Los sentidos y la sensibilidad son las vías que tenemos a nuestra disposición para percibir la realidad: desde la realidad más simple hasta la realidad misma de Dios. Nos pertenecen para hacer resonar «realidad y Dios» dentro de nosotros y hacernos volver después a la realidad y a Dios con el corazón dilatado.
Debido a la progresiva desaparición de la sensibilidad de nuestro bagaje espiritual, necesitábamos ser llevados de la mano para redescubrir psicológica, filosófica y teológicamente lo que es más peculiarmente humano. Una base rigurosa, a la vez que de agradable lectura, estructura el libro, cuyo autor nos introduce, gracias a un núcleo de definiciones y clarificaciones, en varias tipologías de sensibilidad y nos hace llegar después a la sensibilidad de Dios. La segunda parte del volumen está toda ella orientada a la formación mediante la invitación a cultivar los sentidos, uno por uno, a la luz y al calor de la espiritualidad, y concluye con la propuesta de un sólido itinerario formativo de la sensibilidad.
La tentación del mundo virtual, la cultura de la apariencia, los retos de lo cotidiano... pueden afrontarse con éxito si enraizamos los sentidos y la sensibilidad en la inteligencia y en la afectividad madura; si alabamos a Dios por los sentidos y por la sensibilidad. Él está con quien «siente» en su nombre; con quien dispensa atención y cuidado en su nombre; con quien teje vínculos de solidaridad, comunión y compasión profunda en su nombre. Con quien ama en su nombre.
AMEDEO CENCINI, religioso canosiano, es profesor de las universidades Salesiana y Gregoriana de Roma y autor de numerosos trabajos de psicología aplicada a la vida cristiana y de formación para la vida religiosa. Entre sus libros publicados en Sal Terrae destacamos: Fraternidad en camino. Hacia la alteridad / Relacionarse para compartir. El futuro de la Vida Consagrada / Virginidad y celibato, hoy. Por una sexualidad pascual / La alegría, sal de la vida cristiana / ¿Creemos de verdad en la Formación Permanente?
La pregunta del título es acumulativa y presupone otras: ¿en qué consiste la Formación Permanente? ¿La estamos viviendo de algún modo? ¿Nos interesa, simplemente, o la consideramos indispensable? ¿Pensamos que es posible en las circunstancias actuales? ¿Podemos crecer durante toda la vida? ¿Creemos en ella como individuos y como institución?
Tales dudas recurrentes están en el origen del presente volumen. Este no pretende afrontarlas todas, pero al menos estarán presentes, con la esperanza de provocar alguna duda, alguna respuesta y, tal vez, alguna resolución decidida.
Estas páginas tienen la finalidad de exponer el verdadero sentido de la Formación Permanente, su razón de ser y su función esencial, porque hoy se tiene la sensación de que estamos todavía lejos de haberla comprendido en su totalidad y, sin embargo, es un «serio deber moral» del que depende la fidelidad a la vocación.
«Cencini corta el asunto por lo sano: ¡Formación permanente o frustración permanente! Considero que un libro como este es de urgente necesidad. Estoy seguro de que será útil a muchos» (tomado del «Prólogo», de monseñor Francesco Lambiasi).
AMEDEO CENCINI, religioso canosiano, es profesor de las universidades Salesiana y Gregoriana de Roma y autor de numerosos trabajos de psicología aplicada a la vida cristiana y de formación para la vida religiosa. En Sal Terrae ha publicado Fraternidad en camino. Hacia la alteridad / Alguien te llama. Carta a un joven que no sabe que es llamado / Relacionarse para compartir. El futuro de la Vida Consagrada / Virginidad y celibato, hoy. Por una sexualidad pascual / La alegría, sal de la vida cristiana.