Cuando Augusto consolidaba el Imperio romano, en su centro cultural, Alejandría, nace Filón. Filósofo, exégeta y maestro en su comunidad judía, Filón es testigo de la convivencia del judaísmo de lengua griega con una sociedad helenizada que en Egipto parecía acercarse al ideal de la pax romana. Pero también es el principal informante sobre el primer pogrom contra su comunidad en el año 38. Sus escritos constituyen la más importante expresión del judaísmo de lengua griega que encontró su ocaso en la época de la destrucción del Templo de Jerusalén.
Este volumen primero de las Obras completas de Filón de Alejandría se abre con una introducción general a la edición y traduce dos de los tratados más significativos de la obra filoniana: De opificio mundi y Legum allegoriae 1-3.
La creación del mundo es el tratado fundamental de Filón, donde interpreta la doble narración de la producción del mundo según el Génesis, desde perspectivas eclécticas basadas en el Timeo y en tradiciones pitagóricas, aristotélicas y estoicas. Moisés se convierte en el verdadero filósofo para todos los hombres inteligentes de la ecúmene alejandrina, el que enseña la creación y la discriminación de un mundo inteligible y otro sensible.
Alegorías de las Leyes es el inicio del Comentario Alegórico, donde los elementos narrativos de la producción artesanal de Adán y de la derivada producción de Eva por la costilla, considerados de forma mítica, dan paso a una interpretación —digna de Dios— de la producción del Intelecto y de la Sensibilidad, primero arquetípicos, después histórico-mundanos.
Dentro del proyecto de edición de las Obras Completas de Filón de Alejandría, este volumen II comprende la parte media de una de las series literarias de Filón denominada generalmente Comentario alegórico. Esta serie se inicia con los tres tratados de Alegorías de las leyes, publicados en el volumen I, y concluye con otros siete tratados, editados en el volumen III. Los diez tratados que componen el presente volumen se encadenan según el principio de la lectio continua y van del capítulo 3 al capítulo 9 del Génesis del Pentateuco según la versión de la Biblia de los Setenta.
Los contenidos de cada tratado responden al juego entre la secuencia del texto bíblico comentado y los temas que se organizan en torno al texto. Estos temas pertenecen a un razonamiento general, conforme a una lectura en profundidad, es decir, alegórica. La temática alegórica aborda las figuras genesíacas desde los hermanos Caín y Abel hasta los relatos sobre el patriarca Noé. Las narraciones sobre estos personajes bíblicos son tomadas como significativas de las diversas etapas del itinerario del alma del hombre expulsado del paraíso hasta lograr la perfección del patriarca Abraham.
Estos tratados pueden haber cumplido una función social en la comunidad judía de Alejandría y de la diáspora de lengua griega. En una situación en que millares de judíos en el Mediterráneo eran educados según la paideia griega y se alejaban de sus modos tradicionales de vida, hacer una lectura de las promesas bíblicas en coincidencia con el sofisticado lenguaje de la filosofía estoico-platónica podía significar un proceso de historización del texto. En cierto modo, esta serie supone una reescritura de la Biblia, pero como alegoría, esto es, como transposición de lenguaje y descubrimiento de conexiones internas que tiende a fusionar el método de la filosofía con una escritura histórica determinada. Como escritura se ofrece cerrada y definitiva; como lectura está abierta al infinito.
El presente volumen V continúa el proyecto de edición en castellano de las Obras completas de Filón de Alejandría. Se contienen en él los tratados que pueden ordenarse en el género histórico-teológico. Se los considera históricos porque contienen documentación, descripción e interpretación de eventos del pasado y del presente del pueblo de Israel, de la ciudad de Alejandría y del Imperio romano. Sin embargo, no pueden ser considerados netamente historiográficos porque en estos tratados subyace una argumentación que los estudiosos han calificado con diversos conceptos: escrito teológico, filosófico, apologético, bíblico.
La vida de Moisés contiene una reescritura de la vida del legislador de los judíos, combinada con una explicación de las cuatro funciones que hacen de Moisés una figura central de la historia humana y de la creación misma: rey, legislador, sacerdote, profeta. Es un manifiesto del judaísmo helenista.
La vida contemplativa o de los suplicantes contiene la descripción y el encomio de un grupo de ascetas judíos, hombres y mujeres, que viven separadamente con un proyecto de contemplación, que incluye el estudio y la interpretación de las Escrituras, la vida en común durante las comidas y liturgias y la búsqueda del ideal filosófico y de renuncia a los bienes exteriores.
El Contra Flaco contiene un díptico que describe, en la primera parte, la conducta inicua de Flaco, prefecto de Alejandría, durante lo que se ha llamado el primer pogrom contra los judíos de la historia, y en la segunda, las desgracias que cayeron sobre el mismo Flaco como castigo de la justicia divina.
Por último, la Embajada a Gayorelata las vicisitudes de la delegación de los judíos de Alejandría, presidida por Filón, ante el sacrílego emperador Calígula, que había torcido su voluntad contra los judíos en el Imperio y planeaba introducir su propia estatua en el mismo Templo de Jerusalén.