El volumen reúne dos de las obras más representativas de Guardini. En la primera, cifra la esencia del cristianismo en la persona y la obra de Cristo, suministrando así una clave decisiva para comprender el sentido que adquirió el pensamiento de Guardini. Por su parte, "Una ética para nuestro tiempo" quiere hacer justicia a la elección viva, a la grandeza y la belleza del bien. Este libro lograría su intención si el lector percibiera que el conocimiento del bien es motivo de alegría.
Escritos publicados durante el período de debates conciliares, los artículos recogidos en este volumen contribuyen a formarse una idea más exacta del sentido que tuvo el Vaticano II. Parte de las ideas propugnadas por Rahner fueron luego sancionadas magisterialmente.
Otras, por el contrario, no alcanzaron esta ratificación. Todas, sin embargo, contribuyen a un mejor conocimiento del estado de la Teología en ocasión del Concilio.
El círculo de discípulos del teólogo y cardenal Joseph Ratzinger ha reunido en este volumen, publicado con ocasión de su 75 aniversario, quince escritos suyos de los últimos años que convergen con coherencia en torno a la realidad de la Communio que es la iglesia.
Eclesiología, ecumenismo y práctica pastoral se entretejen en estas páginas, que ilustran bien el título de la recopilación: los discípulos de Jesús son convocados y unidos en el mismo camino de la fe común para la vida del mundo.
Nos hallamos ante una nueva recopilación de artículos del card. Ratzinger. Siguiendo la tónica de sus últimas publicaciones, el cardenal persigue aclarar y precisar aspectos de la fe especialmente sometidos a discusión en los últimos años. Tal intención determina los argumentos elegidos y el estilo con que se abordan. Respecto a los primeros, destaca, por ejemplo, la exposición que hace de la relación entre la cultura y la Fe. Explica Ratzinger cómo éste no se sitúa en el mismo plano que las culturas, como un elemento más. Al contrario, es capaz de vivificar y corregir todas y capaz, igualmente, de asimilar cuantos aspectos positivos entrañan. En el mismo orden, comenta otras cuestiones, como la historicidad de los textos bíblicos, la dimensión cultural de la Fe, etc. Y, fiel al propósito que le guía, el cardenal se expresa con luminosa concisión, con perfecta claridad. No construye un ensayo creador, sino una síntesis asequible, enderezada a la formación de sus lectores. Esta característica convierte el libro en un escrito apto para un público amplísimo y en un instrumento de la mayor eficacia para ayudar ala fundamentación teórica de los contenidos de la Fe.
Seguramente K. Rahner y H. V. Balthasar son los dos teólogos más renombrados del postconcilio. Pero el método teológico es muy diferente en ellos. En el caso de Rahner, se trata de un teólogo que se preocupa ante todo de conectar con la sensibilidad del hombre moderno y con su apertura trascendental del ser. En el caso de Von Balthasar, la teología es, ante todo, contemplación de la belleza de Dios, partiendo de la Escrutura y de los Padres. Su teología es contemplación y estética. Estudiar a estos teólogos es entrar a fondo en los núcleos fundamentales de la fe cristiana. Sayés no se limita a dialogar con ellos, sino a exponer su propio punto de vista. Se trata por tanto de una confrontación constructiva que permite al lector penetrar en la esencia del cristianismo.
Hasta la asunción de la filosofía griega por los padres apologistas, la primera teología cristiana adoptó una estructura semítica, cuyos restos perduraron incluso tras su extinción. Se trató de una teología visionaria, dominada por la apocalíptica. Tal es la tesis mantenida por Daniélou en este libro y, fiel a la misma, elabora en él una investigación de interés histórico pero, además, de resonancias teológicas. La traducción ha sido hecha a partir de la versión francesa de 1974, corregida por el autor.
Los trabajos de este volumen fueron publicados en 1961 y 1962 y, al recopilarlos para su edición en este libro, Rahner se refirió a ellos como "reflexiones dogmáticas". Sin embargo, el propio Rahner advierte que ese término debe tomarse siempre "muy ampliamente: la teología ha de servir a la proclamación del Evangelio y la mayoría de las veces progresa sólo si procede la urgencia y la tarea de dicha proclamación, cuando no estima, por tanto, el impacto pastoral como disminución de su rigor".
Continúa la publicación de los escritos de teología de Karl Rahner. Dos docenas de artículos estructurados temáticamente en torno a seis grandes títulos: Fundamentos, los Sacramentos, los estados de la vida cristiana, la vida en el mundo, etc. La edición ha sido cuidadosamente revisada para presentar un texto cuya calidad corresponda fielmente a la del pensamiento que traslada.
En este segundo volumen de los Escritos, el autor desarrolla el valor eclesial de la antropología teológica: cómo el ser del hombre llamado en Cristo sólo encuentra su perspectiva en relación a la Iglesia. Es una auténtica revisión del concepto de Iglesia desde el punto de vista de la economía de salvación con una especial referencia al aspecto sacramental y escatológico.
Bajo el título de "Escritos Recientes", reunió el autor los artículos sobre Teología dogmática publicados entre 1956 y 1960, es decir, entre la fecha de aparición del volumen anterior de sus Escritos y aquélla en que vio la luz este volumen. Su unidad, por tanto, no es temática sino cronológica. Aparecen en él artículos que tratan desde la Teología Fundamental hasta la vida cristiana, pasando por el tratado de Dios, la Cristología y los tratados sobre la Gracia y los Sacramentos.