Sinopsis: A mediados del siglo VI, tras la toma de Italia por Belisario, Casiodoro abandona su brillante carrera política al servicio de los godos. Las circunstancias históricas truncaban sus deseos de conciliar los dos mundos que compartían los restos del Imperio Romano de Occidente: la antigua nobleza romana -con la que se identificaba- y el vigor de los nuevos pueblos del norte.
Superaba ya los sesenta años. Se retiró a un monasterio que había fundado en Calabria, llamado Vivarium, y dedica todos sus esfuerzos a la Sagrada Escritura.
Hombre de amplísima cultura y grandes dotes de organización y gobierno, dota al monasterio de una completa biblioteca y da comienzo a una prolífica actividad de copia y transcripción de manuscritos que sería imitada a lo largo de toda la Edad Media.
Casiodoro escribe esta Iniciación a las Sagradas Escrituras para formar a los futuros copistas: éstos deberían transcribir con mayor fidelidad la Palabra divina e intentar descubrir los posibles errores de las versiones con las que trabajaban.
Con esta obra, además de principios hermenéuticos generales y criterios prácticos para la transcripción, quería proporcionar a sus colaboradores una relación de comentaristas fiables de la Sagrada Escritura.
La obra fue más allá del propósito de su autor, para llegar a convertirse en punto de referencia para la iniciación bíblica durante toda la Edad Media. Los datos y recomendaciones que contiene presentan un programa de formación que aún conserva su validez.