La escenoterapia emplea la dramatización con fines terapéuticos y educativos. Este efecto terapéutico consiste en que, al dramatizarlos, uno entra en contacto con los propios conflictos latentes de forma atenuada. Tal como el espectador se entrega sin miedo a los procesos psicológicos que ocurren en el escenario o en la pantalla, o como el niño que interactúa con la realidad a través del juego, la dramatización cumple también una función de expresión, autoconocimiento y apaciguamiento de los conflictos y miedos latentes.
El teatro puede tener una función terapéutica, incluso preventiva, al escenificar algo parecido a un sueño o un juego, a través del cual se estimulan procesos de proyección y reintroyección de aspectos disociados de la personalidad, facilitando así la integración personal y la maduración emocional. El hecho de permitir expresar el sufrimiento y convertirlo, por así decirlo, en una «obra de arte» personal, puede contribuir a disminuir las ansiedades y recuperar las capacidades creativas, dando una coherencia unificadora a la diversidad de personajes que constituyen nuestro self. La escenoterapia puede aplicarse, por tanto, a cualquier ámbito de la relación asistencial que busque integrar la complejidad de la persona.
La presente obra expone de forma profunda y asequible las bases teóricas y prácticas de la escenoterapia, especialmente aplicada con niños, adolescentes y jóvenes. De la mano de diversos profesionales especializados, engloba los distintos ámbitos de aplicación de esta disciplina, ilustrándolos con numerosos ejemplos y procedimientos terapéuticos.
En Familia y psicosis, Jorge Tizón aborda las dificultades, conflictos y sufrimientos que deben afrontar los familiares y allegados de los sujetos que padecen algún tipo de psicosis. Su punto de partida es la perspectiva actualizada e integral que presentó en su anterior libro Entender las psicosis.
En este volumen se intentan aprovechar las experiencias y vivencias de los familiares y de los propios sujetos, además de los conocimientos científicos actuales, para que la familia pueda participar activamente no solo en el cuidado y la “custodia” de su familiar, sino en su recuperación y readaptación a la vida social.
En ese sentido, se proponen estrategias y actuaciones concretas para la vida cotidiana, para las situaciones agudas y “subagudas”, para la organización del hogar, para la modulación de las relaciones familiares y afectivas, y para enfocar el futuro en las familias en las que hay un paciente diagnosticado de psicosis o esquizofrenia.
La presente obra es el resultado de un largo recorrido docente y clínico, sobre todo en los ámbitos de la psicoterapia psicoanalítica y de las técnicas proyectivas. Tomando como referencia el texto clásico Indicadores psicopatológicos en técnicas proyectivas, de Elsa Grassano de Píccolo, y la teoría psicoanalítica de Melanie Klein, el autor ha elaborado un trabajo que será de gran utilidad tanto para los profesionales que utilizan las técnicas proyectivas como para todos los estudiantes interesados en las mismas.
En primer lugar, Barbosa realiza un encuadre teórico-nosográfico de las grandes organizaciones psicopatológicas. Posteriormente, ofrece los indicadores que permiten establecer un diagnóstico diferencial y, finalmente, realiza sus aportaciones personales en torno a algunos rasgos específicos de las pruebas proyectivas gráficas, en especial el Test del árbol y el Test de la casa.
Esta obra presenta y discute un buen número de prácticas terapéuticas que pueden contribuir a acortar la psicoterapia e incluso, en general, a hacer más breve cualquier intervención psicosocial. Pretende ser, en cierto sentido, una especie de Rayuela, la genial novela de Cortázar, porque puede leerse sin seguir un orden establecido, en función del interés del lector. Cada capítulo es autónomo y ofrece técnicas que pueden utilizarse de manera independiente. Esta estructura responde a la convicción de que la totalidad de los procedimientos descritos, pese a pertenecer a la tradición de la terapia sistémica breve, son perfectamente extrapolables al trabajo de terapeutas de otras orientaciones y modelos. Sin embargo, puede leerse también de forma tradicional, como un verdadero manual de terapia sistémica breve, y más concretamente de terapia breve integrativa, con un componente fundamental centrado en las soluciones.
El autor ha buscado la sencillez en la exposición y la claridad en el planteamiento de los conceptos. Detalla en cada capítulo en qué consisten las técnicas presentadas, para qué pueden servir y qué conviene tener en cuenta a la hora de utilizarlas, y se sirve de un sinfín de ejemplos de casos para ilustrar lo expuesto, al mismo tiempo que lo acompaña de las investigaciones al respecto.
