Novedoso estudio de teología moral que desarrolla las perspectivas del Concilio Vaticano II profundizando en los conceptos de experiencia moral, caridad y sentido de la acción cristiana.
En un mundo cada vez más preocupado por las cuestiones morales, lo primero que necesita el hombre es una orientación. Pero no basta un consejo exterior, necesita una luz interior. Una luz para el obrar, así han querido los autores resumir el contenido de este libro que, en continuidad con el anterior volumen La plenitud del obrar cristiano (Palabra, 2ª ed. 2006), profundiza en el camino de renovación moral al cual invita la encíclica Veritatis splendor como una tarea urgente para cualquier cristiano en la actualidad. La imagen de la luz sirve para introducir al lector en el núcleo mismo de la ciencia moral, que no consiste en una aplicación de principios a los actos, sino en una experiencia que el hombre vive en cuanto actúa y que cuenta con sus propias características.
Se descubre así un sentido de la acción como guía hacia una vida plena que cada hombre debe saber construir en sus relaciones personales. Las tres partes de esta obra no son sino un desglose dede esta realidad. La primera analiza las dimensiones de la experiencia moral originaria que todo hombre puede descubrir en sus acciones y permite una primera respuesta a la pregunta:¿quién quiero ser? En tal experiencia se manifiesta una presencia asombrosa de Cristo como amigo, es la virtud de la caridad (II parte) que anima todas las capacidades humanas generando un nuevo ser: el sujeto cristiano que aprende a vivir todas las virtudes. Por último, en la tercera parte, se ofrece un estudio teológico de la acción en cuanto nace de la gracia del Espíritu Santo y adquiere así un valor salvífico que introduce en la comunión de Cristo con el Padre.
La sexualidad encierra un misterio: cuando se despierta descubre un mundo nuevo, fascinante y atrayente, pero a la vez difícil y lleno de sinsabores. Un manual para estudiantes y profesores de Teología.
Este libro, original y profundo, profundiza en el sentido de la sexualidad humana. Para ello, el autor se sitúa en el corazón de la experiencia amorosa, intentando descubrir su sentido y su finalidad; realiza un estudio metafísico del amor capaz de superar una visión romántica y, por último, destaca el drama que conlleva por su complejidad y fragilidad, así como la necesidad de integración de todos sus elementos, destacando el papel que juega el don del Espíritu Santo. De esta forma es capaz de reproponer con vigor y claridad la castidad como virtud propia de los enamorados.
El libro se estructura en cuatro partes. En la primera, ´La vocación al amor: sexualidad y felicidad´, se explora el destino al que conduce la experiencia del amor. La segunda, ´Aprender a amar: pasión y elección´, ahonda en la riqueza del amor, no solo como evento que transforma, sino también como co-actuación que construye una comunión en una concordia recíproca. La tercera, ´Un amor excelente: castidad y caridad´, se adentra en la compleja dinámica del deseo y su valor en la vida concreta de las personas. Por último, ´La consumación del amor: el don esponsal´, aborda el significado y finalidad de la unión conyugal.
Una contribución a la renovación de la moral en la perspectiva deseada por el Concilio Vaticano II. Ofrece una visión positiva de la moral como guía del hombre hacia su plenitud humana y cristiana.
Este libro es una contribución a la renovación de la moral en la perspectiva deseada por el Concilio Vaticano II. Ofrece una visión positiva de la moral como guía del hombre hacia su plenitud humana y cristiana. La primera parte, Un obrar radicado en la verdad, comprende unas reflexiones sobre la naturaleza y método del saber moral. La segunda, Un obrar que alcanza su plenitud en el don, pretende profundizar en el sentido teológico del obrar moral evidenciando las dimensiones cristológicas. Por último, la tercera parte, Un obrar que promueve la comunión, subraya la perspectiva del dinamismo interpersonal en el que surge la acción, ayudando así a comprender el papel que ocupa la comunión de personas en el obrar humano.