Para los latinos, sabiduría (sapientia) guarda relación con saborear (sapere). Para los romanos, sabio es quien es capaz de saborearse a sí mismo, quien se gusta, quien está reconciliado consigo mismo y con su vida, quien vive en armonía con su propio yo. Sabio es también quien está en condiciones de saborear las cosas, quien reconoce su verdadero sabor.
Iluminados con esta perspectiva, presentamos este libro que reúne lo mejor del pensamiento sapiencial de Anselm Grün e ilustra a través de algunos términos principales su búsqueda del sentido del todo. De este modo se hace patente y reconocible no solo la gran riqueza, sino también la coherencia interior del pensamiento que encierran sus textos. Son tan profundamente espirituales como cercanos a la vida
Todo el mundo quiere ser feliz y, a ser posible, de inmediato y para siempre. Despacio, despacio, recomienda Anselm Grün. La verdadera felicidad no se alcanza por medio de las prisas y el ajetreo. No es una meta hacia la que hay que abrirse paso. Se trata más bien de un regalo. No la encontramos en este o aquel lugar, sino en nosotros mismos, en medio de la vida diaria. Es más que un placer; es alegría de vivir. Solo el olvido de nosotros mismos nos hace felices: amar y ser amados, vivir con sosiego y serenidad, no aferrarnos a nada, estar atentos a lo que nos rodea, sentirnos agradecidos por lo que nos acontece. Esta es la avenida que conduce a la felicidad.