El DISCURSO DE METAFÍSICA, escrito por GOTTFRIED WILHELM LEIBNIZ (1646-1716) hacia 1684, permaneció inédito hasta mediados del siglo xix. Julián Marías -anotador y traductor del volumen- expone, en un largo estudio preliminar, la importancia crucial de la obra, que ofrece «como en un mapa el panorama espiritual de Europa en uno de sus momentos capitales» y constituye «el resumen más denso y sistemático del pensamiento del siglo xvii». Sus páginas plantean los grandes problemas de la época: la actitud ante el pasado filosófico (desde Grecia hasta la escolástica), el método, el origen de las ideas, la comunicación de las sustancias, la interpretación del hombre como razón, la libertad, la Gracia, la persona, la moralidad, el mal, el infinito y Dios, cerrando en el momento de su publicación la etapa de la historia de la filosofía que abriera Descartes con su «Discurso del método» (H 4406) y que predominó en Europa durante casi tres siglos.
La summa del pensiero di Leibniz. Una risposta rigorosa e appassionata alle grandi pro ematiche metafisiche, morali, religiose e teologiche emerse nel XVII secolo, l'epoca dei grandi filosofi e dei grandi scienziati.
Tal vez, Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano, obra publicada póstumamente en 1765, sea la más representativa de la voracidad intelectual de G. W. Leibniz. En ella aparecen múltiples referencias a los más variados campos del saber y a los más diversos autores sin por ello ceder un ápice de profundidad en la forma de pensar sobre unos y otros. El pensamiento de Leibniz arranca de un diálogo con los problemas y autores de su época, pretendiendo constituirse en la filosofía de la reunificación de la cristiandad. De ahí su atención a Spinoza y sus intentos frustrados de dialogar con Locke, cuyo Ensayo sobre el entendimiento humano (1690) provocó la redacción entre el verano de 1703 y enero de 1704, del grueso de estos Nuevos ensayos sobre el conocimiento humano. En ellos Leibniz intenta plantear una contraposición entre las diversas concepciones globales del mundo, lo que arrastra tras de sí a todos los campos del saber. La insistencia en la inmortalidad del alma y su inseparabilidad del cuerpo, la indestructibilidad de las mónadas, la universalidad de su percepción o el optimismo leibniziano son algunos de los temas abordados en esta obra, sin duda una de las más profundas e inclasificables del pensamiento filosófico europeo.