Frente al reduccionismo científico, los autores defienden la importancia del vínculo con los otros —aquello que nos convirtió en seres humanos— para entender el sufrimiento mental excesivo.
En salud mental predomina en la actualidad un enfoque muy simple: todo malestar es una enfermedad orgánica y genética, todo radica en el funcionamiento de la máquina cerebral y a toda enfermedad le corresponde un diagnóstico objetivo y un tratamiento medicamentoso. Se estudian y se tratan los trastornos mentales sin tener en cuenta ni la mente ni la sociedad.
Este ensayo insiste en la importancia de los vínculos para entender mejor por qué algunas personas sufren en demasía y hacen sufrir también excesivamente a sus hijos, por lo que comprometen su salud mental. No podemos evitar el sufrimiento humano, pero sí intentar que la vida sea lo mejor posible y que nuestros pequeños crezcan en las condiciones necesarias para poder disfrutarla.
Un amplio e imaginativo repertorio de estratagemas terapéuticas que son el fruto de décadas de investigación e intervención. Una síntesis de rigor y creatividad.
«El verdadero misterio es lo que se ve y no lo invisible». Esta brillante afirmación de Oscar Wilde es perfectamente adecuada para describir el asombro de una persona corriente ante trastornos psíquicos y conductuales tan sorprendentes, extravagantes y contra natura como son hartarse, vomitar y autolesionarse con el objeto de aliviar el sufrimiento o buscar un estremecimiento de placer.
Según Nardone y Selekman, es posible demostrar que bulimia y autolesión, cada vez más extendidas entre jóvenes y adolescentes, no son categorías diagnósticas distintas sino dos caras de la misma moneda, y como tales han de ser tratadas. Los autores plantean la posibilidad de una intervención rápida y estratégica, de un modelo terapéutico construido a medida del paciente que permite dar un vuelco a la lógica perversa del trastorno. Según este enfoque tecnológico, son las soluciones más eficaces, elaboradas sobre el terreno, las que definen y describen la patología; en otras palabras, el conocimiento deriva del cambio concreto en la vida del paciente, y no de un cuadro teórico o estadístico que se supone infalible e inmutable.
Junto con la exposición de varios casos clínicos, la presente obra ofrece un amplio e imaginativo repertorio de estratagemas terapéuticas que son el fruto de décadas de investigación e intervención. Hartarse, vomitar, torturarse es una síntesis de rigor y creatividad que nunca es definitiva.
Giorgio Nardone nos introduce en una realidad aparentemente mágica, donde «el secreto es que no hay secreto», solo sutiles habilidades.
Este libro pretende explicar el arte de resolver problemas complicados mediante soluciones aparentemente simples. Este arte no contempla recurrir a verdades tranquilizadoras, esto es, conocimientos definitivos acerca de la realidad que nos rodea, sino que considera más bien el uso de estratagemas que violan el sentido común y la lógica racional.
En 1930, a orillas del Danubio ocurrió un hecho del que los diarios de la época dieron destacada información. Un joven con intenciones suicidas se arrojó desde un puente; a los gritos de los testigos acudió un gendarme, quien, en vez de lanzarse al agua, apuntó con su fusil al joven y gritó: «¡Sal de ahí o disparo!» El hombre obedeció y salió del agua. El gendarme acababa de realizar espontáneamente un acto paradójico que funcionó a la perfección como estratagema de «apagar el fuego añadiendo leña».
La historia de la humanidad está llena de estas estratagemas capaces de invertir rápidamente el desenlace de una situación: basta pensar en Ulises y su caballo de Troya, que representa la esencia heroica de la inteligencia estratégica.
A lo largo de sus 25 años de experiencia como terapeutas familiares, Mark Beyebach y Marga Herrero de Vega han comprobado una y otra vez hasta qué punto los padres se esfuerzan por educar bien a los hijos, por criar personas cariñosas y honestas, ciudadanos responsables y solidarios. Pero también han observado que a menudo esas mismas buenas intenciones terminan llevando a patrones de interacción contraproducentes, que en realidad contribuyen a que esos hijos e hijas se conviertan primero en niños caprichosos, después en adolescentes déspotas y finalmente en verdaderos tiranos.
