Nunca como en nuestros tiempos ha sido necesario explicitar la profunda belleza de nuestros cuerpos en su masculinidad y feminidad, la belleza de la sexualidad inscrita en nuestro ser, la belleza de la propia unión sexual como signo e instrumento para realizar el don total de sí por amor (matrimonio), la belleza del cumplimiento del sentido esponsal del cuerpo en el celibato y la virginidad, la belleza del destino final de nuestros cuerpos, cuerpos de gloria (...). Es lo que Juan Pablo II ha hecho con su Teología del Cuerpo: sacar a la luz toda esa belleza, para que, alcanzados por la fuerza de su verdad, conmovidos, caigamos de rodillas ante lo verdaderamente bueno, y queramos vivir esa vida que se nos ofrece. Descubriremos entonces la verdad inscrita en nuestros cuerpos por un Dios que es Amor.
Belleza, moral, verdad: este es el camino a recorrer, y no el inverso.
"Un resumen breve, asequible y exacto de la Teología del Cuerpo de Juan Pablo II"
José Brage Tuñón es sacerdote desde el 2008, doctor en Filosofía, oficial del Cuerpo General de la Armada, especialista en Armas Submarinas y Buceador de Combate. Actualmente es capellán del Colegio Mayor Universitario Alcor (Madrid), de Alegra British School, y colabora con diversas actividades de pastoral familiar. Es autor de los libros El equilibrio interior. Placer y deseo a la luz de la templanza (2016) y Sin miedo. Porque Él está ahí (Palabra, 2017).
Plantear las cuestiones que afectan al sentido de la vida, desde los fundamentos antropológicos comunes a todos los hombres, cualesquiera que sean sus creencias o convicciones, es una perspectiva cada vez más necesaria.
Este libro trata de lo básico para entender a la persona humana, varón y mujer, y para comprender el amor. Dos realidades profundamente entrelazadas, pues solo amar da sentido pleno a la vida humana. Viviendo el amante la vida del amado, como si de la propia se tratase, y correspondiendo el amado a su amante con igual predilección, ambos abren entre sí el ser una sola vida, una historia común, en la que el yo y el tú, sin evaporarse ni anularse, se trascienden en un nosotros.
Amar es la experiencia culminante del ser personal. Es nuestro más fiel y profundo retrato, pues estamos hechos para amar. No hemos inventado el amor, pero hemos sido invitados a su fiesta. Nos revela a cada uno en lo que es, en lo que podría y debería ser, y también en lo que de hecho vive con sus grandezas, limitaciones y miserias. De la misma forma aprendemos a vivir viviendo, aprendemos a amar amando. Y ayudarnos unos a otros en tan fascinante tarea es servicio y responsabilidad que nos debemos, si queremos que unos con otros darnos una vida lograda.
Charles J. Chaput critica audazmente la sociedad occidental contemporánea, fijando su mirada provocativa sobre una cultura neopagana, que sufre desde hace tiempo la erosión gradual de la fe y la libertad religiosa y ofrece una guía profética y animante para que los cristianos sepan cómo enfrentarse con éxito a sus desafíos sin conformarse con sobrevivir, de modo que hagan suyas la alegría, la belleza y la grandeza de vivir en el mundo.
Muchos consideran que la relación personal con Jesucristo está reservada a gente con especial sensibilidad hacia las cosas de Dios. Pero la verdad es que, sin el encuentro personal con Jesús, no hay vida cristiana, sino solo catolicismo cultural.
No existen dos maneras de ser cristiano: la ordinaria -Misa dominical y poco más- y la extraordinaria -los que siguen de cerca a Jesús, y tienen una relación viva con Él-. La relación personal con Jesucristo vivo, en la Eucaristía y en la meditación de la Palabra de Dios, debería verse como algo normal para un cristiano.
Tenemos muchas oportunidades en la vida para conseguirlo aunque, eso sí, sabiendo que Dios suele hablar bajito.
«La vida espiritual cristiana es una relaciòn de amor entre Dios y
cada hija e hijo suyo, destinada a ser, progresivamente, màs intima.
màs profunda y abarcante. Los santos son aquellos que màs se han
acercado a esa hondura de amor en esta tierra, y que disfrutan ya de
su plenitud en el cielo, en una vida infinitamente feliz, sin limites ni
condiciones. En este libro el autor busca desentranar algunos de los
"secretos" que transformaron a esas santas y santos, en los hombres y mujeres màs enamorados, y por eso mismo, màs dichosos de este mundo; para ayudarnos también a nosotros a serlo, y alcanzar con ellos la felicidad eterna: la santidad».
Bergsma ofrece en este volumen un curso de introducción a la Biblia y a la teología, de enorme popularidad entre sus estudiantes americanos, y con más de 60000 ejemplares vendidos. Manifiesta en sus páginas una sorprendente habilidad para hacer comprensibles e inspiradoras las ideas fundamentales de la fe católica.
El lector va recorriendo el Antiguo Testamento y contemplando los relatos de Adán y Eva, Noé, Abraham y Moisés, y los grandes reyes y profetas de Israel, para culminar finalmente en la persona y obra de Jesús: un gran libro de cabecera para quien enseña y para quien aprende.
