Esta obra es el fruto último de la Comisión de Estudio del Caso Galileo, instituida por Juan Pablo II, y es considerado por los especialistas como la mejor obra escrita sobre este tema. Su mérito principal consiste en reunir en una síntesis abarcable, no obstante su extensión, los elementos imprescindibles para comprender a Galileo y el proceso histórico del “Caso Galileo” en toda su complejidad. Ello requiere conocimientos más que notables en áreas tan dispares como: astronomía, historia del pensamiento y de la ciencia en los siglos XVI y XVII, teología, historia de la exégesis, filosofía y epistemología. En Annibale Fantoli se da esta rara coincidencia de saberes. El problema no es la falta de datos, sino su valoración, y es precisamente en los juicios y opiniones de los diversos autores donde se pueden hallar elementos de novedad. Este es, precisamente, el mérito principal de Fantoli, que, desenvolviéndose con destreza en la maraña de documentos, atina con una visión equilibrada y rigurosa de toda la aventura galileana, sin hacer descuentos a nadie.
El lector no se halla ante una biografía más de Galileo, sino ante la génesis y el desarrollo del aspecto más importante de su aventura intelectual. Tal aspecto ha sido felizmente resumido en el subtítulo de la obra: "por el Copernicanismo y por la Iglesia", el cual destaca el interés de Galileo por defender las ideas de Copérnico, unido a su deseo sincero de que estas ideas fueran aceptadas por la Iglesia, como armonizables con la Escritura. La obra consta de Introducción y siete capítulos, cronológicamente ordenados.
He aquí un recorrido de veinte siglos de historia de la Iglesia. ¿Cuáles son los rasgos principales de su proceso histórico y de su método?
En primer lugar, no separar la historia de la Iglesia de la historia general de la humanidad. Los cristianos viven en el mundo y muchos acontecimientos políticos, sociales y económicos han determinado la vida de la Iglesia.
Después, utilizar todas las huellas del pasado: edificios, obras de arte, excavaciones arqueológicas.
Por último, presentar directamente a los lectores las fuentes escritas.
Este volumen concede un lugar tan importante a los textos del pasado como a la presentación de los acontecimientos. Y ofrece las claves para situar los textos, entenderlos y valorarlos.
Jean Comby, profesor en las Facultades católicas de Lyon, plantea la pregunta: “¿En qué consiste ser cristiano?” Y muestra con vigor que estudiar la condición del cristiano de los primeros siglos o de la Edad Media puede proporcionar una respuesta parcial, aunque capital, a los interrogantes más actuales.