrismo jesuánico, inreligionación— y propiciando un nuevo espíritu de acogida, respeto y colaboración. La obra se cierra analizando el significado de la revelación como Escritura y la ulterior formalización en el dogma y la teología.
«El tema sobre el cual se hablará aquí sin pretensiones es de tal importancia, que le interesa hoy de un modo central a la Iglesia y a los cristianos. En la divergencia de los dos aspectos unidos en el título está la razón de toda la amenaza y de toda la atrofia del cristianismo actual. Y dado que es muy difícil volver a unir estos aspectos, una vez que han sido separados, preferimos intentar considerarlos desde la esfera donde tienen su origen, en el que, fecundándose eternamente entre sí, están entrelazados el uno con el otro. Una reforma nunca se hace pegando piezas rotas, sino como dice Isaías: `Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará` (11,1)» (de la Observación previa del autor).
Los artículos teológicos y espirituales aquí reunidos fueron escritos por Karl Rahner para muy diversas circunstancias —conferencias, artículos, emisiones televisivas, entrevistas, meditaciones y alocuciones— y reunidos por él mismo en forma de libro. En ellos, Rahner se enfrenta con mirada positiva y actitud optimista a uno de los más intrincados problemas de la teología: el de la exposición de la cooperación de Dios y el hombre para la salvación, de modo que se salvaguarde por un igual la omnipotencia de la acción divina y la autonomía de la libertad y de la responsabilidad humana. O, con un planteamiento más bíblico, cómo precisar la función que desempeña la libertad humana cuando el cristiano sabe y confiesa que es la gracia de Dios “la única que justifica”.
Sobre estas cuestiones, de tan abierta actualidad, se deslizan claras, penetrantes, serenas, las reflexiones del gran teólogo del siglo XX, Karl Rahner. Pero no a modo de fórmulas científicas, sino desde la óptica de la libertad como “el acontecimiento personal y espiritual, único e irrepetible, de cada hombre en su valor definitivo delante de Dios”.
La cuestión de Dios es la fundamental de la teología. La única respuesta que satisface pasa por Jesucristo. Entonces se abre un nuevo horizonte para Dios, que aparece trinitario, comunional, convivial. Auténtico texto para el estudio «De Deo uno et trino».
ENGLISH
"The God of Jesus Christ"
There is no solution for the problem of God. Yet, God has revealed himself to us as a mystery, infinitely beyond our comprehension. God the Father reveals his salvation through the love of Jesus Christ, his Son, and the freedom of God`s Spirit.