Questo lavoro di Julian Marias è metodicamente, tematicamente e strutturalmente personalista. L'autore opera una vera e propria svolta ontologica affermando che la difficoltà sta nel pensare, non già la vita umana, bensì la persona che vive.
Con questo nuovo fondamento del pensiero a partire dalla persona vivente, Marias va oltre il suo maestro Ortega y Gasset e delinea un personalismo vitale.
L'obiettivo di Marias è di tracciare la mappa del mondo personale: non di quello umano nel suo complesso, non di tutte le forme di convivenza tra gli uomini, ma solo di quelle dove queste funzionano permettendo agli individui di incontrarsi rigorosamente come persone.
Julian Marias (1914-2005) è stato il primo ed il più celebre discepolo di Josè Ortega y Gasset. Ha dedicato originali ricerche al tema della vita e della persona come emerge dalla sua antropologia metafisica. E' considerato uno degli esponenti della così detta "terza Spagna", avendo contribuito al versante repubblicano, sia pure con un atteggiamento moderato e dalla prospettiva del cattolicesimo liberale, all'edificazione della democrazia nel suo paese.
Publicada originalmente en 1941, las numerosas ediciones de la Historia de la filosofía de Julián Marías son la mejor prueba de la continuada vigencia de esta obra ya clásica. En el prólogo a la primera edición, Xavier Zubiri vaticinó que esta obra representaría para los estudiantes «un instrumento de trabajo de considerable precisión, que les ahorrará búsquedas difíciles, les evitará pasos perdidos en el vacío y, sobre todo, les hará echar a andar por el camino de la filosofía». La presente edición incluye además un esclarecedor ensayo de Harold Raley sobre esta obra de Julián Marías.
Otras formas de vida. Historicidad del cristianismo. El monoteísmo cristiano. Providencia y paternidad. La Encarnación como hecho histórico. Pecado y redención. Salvación o condenación: el dramatismo de la vida humana. Inmortalidad y resurrección de la carne. Este mundo y el otro. El horizonte de la vida perdurable. Dios como amor. Criatura amorosa. Las infidelidades cristianas al cristianismo. La hostilidad al cristianismo. La persona como raíz de la visión cristiana. Libertad y reponsabilidad. La innovación radical del cristianismo.
Anticipada su línea argumental en un curso pronunciado en el Instituto de España, esta obra de JULIÁN MARÍAS sobre LA FELICIDAD HUMANA –singularizada «porque un libro tiene diferentes exigencias e incluso la frase escrita tiene que ser distinta de la frase hablada»– tiene en común con las conferencias la inspiración en un mismo proyecto: la exploración completa de una cuestión relacionada con la vida humana para cuya realización no bastaba con acopiar los recursos adecuados a otros tipos de estudios sino que requería también «poner en juego la imaginación, recorrer las implicaciones del problema, llegar a sus últimos confines, ver hasta dónde llegaba la felicidad». A lo largo de treinta capítulos ese programa de investigación va desvelando y enriqueciendo la idea de que la felicidad es una empresa humana.
El hombre vive en un mundo físico y en un mundo humano, el de la convivencia. Pero no todo en este mundo es personal, sino en gran parte social o meramente psíquico. Hay formas de convivencia en las que los hombres funcionan y se encuentran rigurosamente como personas. Este libro intenta trazar el mapa del mundo personal, con su argumento, su historia, su dramatismo. Un mundo que no puede ser solamente descriptivo, sino narrativo. La enumeración de sus capítulos muestra su contenido:
La condición personal de la vida humana
Persona masculina y femenina
Génesis de la persona
El dramatismo de lo personal
El descubrimiento de la persona
Relieve del mundo personal
Las fronteras
Los amigos
El núcleo personal de las experiencias
El amor personal
La instalación en el mundo personal
Trayectorias
El fondo de la persona.
