Uno de los documentos del Magisterio de la Iglesia reciente que mayor interés ha suscitado en la opinión pública.
Comentarios del Cardenal Ratzinger, M. Schooyans, A. Rodríguez Luño, B. Kiely, D. Tettamanzi, A. Chapelle, E. Sgreccia y G. Memeteau. Presentación de Mons. A. Bovone. Prólogo del Cardenal Jubany.
Junto con el Cardenal teólogo de más peso de la Iglesia, intervienen en el libro conocidos especialistas de diversos países del mundo en el comentario de la Instrucción "El don de la vida, sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación"; uno de los documentos del Magisterio de la Iglesia reciente que mayor interés ha suscitado en la opinión pública y que más necesitado está de ser examinado, sin complejos, en un clima de búsqueda sincera de las consecuencias que la dignidad del hombre impone a la tecnología genética.
Se trata del libro más autorizado e importante, publicado en castellano, que afronta con coherencia las limitaciones que la antropología impone a determinadas prácticas y experimentos; expone a fondo la ilicitud moral de la fecundación "in vitro", y resalta los valores de la vida humana del que va a nacer, amenazada desde distintos frentes.
«Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vi-da. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orienta-ción decisiva [...] La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, ha asumido lo que era el núcleo de la fe de Israel, dándole al mismo tiempo una nueva profundidad y amplitud. En efecto, el israelita creyente reza cada día con las palabras del Libro del Deuteronomio que, como bien sabe, compen-dian el núcleo de su existencia: «Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas» (6,4-5). Jesús, haciendo de ambos un único precepto, ha unido este mandamiento del amor a Dios con el del amor al prójimo [...] Y, puesto que es Dios quien nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4,10), ahora el amor ya no es sólo un «mandamiento», sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro» (Deus caritas est, 1).
Segunda edición revisada.
Selección de fácil lectura de los textos conciliares. Un índice temático permite la localización de cuanto se ha publicado en castellano
El Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre matrimonio y familia ha querido reflexionar junto con Benedicto XVI sobre el amor. Desde su origen, dicho Instituto había recibido como tarea fundamental la de profundizar en el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia. En estos 25 años, han sido muchas las generaciones de estudiantes y profesores que, heredereos de Juan Pablo II, han podido descubrir y comunicar la belleza de la vocación al amor, para el que todo hombre ha sido creado.
Profesores del Instituto han querido expresar cuales son, en su opinión, las líneas principales del documento enmarcado las cuestiones afrontadas por el santo Padre en el horizonte teológico y filosófico. De este modo se ponen de relieve tanto el significado como la fecundidad de las líneas sugeridas por el Papa. El libro se presenta como un camino hacia una comprensión más incisiva de la profundidad y reiqueza del amor con el que Dios nos ha colmado y quiere que comuniquemos.
«Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vi-da. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orienta-ción decisiva [...] La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, ha asumido lo que era el núcleo de la fe de Israel, dándole al mismo tiempo una nueva profundidad y amplitud. En efecto, el israelita creyente reza cada día con las palabras del Libro del Deuteronomio que, como bien sabe, compen-dian el núcleo de su existencia: «Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas» (6,4-5). Jesús, haciendo de ambos un único precepto, ha unido este mandamiento del amor a Dios con el del amor al prójimo [...] Y, puesto que es Dios quien nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4,10), ahora el amor ya no es sólo un «mandamiento», sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro» (Deus caritas est, 1).
Este libro agrupa los documentos del Magisterio sobre esta materia y los comentarios de catorce expertos de diversos países.
Introducción y comentarios del Card. Joseph Ratzinger, T. Bertone, H. U. Von Balthasar, J. Bernardin, I. Biffi, J. Burggraf, J. Corbon, J. Little, G. Martelet, A. G. Martimort, R. Spiazzi, A. L. Descamps, M. Thurian, A. Vanhoye y A. Scola. Prólogo de Mons. Agustín García Gasco.
Los últimos Papas han confirmado lo que se ha vivido siempre: que la Iglesia no tiene facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres. Juan Pablo II, para evitar dolorosas incertidumbres, ha explicado que esta doctrina es definitiva y la Congregación para la Doctrina de la Fe ha aclarado que pertenece al depósito de la fe. Este libro recoge toda la documentación que sobre el tema se ha publicado en los últimos veinte años. Sobresalen tres textos capitales del Magisterio: la Declaración "Inter insigniores" (1976), la Carta Apostólica "Ordinatio sacerdotalis" (1994) y la "Respuesta" de la Congregación para la Doctrina de la Fe a la duda acerca del valor de esta doctrina (1995 ).
Además, se acompañan de las notas de presentación pertinentes, así como de catorce comentarios firmados por destacados teólogos, algunos de ellos también obispos, que analizan diversos aspectos teológicos, antropológicos, culturales, ecuménicos..., implicados en esta cuestión.
Ningún Papa había hablado tanto sobre la Iglesia, a lo largo de ciento treinta y siete audiencias generales. Con un lenguaje accesible, Juan Pablo II contempla esta institución incomparable, fundada por Jesucristo sobre Pedro hace ahora veinte siglos, y que presta a la humanidad un servicio completamente singular. Es este el cuarto volumen que recoge las catequesis papales sobre el Credo, que se han publicado anteriormente bajo los títulos de "Creo en Dios Padre", "Creo en Jesucristo" y "Creo en el Espíritu Santo".
Juan Pablo II ha culminado su Catequesis sobre el Credo, centrada en la vida eterna y en las realidades últimas de la existencia humana.
Con este título se completa la serie de Catequesis de Juan Pablo II sobre el Credo. El Papa explica: "Cuando haya pasado la figura de este mundo, los que hayan acogido a Dios en su vida y se hayan abierto sinceramente a su amor, por lo menos en el momento de la muerte, podrán gozar de la plenitud de comunión con Dios, que constituye la meta de la existencia humana".