Eurípides (h. 480 - 406 a. C.) vivió en la época del mayor esplendor político y económico de Atenas, asistió a la construcción del Partenón y los más hermosos monumentos de la Acrópolis, y compartió con sincero patriotismo el orgullo de los ideales democráticos. Son muchos los datos que desconocemos de su vida. De su obra se han conservado dieciocho tragedias, casi todas ellas escritas en la etapa de plena madurez del autor. En Electra, Eurípides aborda un tema ya tratado por los otros dos gigantes del teatro griego, Esquilo y Sófocles: la venganza de los hijos de Agamenón por la muerte de éste a manos de su adúltera esposa, Clitemnestra, y de su amante Egisto. Preocupado por la verosimilitud y por plasmar toda la complejidad psicológica de sus protagonistas, Eurípides minimiza en Electra el impacto de las intervenciones divinas para centrarse en los aspectos más humanos del mito, planteando así una tragedia que sorprende por su cercanía y su intento por comprender las dudas y las motivaciones más íntimas de sus personajes. «Eurípides fue el dramaturgo decisivo para el teatro posterior, tanto en el griego como en el romano. Séneca se inspiró en él constantemente, y luego su huella ha resurgido en cualquier intento de teatro neoclásico, en Racine, por ejemplo. Muchos han visto en él no sólo al trágico más moderno, humano y realista, sino al más trágico de los trágicos»
Las célebres Cartas del Lago de Como, de Romano Guardini (1885-1968), se publicaron en la revista alemana Schildgenossen de 1923 a 1925, y fueron por primera vez recopiladas en libro en el año de 1926. El gran pensador alemán de origen italiano expone en esta obra, redactada en Varenna, a orillas del Lago de Como, algunos de los problemas que más le preocupaban, como la crisis de la cultura, la relación entre el hombre y la naturaleza, el impacto de la técnica en la existencia humana y su expresión en el arte. El tono oscila entre la melancolía ante el riesgo de desaparecimiento de formas que apreciaba y la esperanza de una superación de los nuevos retos. Guardini desarrollaría sus ideas en escritos posteriores, pero estas Cartas del Lago de Como iban a ejercer un influjo impar en varias generaciones de universitarios, artistas y hombres de cultura, entre los que destacarían personalidades como el arquitecto Mies van der Rohe. Su valor histórico no resta trascendencia a las cuestiones señaladas ni encanto a la forma como son formuladas.
Cuando Jonathan Harker recibe el encargo de viajar a Transilvania no sabe que allí se enfrentará a uno de los personajes más siniestros de la historia, el Conde Drácula. Para combatir su poderoso influjo, un grupo de valientes hombres y mujeres deberán hacer uso de toda su fuerza e inteligencia para proteger sus vidas. Con ellos viajaremos a través de este relato de terror adaptado ahora para jóvenes lectores. Este texto está ilustrado y resulta muy apropiado para jóvenes de edades comprendidas entre once y catorce años Cada capítulo incluye: • juegos para agudizar la atención del joven lector y comprobar su comprensión del relato y del vocabulario; • páginas de documentación para el enriquecimiento de tu cultura general y su conocimiento de la época La