Beda es el erudito más significativo de la alta Edad Media, el más profundo conocedor del latín y el griego, la filosofía y la teología, la historia y las matemáticas de su tiempo, finales del s. VII y primera mitad del VIII. Fue un monje que dedicó su vida a rezar, estudiar y enseñar de palabra y por escrito a generaciones de jóvenes en un rincón apartado de la actual Escocia, que, en buena parte gracias a su trabajo, se convirtió en un centro de cultura que contribuiría –como tantos otros en toda Europa– a afianzar la fe cristiana y a salvaguardar de la ciencia greco-latina. En ese monasterio murió el 25 de mayo de 735, víspera de la Ascensión del Señor, cuatro años después de la edición de su obra más famosa: la historia eclesiástica de Inglaterra. Fue proclamado doctor admirabilis por el concilio de Aquisgrán en 836 y el papa León XIII le concedió ese título para la Iglesia universal en 1899.
El gran cuerpo de sus copiosas publicaciones abarca temas histórico-biográficos, didáctico-científicos, poético-literarios y exegéticos.
Entre estas últimas destacan los dos libros de Homilías sobre los Evangelios, cincuenta en total, en las que expone con un estilo claro, sobrio y sincero el sentido literal y alegórico de pasajes tomados de esos cuatro libros sagrados. La actualidad de muchos de sus comentarios se refleja en el hecho de que algunos de sus pasajes siguen utilizándose en la liturgia de las Horas.
La presente traducción es la primera edición íntegra en castellano, y se publica en dos volúmenes debido a su extensión.
"Angeli, non Angli", esclama il futuro papa Gregorio Magno quando vede dei bellissimi schiavi inglesi in vendita nel Foro di Roma. Da questa frase prende l'avvio la missione di riconversione della Britannia abbandonata dalle legioni e occupata dagli Angli e dai Sassoni. È l'inizio ideale della "Storia degli Inglesi" composta da Beda nel VIII secolo. Leggermente balbuziente, chiuso per tutta la sua vita nei monasteri di Wearmouth e Jarrow, Beda possiede però "l'ardente spiro" del quale Dante lo vede fiammeggiare nel Ciclo dei Sapienti. Ha commentato quasi tutta la Bibbia, si è occupato del computo del tempo ha composto un "De natura rerum", trattati di ortografia e metrica, vite di santi e persino poesia. La sua "Historia ecclesiastica gentis Anglorum", della quale la Fondazione Valla pubblica in due volumi la prima edizione critica in quaranta anni, è fra le più belle opere storiografiche del Medioevo. Tutto è organizzato con mano sapiente e narrato col piglio dello scrittore di razza. Ma tutto, anche, ha l'aura delle origini e il passo della meditazione sugli accadimenti: se Beda vuole ancorare a Roma l'alba delle vicende inglesi è perché quella che Gregorio, per mezzo del suo missionario Agostino, porta nel Kent è una nuova cultura.