La persona humana está llamada a alcanzar la perfección y la felicidad, la unión con Dios por el conocimiento y el amor, a través de la identificación con Cristo.
Identificarse con Cristo supone vivir las virtudes humanas y sobrenaturales.
En este Manual se estudian las virtudes humanas (salvo la justicia y las virtudes directamente relacionadas con ella, que son objeto de la Moral social).
Cuando se reflexiona sobre las virtudes humanas, es imprescindible ponerlas en relación con las virtudes sobrenaturales (teologales y dones del Espíritu Santo), porque la persona cristiana, que debe identificarse con Cristo (perfecto Dios y hombre perfecto) y continuar su misión en el mundo, debe ser al mismo tiempo muy humana y muy sobrenatural.
«¿Existen valores morales objetivos capaces de unir a los hombres y procurarles paz y felicidad? ¿Cuáles son? ¿Cómo reconocerlos? ¿Cómo realizarlos en la vida de las personas y de la comunidad? Estos interrogantes de siempre en torno al bien y al mal, son hoy más urgentes que nunca, en la medida en que los hombres son más conscientes de formar una sola comunidad mundial (…) Surge así la conciencia de una solidaridad global, que encuentra su fundamento último en la unidad del género humano. Y se traduce en una responsabilidad planetaria (…) En este contexto, la búsqueda de valores éticos comunes vuelve a estar de actualidad.» (COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, En busca de una ética universal: un nuevo modo de ver la ley natural, n. 1)