La Iglesia primitiva valoró el Evangelio de Marcos por considerarlo como la auténtica buena nueva narrada por el apóstol Pedro. Pero la antigua Iglesia de los Padres comentó muy rara vez dicha narración.
Este breve y vivaz evangelio, tan apreciado por los lectores de hoy en día, quedó encubierto en la mente de los Padres por la magnitud de los Evangelios de Mateo y Juan.
Sin embargo en nuestros días se han recuperado numerosos comentarios intercalados en medio de diversos textos patrísticos de homilías, cartas, comentarios, tratados e himnos teológicos.
Las reflexiones de Agustín de Hipona y Clemente de Alejandría, de Efrén de Nisibi y Cirilo de Jerusalén se unen en este Comentario para formar una polifonía de voces exegéticas de la Iglesia oriental y occidental, que va del siglo segundo al octavo.
El Evangelio de Marcos despliega el poder evocador de toda una historia, con metáforas y emociones que iluminan una brillante exhibición de discernimiento teológico y sabiduría pastoral.
Este Comentario abre al lector un amplio camino -tantas veces olvidado por las áridas y escarpadas interpretaciones críticas de la post-Ilustración-, que le conduce al fértil y soleado valle de la interpretación teológica y espiritual.
En estas páginas nos adentramos en ese gran mundo de los comentarios bíblicos, que durante siglos nutrió a los grandes pastores, teólogos y santos de la Iglesia.
La Carta de san Pablo a los Romanos ha sido considerada siempre como el gran escrito teológico del Nuevo Testamento. La antigua Iglesia también la valoró desde esta perspectiva, y por ello los Santos Padres nos han legado un gran número de importantes comentarios sobre esta Carta.
Los textos de este volumen recogen lo mejor y más representativo de las homilías y comentarios patrísticos sobre dicha Carta, y ofrecen un valioso material que hasta ahora no estaba disponible en castellano.
Entre estos autores sobresale "Ambrosiaster", nombre dado al desconocido comentarista latino de finales del siglo IV, cuya perdurable validez es evidente para todo el que lo lee. Asimismo, el importante comentario de Orígenes se presenta en estas páginas frecuentemente y por extenso, traducido por primera vez al castellano. Junto a ellos encontramos otras grandes figuras como Juan Crisóstomo, Teodoro de Mopsuestia, Agustín de Hipona, Teodoreto de Ciro y autores como Diodoro de Tarso y Dídimo el Ciego de Alejandría, entre otros.
Estos comentarios sobre la Carta a los Romanos proporcionan una oportunidad poco frecuente para encontrarse con la conocida exposición paulina sobre la justicia divina, conforme resonaba en los grandes pensadores y comunidades cristianas de la Iglesia primitiva.
Los Hechos de los Apóstoles son la segunda parte de la historia escrita por Lucas acerca de «todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar».
En ellos el evangelista narra la expansión de la Iglesia según se va extendiendo el testimonio de los Apóstoles desde Jerusalén a Judea, Samaría y hasta los últimos confines de la tierra.
A pesar de que unos 40 autores de la Iglesia de los primeros siglos comentaron los Hechos, sólo tres obras completas han llegado hasta nosotros: Las Homilías a los Hechos de los Apóstoles de Juan Crisóstomo, el Comentario sobre los Hechos de los Apóstoles de Beda el Venerable, y un extenso poema en latín –Historia apostólica– escrito por Arator.
En este volumen hemos incluido un gran número de textos de las dos primeras obras, así como diversos comentarios de Arator. Asimismo hemos incorporado muchos otros fragmentos de los Padres que fueron recogidos por J. A. Cramer en la Catena in Acta SS. Apostolorum.
Entre ellos podemos encontrar textos de Basilio el Grande, Gregorio Nacianceno, Gregorio de Nisa, Efrén de Nisibi, Dídimo el Ciego, Atanasio, Jerónimo, Juan Casiano, Agustín, Ambrosio, Justino Mártir, Ireneo, Teodoreto de Ciro, Orígenes, Cirilo de Jerusalén, Cirilo de Alejandría, Casiodoro e Hilario de Poitiers, algunos de los cuales se traducen por primera vez al castellano.