Traducción castellana, introducciones y notas de Vicente Martínez-Blat, ocd.
Santa Isabel de la Trinidad es una de las figuras místicas más importantes del siglo XX. Contempo -ránea y coterránea de santa Teresa de Lisieux, ambas carmelitas contemplativas y, desde su claus-tro, prolíficas y profundas escritoras espirituales. A pesar de que la Iglesia solo ha otorgado el título de Doctora a la santa de Lisieux, es indudable que el magisterio de la de Dijon posee evidentes quilates espirituales y que su influjo en la Iglesia es de una acreditada trascendencia.
Ya escribió sobre ella el teólogo Hans Urs von Balthasar cuando ni siquiera había sido beatificada: «La estructura del universo espiritual de Isabel, el contenido y el estilo de su pensamiento teológico son de una densidad, de una consistencia perfecta». Y san Juan Pablo II, refiriéndose a ella, dijo: «Entre los santos de Francia que ejercieron la mayor influencia en mi vida, Isabel de la Trinidad es un admirable testigo de la gracia del bautismo cumplida en un ser que la acoge sin reservas: nos ayuda a encontrar a nuestra vez las formas de oración y entrega».
La BAC publica ahora en español, íntegra y críticamente, las Obras completas de santa Isabel. Sus escritos han sido siempre —y especialmente en nuestros días— una apremiante llamada a la interioridad y, en concreto, a la experiencia de la inhabitación trinitaria. La lectura de estas páginas resultará, sin duda, un auténtico alimento espiritual para los lectores ávidos de crecer y ahondar en su vida cristiana.
Esta obra quiere ser una contribución de la BAC a la difusión de la doctrina de Santa Catalina de Siena. La primera parte de la misma, El Diálogo, es según establece el P. Salvador en el cuidado análisis introductorio, una recopilación de diversos escritos de la santa Doctora, con abundantes alusiones autobiográficas, lo que resuelve numerosos problemas de crítica interna, hasta el momento imposibles de resolver. La segunda parte lleva por título Oraciones y Solilo-quios, porque el contexto de estas piezas espirituales cumple en su mayoría las condiciones para que puedan ser así denominadas. Tres introducciones enriquecen la presentación. La primera está dedicada al estudio de la formación espiritual y literaria de Catalina; la segunda se refiere a la problemática que plantea "El Diálogo"; la tercera corresponde a las "Oraciones y Soliloquios". Concluye el volumen con dos índices de gran interés y minuciosidad: el de materias y el literario.
Edición preparada por Hermanas de la Cruz.
Con la presente edición vuelve a ponerse a disposición de los seglares parte de la riqueza del Epistolario de santa Ángela de la Cruz a sus hijas. La obra está constituida por 317 «Cartas a las Casas», las escritas semanalmente o incluso cada tres o cuatro días: íntimas, cordiales, dictadas a latidos de su corazón de Madre, rebosando hacia la perfección, con su estilo peculiar y sencillo. La novedad de estas cartas es la de poder seguir el hilo conductor que Madre mantenía con las diversas comunidades, tratando de mostrarles esa meta a la que por vocación especialísima estaban llamadas. Se ha preferido retomar de 1897 a 1903.
Santa Ángela de la Cruz (Sevilla, 1846-1932), fundadora de las Hermanas de la Cruz destacó en su vida por un infatigable afán de servicio y atención a los más pobres y enfermos. Su carisma sigue estando hoy muy vivo en la Iglesia por medio de sus hijas. La que se consideraba a sí misma «negrita, zapaterita y tontita» es hoy una de las más atrayentes figuras espirituales de los estudiosos de la espiritualidad y del pueblo cristiano. Su vida refleja un aspecto importante de la vida religiosa en la transición histórica de la España de la generación del 98 y primer tercio del siglo XX.
Edición preparada por Salvador Ros García.
El Libro de la Vida es la obra más sobrecogedora de Santa Teresa, «la más intensa revelación de un alma con que cuentan nuestras letras» (F. Lázaro Carreter). «Mi alma», lo llamó la autora. Así supo verlo también Miguel de Unamuno: «Otros pueblos nos han dejado sobre todo instituciones, libros; nosotros hemos dejado almas. Santa Teresa vale por cualquier instituto, por cualquier Crítica de la razón pura». Un alma es una figura ejemplar de existencia. El Libro de la Vida es un alma por cuanto en él se expresa un sujeto moderno que se ha ido constituyendo al filo de sus experiencias, narrativamente, adelantándose a la vía introspeccionista de Montaigne y de Descartes. Estamos, pues, ante «el libro más personal de toda la literatura española» (V. García de la Concha).
El Libro de la vida es el primero que escribe santa Teresa, y constituye un buen reflejo de su personalidad y de su experiencia humana y sobrenatural. De corte autobiográfico, relata también el itinerario personalísimo de su oración. El volumen I comprende los aspectos más biográficos, y el volumen II el tratado sobre la oración. El manuscrito fue publicado por primera vez varios años después de la muerte de su autora.
Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como santa Teresa de Jesús, nació en Ávila el 28 de marzo de 1515. Ingresó en el convento de la Encarnación en esa misma ciudad. Años después llevó a cabo una reforma en el Carmelo y fundó las carmelitas descalzas. Muere en Alba de Tormes el 4 de octubre de 1582. Junto con san Juan de la Cruz, se le considera la cumbre de la mística cristiana y una de las grandes maestras de la vida espiritual en la historia de la Iglesia. En 1970 Pablo VI la nombró Doctora de la Iglesia. Además de sus escritos místicos, cultivó la poesía lírico-religiosa y los escritos breves. Toda su obra y epistolario ha sido traducido en todo el mundo.
El Libro de la vida es el primero que escribe santa Teresa, y constituye un buen reflejo de su personalidad y de su experiencia humana y sobrenatural. De corte autobiográfico, relata también el itinerario personalísimo de su oración. El volumen I comprende los aspectos más biográficos, y el volumen II el tratado sobre la oración. El manuscrito fue publicado por primera vez varios años después de la muerte de su autora.
Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como santa Teresa de Jesús, nació en Ávila el 28 de marzo de 1515. Ingresó en el convento de la Encarnación en esa misma ciudad. Años después llevó a cabo una reforma en el Carmelo y fundó las carmelitas descalzas. Muere en Alba de Tormes el 4 de octubre de 1582. Junto con san Juan de la Cruz, se le considera la cumbre de la mística cristiana y una de las grandes maestras de la vida espiritual en la historia de la Iglesia. En 1970 Pablo VI la nombró Doctora de la Iglesia. Además de sus escritos místicos, cultivó la poesía lírico-religiosa y los escritos breves. Toda su obra y epistolario ha sido traducido en todo el mundo.
Preparación e índices de Laureano Manrique, OSA. Traducción de Isidro Álvarez, OSA. Aparato crítico de José Manuel Guirau, OSA.
Después de más de cuatro siglos, se presenta por primera vez en edición crítica y bilingüe la obra literaria de santo Tomás de Villanueva (1482-1555), religioso agustino y arzobispo de Valencia, realizada por un equipo de investigadores agustinos de España. Santo Tomas de Villanueva sigue teniendo, sin duda, una palabra nueva y una ejemplar actitud para esta nuestra desconcertada y envejecida Europa del s. XXI.
Edición crítica, introducción y notas de Salvador Ros García.
Allí donde surge la experiencia mística, surge también la necesidad de expresarla. Esta es la razón de ser de las Relaciones y Cuentas de conciencia, las páginas más espontáneas y sobrecogedoras —a la vez que bastante desatendidas— de la experiencia espiritual de santa Teresa, escritas en la inmediatez de la experiencia y a modo de autoexamen, para uso propio y de sus confesores, sobre cuestiones relacionadas entre Dios y ella. Se trata, por tanto, de una verdadera autobiografía que se va tramando en presencia de Dios y, al mismo tiempo, de una teología fenomenológica que parte de aquello en que Dios mismo se da, o de una teografía que va por delante de la teología proporcionándole materia y lugar de reflexión. Con todo, sin embargo, estos «papeles sueltos» de santa Teresa andaban necesitados de una mayor atención por parte de estudiosos y editores, hasta el punto de que ésta es en realidad la primera edición crítica que se ha llevado a cabo y en la que, tras un amplio estudio introductorio, se ofrece un texto fidedigno, rigurosamente revisado, con importantes variantes e incluso párrafos inéditos, además de numerosas notas de carácter filológico, histórico y doctrinal a pie de página para facilitar su comprensión al lector, lo que supone, sin duda, un notable avance con respecto a las anteriores ediciones.
Lo que se ha de creer (El Símbolo de los Apóstoles), lo que se ha de desear (el Padrenuestro y el Avemaría), y lo que se ha de poner en práctica (Los Mandamientos).
A lo largo de cuarenta y dos años, Juan Bautista María Vianney regentó la parroquia del pequeño pueblo de Ars con tal sentido de responsabilidad que, con la gracia de Dios, logró transformarla en un modelo, quizá ninguna otra vez alcanzado. Además, acudieron a su confesonario miles de personas, para abrir su alma y obtener el perdón de sus pecados. Pocos santos han mostrado una visión tan clara de la malicia del pecado y sus horrorosas consecuencias en las almas. Así se refleja en sus homilías, que incluyen, entre otros temas, la humildad, la pureza, la virtud verdadera y la esperanza.
Rialp ha publicado también el volumen Amor y perdón.
San Juan Bautista María Vianney nació en 1786 en Dardilly (Francia), y vivió una infancia y juventud campesinas marcadas por las duras consecuencias de la Revolución Francesa. Tras muchas dificultades, en 1815 fue ordenado sacerdote, y en 1818, destinado a Ars. Allí transcurriría el resto de su vida. Falleció santamente el 4 de agosto de 1859.
Todo el magisterio de la primera Doctora de la Iglesia a través de sus escritos. Vida. Camino de perfección. Castillo interior. Fundaciones. Relaciones. Conceptos. Exclamaciones. Constituciones. Modo de visitar. Poesías...