Siguiendo con la línea editorial iniciada por Ciudad Nueva con las catequesis de Benedicto XVI –y que continúa con Francisco–, en este libro recogemos las intervenciones fundamentales del papa para el Año Santo de la Misericordia.
Al anuncio de un Jubileo extraordinario entre el 8 de diciembre de 2015 y el 20 de noviembre de 2016, le sigue la apertura de la Puerta Santa en la Plaza de San Pedro, precedida días antes por la ceremonia en la catedral de Bangui (República Centroafricana). En esta ocasión las catequesis de los miércoles se entremezclan con las audiencias «jubilares» de los sábados, con una cadencia más o menos mensual.
Francisco recorre la Sagrada Escritura deteniéndose en varios episodios del Antiguo Testamento y de los Evangelios donde más resplandece la misericordia de Dios y su corazón de Padre; relaciona la misericordia con la justicia, la pobreza, la luz, la comunión, el diálogo… y recorre las obras de misericordia corporal y espiritual actualizándolas a las necesidades de hoy.
Incluimos en apéndice varios textos que ilustran y completan la reflexión del papa sobre la misericordia en el curso del Año Santo.
Este libro recoge las catequesis del papa Francisco sobre la Iglesia pronunciadas entre el 18 de junio y el 3 de diciembre de 2014.
Hablar de la Iglesia es hablar de nuestra familia, dice. Y en verdad este papa tiene una capacidad especial para tratar temas complejos con la mayor profundidad y a la vez del modo más sencillo y atrayente.
Francisco conversa directamente con su auditorio, repite alguna frase con la gente para ayudar a interiorizar el mensaje, manda tareas para casa, sazona su enseñanza con recuerdos personales y ejemplos de la vida corriente.
Así se va dibujando en el alma el rostro de esta Iglesia que todos amamos, que yo amo: una gran familia donde aprendemos a vivir como discípulos de Jesús, siempre en camino bajo la guía del Espíritu Santo, el cual impulsa a la Iglesia derribando las defensas que nos impiden abrir un diálogo con los demás.
Añadimos en apéndice las principales intervenciones del Papa en sus viajes apostólicos a Corea, a Albania y a Turquía, que subrayan la apertura de la Iglesia de hoy y el papel destacado de los laicos en su vocación misionera.
Un material idóneo para la meditación y la formación cristiana de jóvenes y adultos, laicos y consagrados… Un pequeño gran tratado sobre la Iglesia, de lectura profundamente espiritual y amena, fácil de entender y que impulsa a vivir.
Presentamos las 26 catequesis del papa Francisco sobre la fe, pronunciadas en sus audiencias de los miércoles entre abril y diciembre de 2013.
Con ellas cerramos el ciclo de las catequesis para el Año de la fe que inició Benedicto XVI y que habían quedado interrumpidas a raíz de su renuncia, publicadas por Ciudad Nueva bajo el título Deseo de Dios
Siguiendo la estela de su antecesor, en estas catequesis Francisco ha recorrido el Credo, se ha detenido en el misterio de la Iglesia a la luz del Vaticano II y se ha fijado en María como imagen y modelo de la Iglesia.
El Papa establece en cada audiencia un diálogo directo con las personas reunidas en la Plaza de San Pedro, en particular con los jóvenes, a los que interpela y cuya respuesta espera.
A partir de ahí, describe y profundiza en una fe que se apoya en el amor y la confianza, que requiere paciencia y misericordia con uno mismo y con los demás y que construye una Iglesia «de puertas abiertas».
«La fe es un acto personal –dice el Papa–. Pero la fe la recibo de otros, en una familia, en una comunidad… La fe es un regalo de Dios que se nos da en la Iglesia y a través de la Iglesia. […] Amo una Iglesia no cerrada en su recinto, sino capaz de salir, de moverse, incluso con algún riesgo, para llevar a Cristo… a los extremos confines de la tierra».
En este libro recogemos las catequesis de Francisco sobre la esperanza cristiana, dadas entre el 7 de diciembre de 2016 y el 25 de octubre de 2017.
Con su estilo cercano, Francisco anima al pueblo de Dios a dar razón de la esperanza «no solo con palabras, sino sobre todo con el testimonio de la vida. Si Cristo está vivo y vive en nuestro corazón, debemos dejar que se haga visible y que actúe en nosotros. Esto significa que el Señor Jesús debe convertirse cada vez más en nuestro modelo de vida». «El Espíritu Santo –dice Bergoglio–nos hace capaces no solo de tener esperanza, sino también de ser sembradores de esperanza, de ser paráclitos, es decir, consoladores y defensores de los hermanos, sembradores de esperanza».