Es el libro estrella de su autor. Nos ofrece en él las Homilías predicadas cada Viernes Santo en la Basílica de San Pedro del Vaticano desde 1980. Reflexiones que forman en su conjunto el mejor comentario que podamos encontrar al mayor drama de la Humanidad: la Pasión del Señor.
«¿Es posible recuperar el entusiasmo de la propia vocación en las condiciones presentes, e impulsar la misión de los sacerdotes de una manera que sea humanamente viable, espiritualmente significante y pastoralmente eficaz? ¿Cómo llevar a cabo la conversión misionera que el papa Francisco encarna en su persona, por medio de la creatividad y audacia que manifiesta en medio de las dificultades y resistencias, no menores que las que se viven en el ámbito de las diócesis y parroquias?».
En Sacerdotes, amigos del Esposo, el Prefecto de la Congregación para los Obispos reflexiona sobre las claves para una renovación sacerdotal en unos tiempos en los que «los escándalos, las humillaciones y el desgaste han sumido al clero en un estado de vulnerabilidad, si no de desconcierto, que se reconoce en signos de cansancio, de tensiones, e incluso de desaliento y hasta en gestos desconsiderados».
En los textos que recoge el libro se abordan el sacerdocio y el celibato desde un punto de vista novedoso, pero anclado en la Tradición, resituando la doctrina del sacerdocio en un contexto eclesiológico global, «desde una perspectiva sacramental y misionera, a la luz de un horizonte trinitario y de una visión pneumatológica». Partiendo así desde una visión fundamentalmente relacional, que interpreta en clave nupcial la relación de Cristo con la Iglesia, y profundizando en las razones tradicionales de la disciplina de la Iglesia latina, el cardenal Ouellet muestra la pertinencia del celibato sacerdotal en los contextos difíciles de hoy frente a quienes no cesan de cuestionarlo y pedir su abolición.
"En la raíz de la quiebra de Occidente hay una crisis cultural e identitaria. Occidente ya no sabe quién es, porque ya no sabe ni quiere saber qué lo ha configurado, qué lo ha constituido tal y como ha sido y tal y como es. Hoy muchos países ignoran su historia. Esta autoasfixia conduce de forma natural a una decadencia que abre el camino a nuevas civilizaciones bárbaras".
Esta afirmación del cardenal Robert Sarah resume el propósito del tercer libro de entrevistas con Nicolas Diat, la profunda crisis espiritual, moral y política del mundo contemporáneo: crisis de la fe y de la Iglesia, declive de Occidente, traición de sus élites, relativismo moral, globalización sin límites, capitalismo desenfrenado, nuevas ideologías, agotamiento político, entre otros. Tras tomar conciencia de la gravedad de la crisis, el cardenal propone los medios para evitar el infierno de un mundo sin Dios, sin el hombre y sin esperanza.
El camino de la vida del hombre ha de experimentar la elevación del alma para difundirla a su alrededor y dejar en herencia una criatura más excelsa de lo que era al entrar en este mundo: con la certeza de hacer lo que está a nuestro alcance, que es lo que nos pide Dios que está siempre bien cercano a nosotros.
Robert Sarah nació en Guinea en 1945. Sacerdote desde 1969, en 1979 fue nombrado Arzobispo de Conakri, con 34 años de edad. En 2001 Juan Pablo II lo llamó a la Curia romana, donde desempeñó sucesivamente dos altos cargos. Benedicto XVI lo creó Cardenal en 2010, y en 2014 el Papa Francisco lo nombró Prefecto de la Congregación para el Culto divino y la disciplina de los Sacramentos.
Nicolas Diat es periodista y autor francés.
«Voz de Dios» se pensaba la conciencia, a causa de la autoridad prescriptiva absoluta de sus juicios. «He aquí la voz de Dios» se piensa hoy, más bien, en tono más humilde, conscientes de la necesidad de verificar la autenticidad de lo que resonó en lo íntimo con tanta fuerza categórica de obligación interior. ¿Quién habla en mí con la voz de mi conciencia? ¿Un intruso que vulnera mi libertad? ¿O un huésped, esperado desde siempre, por ser aliado y familiar, «más íntimo a mí que yo mí mismo»? Es necesario un discernimiento, ciertamente. Pero para ello se necesita más todavía una formación.
“Es necesario encontrar continuamente en lo que es ‘erótico’ el significado esponsal del cuerpo y la auténtica dignidad del don. Esta es la tarea del espíritu humano. Si no se asume esta tarea, el hombre, varón y mujer, no experimenta esa plenitud del ‘eros’ que significa el impulso del espíritu humano hacia lo que es verdadero, bueno y bello”.
JUAN PABLO II
“Llamados al amor atestigua la fascinación por la diferencia sexual, posibilidad singular de encuentro entre hombre y mujer. La sexualidad no es la diversidad que fractura, sino el fundamento de una relación fecunda en el amor, donde accedemos a la riqueza de la vida y su misterio”.
CARDENAL ANGELO SCOLA Patriarca de Venecia