El objetivo de este libro es precisamente señalar y describir esos patrones perjudiciales, no con la idea de culpabilizar a los padres, sino con la intención de ayudarles a que los identifiquen y puedan romper con ellos. Los autores han querido que el resultado fuera provocador y ameno, y por eso han decidido escribirlo de forma paradójica, recurriendo a un tono desenfadado e irónico y presentándolo como un conjunto de recomendaciones concretas y operativas para educar hijos tiranos.
Un libro indispensable para todos los que están en contacto con el mundo juvenil: padres, profesores, educadores y psicoterapeutas.
El oficio de los jóvenes consiste en rechazar el mundo y la cultura de los adultos. La moderna terapia familiar nos enseña que no hay que interpretar la violencia como algo absurdo y malo en sí mismo: la rabia y la agresividad son vehículos con que los adolescentes tratan de comunicarse con nosotros, de decirnos alguna cosa. ¿Qué malestar se esconde tras estos comportamientos y cuándo se convierte en patología? ¿Existe alguna forma de afrontar con éxito las explosiones de violencia de un adolescente contra los otros o contra sí mismo, tanto en la familia como en la escuela? ¿Qué peso tiene el malestar multicultural en los hijos de familias inmigrantes?
Este libro explica cómo la terapia breve estratégica puede resultar eficaz en el tratamiento de esos problemas. Los autores no se limitan a un árido tratamiento teórico del tema, sino que ofrecen al lector un observatorio privilegiado, una forma de penetrar en la práctica clínica concreta a través de la discusión de casos y la transcripción de sesiones terapéuticas.
Viktor Frankl fue víctima, como tantos otros, de la barbarie nazi, de un trato cruel y del intento de ser reducido a un número. Como muchos, resistió, y Terezín, Auschwitz, Türkheim, Kauferin y Dachau fueron las estaciones de un viaje intenso hacia sí mismo, hacia el descubrimiento de su propia resistencia espiritual.
Frankl escribió esta obra de teatro poco tiempo después de haber dejado atrás su experiencia como prisionero en los campos de exterminio. Su título encierra un debate metafísico sobre el sentido del sufrimiento, que toma como punto de partida una escena en una barraca del campo de concentración Birkenwald, nombre de ficción resultado de la combinación de los nombres Buchenwald y Birkenau. En alemán, Birkenwald significa bosque de abedules, árboles cuya capacidad de generar vida en lo devastado les permite arraigarse y colonizar con nueva vida el terreno. La obra pone en escena, de modo creativo y original, diálogos humanos que manifiestan vivencias universales con las que no podemos dejar de sentirnos identificados.
"En mi opinión, esta obra constituye una contribución fundamental, en cuanto expone un modelo relativo a la formación y a la persistencia de los problemas humanos basados en el miedo, que representa una base para los estudios futuros que se emprendan en esa dirección. En esta obra aparecen descritas estrategias relativas al cambio y a la solución de tales problemas, que han demostrado ser especialmente eficaces. Por otra parte, quien haya tenido ocasión de conocer los trabajos anteriores de Giorgio Nardone no se sorprenderá al descubrir que también en éste presenta destacadas contribuciones, tanto desde el punto de vista teórico como práctico.
…
Este libro es, por tanto, muy útil para el especialista interesado. Sin embargo, puesto que el libro está escrito en un estilo claro y accesible, creo que también se puede recomendar al lector no especialista, al que tal vez le resulte fascinante y agradable descubrir que problemas tan complicados, largos y dolorosos, como son las formas graves de miedo, no requieren necesariamente soluciones complicadas, largas y dolorosas."
La presente obra ha alcanzado una enorme popularidad en Alemania desde su primera publicación en 1981. Su impacto ha sido tal que ha trascendido el espacio académico de la universidad y de la enseñanza secundaria, donde es un texto de referencia, para entrar a formar parte de la cultura general, convirtiéndose en libro de cabecera de directivos, agentes comerciales, trabajadores sociales y profesores, entre otros.
A través del modelo del cuadrado de la comunicación, Friedemann Schulz von Thun nos muestra cómo toda expresión humana despliega su energía en cuatro niveles: el contenido objetivo, la automanifestación, la relación y la incitación. El mero conocimiento de los mismos no hará que mejoremos nuestra comunicación, pero si desarrollamos una sensibilidad hacia este «acorde de cuatro notas», mejoraremos nuestro «sentido musical» en cuanto a la comunicación interpersonal se refiere. Y esto nos dará la oportunidad de convertirnos en buenos compositores de una música con el timbre de nuestra propia personalidad.