He aquí una joya de la espiritualidad cristiana escrita por la Doctora de la Iglesia y Madre de Espirituales, Santa Teresa de Jesús. "Camino" es un catecismo de oración cristiana a partir del Padre nuestro. La peculiaridad de esta edición, además de su reducido volumen y coste, radica en que está vertida al español actual para una más fácil comprensión y lectura
Estudia las diversas manifestaciones de la espiritualidad cristiana a lo largo de los siglos: cómo se han vivido y explicado en cada época los rasgos comunes de la vida espiritual, y qué acentos, manifestaciones y caminos específicos de santidad se han propuesto y vivido a lo largo de la historia de la Iglesia.
Este libro ofrece una presentación, no exhaustiva pero sí suficientemente rica, de las personas, libros, instituciones, movimientos y tendencias más influyentes de cada época; junto a un análisis más detenido de los principales doctores y maestros de la vida espiritual.
Javier Sesé es Licenciado en Matemáticas por la Universidad de Barcelona y Doctor en Teología por la de Navarra. Actualmente es profesor de Teología espiritual e Historia de la espiritualidad en la Universidad de Navarra y Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la misma universidad.
Se ha dedicado sobre todo al estudio de la naturaleza de la oración, la contemplación y la vida mística; la filiación divina, la experiencia y la enseñanza de los santos como fuente de la teología; la historia de la espiritualidad moderna y contemporánea, etc. Ha publicado diversos libros y trabajos.
El abandono de Dios es, con mucho, el acontecimiento fundamental de estos tiempos de indigencia en Occidente. Teresa de Lisieux, expresión simplificada sublime del espíritu de San Juan de la Cruz, se solidariza con este abandono de Dios, pasando por la prueba de la «noche espiritual», como Jesucristo en la cruz, y nos enseña el camino de la «fe desnuda», el camino de la «simple y amorosa confianza» en Dios. Como «mística del sufrimiento ajeno a causa de Dios», Teresa de Lisieux nos muestra un camino evangélico de gran simplicidad, en medio de los avatares de nuestro mundo: «El abandono en las manos de Jesús para que éste nos lleve al amor misericordioso del Padre».
“El ritmo de un poema puede ser el ritmo de una oración. En la sorpresa de un verso se agazapa a veces, como ciervo entre arbustos que enseguida huye, el reclamo de una gracia. Todas las palabras pasan, menos la suya. ¿Nos empujará al menos el vaivén de nuestras estrofas hacia su orilla?”.