Ci troviamo di fronte ad un libro - afferma l'autore - dal titolo generico: Introduzione alla filosofia. Esso appartiene, dunque, ad un genere letterario coltivato con una certa insistenza da poco più di un secolo; però si distingue non poco per contenuto e per struttura dalle opere pubblicate che hanno lo stesso titolo. La ragione di questa differenza non proviene da un mero desiderio di originalità o di miglioramento, bensì da una diversa idea della filosofia e, ancor più, dal senso stesso che ha il parlare di un'introduzione ad essa. La filosofia nacque in un periodo di radicale incertezza, quando i greci persero fiducia nel mito e nella tradizione, sostituendoli con la ragione. Anche la nostra è un'epoca di incertezza radicale e dato che l'introduzione alla filosofia è "la scoperta e costituzione, nella nostra circostanza concreta, dell'ambito del filosofare - anch'esso concreto - che essa richiede", deve per forza iniziare dallo "schema della nostra situazione" - come si intitola uno dei capitoli più suggestivi del libro - che si caratterizza dalla necessità di essere in cerca di una verità radicale. In altri libri di questo genere ci troviamo di fronte ai problemi della filosofia già costituiti, senza però che ci venga detto perché sono sorti e perché si sentì la necessità di meditare su di essi, come se la filosofia e i filosofi fossero frutto di un capriccio...
In questo libro l'autore cerca di decifrare i problemi e le sfide della Chiesa cattolica al suo terzo millennio di vita. L'identità del sacerdote, il senso del matrimonio, l'aborto, l'ateismo, la funzione del papato, il mondo islamico, il Concilio Vaticano II, sono alcune delle questioni prese in esame dal'autore, cristiano e filosofo. E il saggio si rivela così a metà strada fra l'apologetica moderna e la riflessione teoretica, un testo profondo nell'intenzione, anche provocatoria, di interpellare la coscienza dei cattolici presentando l'orizzonte religioso che si avvicina.
Movido no sólo por haber experimentado intensas ilusiones a lo largo de su vida, sino por su propia vocación teórica, y, una vez puesto a la tarea, por los sorprendentes hallazgos, en primer lugar, de que la palabra "ilusión" -«tan general, de tan larga historia, de tan claro linaje latino, común a tantas lenguas»- es algo privado del hispanohablante, y en segundo, de la casi absoluta ignorancia acerca de esta emoción, JULIÁN MARÍAS aborda en este BREVE TRATADO DE LA ILUSIÓN un insólito y fascinante recorrido por este «secreto de la lengua española». A partir de aquí, y a través de sus distintos capítulos, Marías analiza con su indiscutible sabiduría las relaciones del término, y aquello que designa, con la imaginación, el tiempo, el deseo, la vocación, el amor y, por último, con la presencia y la ausencia del propio objeto de la ilusión.
En contraposición a ese sueño de la razón que ha producido notables monstruos en el siglo XX, Julián Marías reivindica una vez más La fuerza de la razón. En este volumen, como ya hiciera en El curso del tiempo y en Entre dos siglos, recoge sus últimos artículos publicados. Artículos que, como dice el propio Julián Marías en el prólogo, «todos ellos los he escrito desde y con la razón. Aunque traten de muy diversos temas y la mayoría no sean de filosofía, todos ellos están escritos con filosofía, que permite saber a qué atenernos en cada momento y circunstancia, que da “cuenta y razón” (nombre, por cierto, de nuestra revista). La razón, como un fuerte faro marítimo dando vueltas, aprehende la realidad en su conexión».
Al margen de su contenido, estos artículos tienen una especial importancia. Como dice el propio Julián Marías, La fuerza de la razón «recoge mis últimos artículos. Más que nunca, son precisamente eso: últimos. Quizá, con seguridad, ya no escriba más. La razón es divina, como nos recuerda Lope de Vega. Dios es Lógos, es Razón. Y la ha depositado en nosotros, aunque a veces se debilite debido a nuestra fragilidad. No perdamos la esperanza. Mientras gracias a esa fuerza me encamino a Dios e imagino cerca, con ilusión, la vida perdurable, pido a mis amables lectores —que me han acompañado benevolentes y atentos durante tanto tiempo— tengan presente el último verso de ese primer soneto de las Rimas sacras de Lope: “Vuelve a la patria la razón perdida”, cuando su luz venza mi oscuridad. Esa luz perpetua que siempre me iluminará. Nos iluminará, divina y admirablemente, a todos con su hermosísima claridad. Con su todopoderosa fuerza».