Homer Macauley trabaja como mensajero para una compañía de telégrafos y se convierte en testigo de la vida cotidiana de los habitantes de Ithaca, una pequeña población del valle de San Joaquin, en California, que ve como muchos de sus soldados, en plena Segunda Guerra Mundial, no regresan del frente. Cada telegrama que entrega es el nuevo anuncio de una nueva víctima, una ventana que se cierra en el entorno familiar del desaparecido y, a la vez, un paso más en su conocimiento del mundo y del comportamiento humano. La comedia humana es la más célebre de las novelas de Saroyan y, en ella, la vitalidad y la candidez dibujan un inolvidable alegato contra lo absurdo de todas las guerras.
Historia del año y medio de la vida de un adolescente en diversos campos de concentración nazis (experiencia que el autor vivió en propia carne), “Sin destino” no es, sin embargo, ningún texto autobiográfico. Con la fría objetividad del entomólogo y desde una distancia irónica, Kertész nos muestra en su historia la hiriente realidad de los campos de exterminio en sus efectos más eficazmente perversos: aquellos que confunden justicia y humillación arbitraria, y la cotidianidad más inhumana con una forma aberrante de felicidad. Testigo desapasionado, “Sin destino” es, por encima de todo, gran literatura, y una de las mejores novelas del siglo XX, capaz de dejar una huella profunda e imperecedera en el lector.
Escrito en 1929, Mendel el de los libros narra la trágica historia de un excéntrico librero de viejo que pasa sus días sentado siempre a la misma mesa en uno de los muchos cafés de la ciudad de Viena. Con su memoria enciclopédica, el inmigrante judío ruso no sólo es tolerado, sino querido y admirado por el dueño del café Gluck y por la culta clientela que requiere sus servicios. Sin embargo, en 1915 Jakob Mendel es enviado a un campo de concentración, acusado injustamente de colaborar con los enemigos del Imperio austrohúngaro. Un breve y brillante relato sobre la exclusión en la Europa de la primera mitad del siglo xx.
El nacimiento es una historia sutil, llena de ternura y delicadeza narrativa. Sus protagonistas, una pareja distanciada que ha concebido un hijo casi por distracción, renacen y se redescubren con la llegada de su hijo y el dolor ante la idea de perderlo. Varlámov nos habla, en esta novela conmovedora—enmarcada en una visión poco amable de la Rusia contemporánea—, de la capacidad de transformación por el amor que «no conoce el miedo».
La invasión persa de Grecia en el siglo V a.C. no se inicia con los mejores augurios: en el desfiladero de las termópilas un puñadode espartanos tiene en jaque al emperador hasta que sus poderosas tropas consiguen acabar con ellos. Pero Xeones sobrevive, y es capturado e interrogado por el historiador imperial, a quien le cuenta su vida. En su relato se entremezclan las vívidas descripcionesde la vida en Esparta y el estremecimiento de las batallas con el trágico destino de Xeones, el misterio de sus amores, la grandezade su entrega.
El enternecedor y laureado relato autobiográfico de Esther Hautzig se ha convertido en un auténtico clásico leído por sucesivas generaciones en Estados Unidos y Europa. Publicado hace casi cuarenta años y traducido ahora por primera vez al castellano, narra la historia de Esther y su familia, quienes a principios de la Segunda Guerra Mundial fueron deportados a Siberia, donde hubieron de permanecer cinco años. Arrestados en su casa de Vilna, Polonia, Esther, sus padres y su abuela son encerrados en vagones de ganado y enviados a un penoso viaje cuyo destino desconocen. Tras seis largas semanas, el tren se detiene en Rubtsovsk, una remota localidad de la inmensa estepa siberiana. Siberia es el final del mundo, el sitio elegido por los soviéticos para castigar a los delincuentes comunes y a los disidentes políticos. Confinados en aquel agreste lugar, sólo la fuerza y el ingenio les permitirá no sucumbir y sobreponerse a las condiciones más adversas.
Elogiada por el contagioso optimismo con que la joven Esther recuerda su terrible peripecia, la obra fue nominada al Nacional Book Award en 1969 y recibió numerosos premios, entre ellos el Lewis Carroll Shelf Award, Jane Adams Children’s Book Award, o el Prix du Livre pour la Jeunesse de la Fondation de France, en 1987.
Hacia 1991, durante los primeros compases de la guerra civil que asoló la remota isla de Bougainville, la joven Matilda y su madre viven solas ante la ausencia del padre, que debió emigrar tras perder su trabajo en las minas de cobre. Entre quienes se quedaron en la isla está el señor Watts, un excéntrico hombre blanco que un buen día decide reabrir las puertas de la escuela y ejercer de maestro. Su método es combinar la lectura en voz alta de capítulos de Grandes esperanzas, su novela favorita de Charles Dickens, con la intervención de las gentes del pueblo que quieran compartir consejos prácticos acerca de cómo sobrevivir en su entorno. De esta forma, el improvisado maestro logra atrapar el interés de sus jóvenes alumnos, cautivados por las aventuras y desventuras de Pip, el joven huérfano protagonista de la novela de Dickens. Para Matilda, Pip es tan real como su madre, alguien que además de ofrecerle orientación y consuelo se convierte en la amistad más fecunda e importante de su vida. Sin embargo, en un país en guerra, el poder de la imaginación puede ser visto como una provocación peligrosa.
Con la publicación de El señor Pip, Lloyd Jones se convirtió en uno de los escritores más célebres de Nueva Zelanda, y merced al boca a oreja, el libro se encumbró hasta el primer lugar de las listas de éxitos de su país y Australia. Ganadora del Premio de la Commonwealth e inesperada finalista del Premio Man Booker, la novela es una emocionante fábula sobre la relación entre la literatura y la vida y uno de los textos más originales y con mayor repercusión internacional de los últimos años.