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Las obras de Aristóteles (Estagira, c. 384 - Eubea, 322 a.C), el discípulo más aventajado de Platón y su gran crítico, concentran la totalidad de la sabiduría griega de la Antigüedad e inauguran la ciencia y la metafísica occidentales. La fuerza de su personalidad impregnará toda la vasta Edad Media hasta la llegada de Descartes y la época moderna. Mente metafísica a la par que científica, el filósofo ateniense se interesó tanto por el estudio de la Naturaleza como por la antropología y la conducta de los seres humanos. Sus obras siguen siendo una guía de sabiduría vital. El espíritu de Aristóteles, fascinado por la inmensa riqueza de la Naturaleza, no se conformó únicamente con investigar los hechos objetivos, ni con la observación de las plantas, los animales y hasta de los cataclismos naturales. El anhelo que lo embargaba lo impulsó a descubrir las causas primeras de las cosas y el escrutinio de la divinidad: Dios, como primero y único motor inmóvil, era la causa final del mundo, y la filosofía, la actividad más noble del ser humano.
Estudio introductorio de Miguel Candel, profesor titular de Historia de la Filosofía Antigua y Medieval en la Universidad de Barcelona. Ha traducido el Órganon y el tratado Acerca del cielo, de Aristóteles. Es autor de El nacimiento de la eternidad, Apuntes de filosofía antigua (2002) y Metafísica de cercanías (2004).
«Frente a Dawkins y Hawking, Swinburne». Este titular provocativo sintetiza una de las polémicas más atractivas de la actualidad.
La existencia de Dios ha sido puesta en cuestión de forma beligerante tanto en el ámbito de los pensadores como en la sociedad en general. Por otra parte, da la impresión de que se admite popularmente y sin apenas crítica que la gran mayoría de las cuestiones fundamentales encuentran su respuesta sólo en el territorio de la ciencia.
Sin embargo, no todos los pensadores son de este parecer. Richard Swinburne, uno de los más destacados filósofos de la religión contemporáneos, considera que la ciencia no sólo debe limitarse humildemente a su ámbito de competencias y verdades, sino que si dialoga con la filosofía y la teología sin prejuicios, incluso proporciona buenos fundamentos para la creencia en Dios.
En ¿Hay un Dios? el lector es invitado a participar en la polémica sobre la existencia de Dios, acompañado de las rigurosas respuestas que esclarecen muchas de las dudas actuales.
Es propio de la condición humana conocer preguntando, de manera sucesiva y a lo largo del tiempo. Preguntamos porque habitamos un claroscuro: disponemos de la suficiente luz para atisbar lo que no conocemos, pero no vemos tanto como para encontrar inmediatamente las respuestas que necesitamos. Así es la vida filosófica: no hay revelaciones instantáneas. Es preciso volver sobre los primeros pasos y buscar nuevos caminos, formulaciones más acertadas para los interrogantes de siempre. Las conversaciones recogidas en estas páginas recrean ese diálogo que es la entraña de la filosofía. Al hilo de las preguntas de sus entrevistadores, Alejandro Llano repasa su obra filosófica, dialoga con lo mejor de la tradición y el pensamiento contemporáneo, y ofrece claves con las que interpretar y responder a los problemas del presente.
La filosofía personalista surgió en la Europa de mediados del siglo XX proponiendo un concepto de persona digna y solidaria frente al colectivismo y al liberalismo. Este proyecto tomó cuerpo gracias al intenso trabajo de E. Mounier y se consolidó a través de las aportaciones de filósofos como Maritain, Buber, Wojtyla, von Hildebrand, Marcel, Guardini, Julián Marías y otros. Su influencia ha sido grande.
Juan Manuel Burgos, reconstruye lúcidamente en este libro la génesis de esta filosofía a través de la vida y pensamiento de sus principales representantes. Además, propone también una síntesis personal con la que pretende consolidar las bases del personalismo del siglo XXI. El reconocido prestigio del autor en este terreno y su capacidad de síntesis convierten a esta obra en un texto imprescindible para quien quiera introducirse en el pensamiento personalista.
Juan Manuel Burgos es Fundador y Presidente de la Asociación Española de Personalismo y de la Asociación Iberoamericana de Personalismo. Es profesor titular de la Universidad CEU-San Pablo y ha publicado numerosos libros sobre antropología y personalismo entre los que destacan: Antropología: una guía para la existencia (4ª ed., 2009), Repensar la naturaleza humana (2007) y Reconstruir la persona. Ensayos personalistas (2009).
«Había una vez un clérigo en la Inglaterra rural que solía animar sus sermones con apartes teatrales, precedidos por la siguiente llamada al Todopoderoso: Y si, oh Señor, esta lección no está clara, permite que tu siervo la ilustre con una anécdota...». Así comienza el profesor Walter Gratzer la Introducción a este libro suyo, un fascinante y aleccionador conjunto de anécdotas referentes al plural universo de la ciencia. En realidad, más que anécdotas lo que este libro ofrece es una colección de historias, que cubren prácticamente todos los recovecos y especialidades del mundo científico en las que lo divertido y sorprendente se combina con todo aquello que hace que la ciencia constituya la creación humana más segura y fiable.
Los lectores de esta obra tienen ante sí una rara, única, oportunidad: aprender algo más de ciencia al mismo tiempo que se familiarizan con aspectos poco frecuentados de la personalidad de gigantes de la ciencia como pueden ser Newton, Rutherford, Galvani, Einstein, Fleming, Buffon, Feynman o Pasteur, junto a muchos otros no tan conocidos por el público pero que también tienen reservado un lugar en ese grandioso panteón que es la historia de la ciencia. Si la ciencia es siempre entretenida, aunque muchos lo ignoren o crean lo contrario, más, mucho más, lo es de la mano de este libro de Walter Gratzer. De hecho, los científicos aparecen en todas sus posibles facetas: obsesivos y diletantes, geniales, envidiosos, naturalmente brillantes, amplios de miras e intolerantes, solitarios y arribistas.
«Un hombre, llegado a la fase terminal de su existencia terrena, trata de pensar en su vida; y eso significa en primer lugar que toma distancia respecto de ella. Sin ese distanciamiento, ¿cómo podría pensar en ella? Mas al mismo tiempo se pregunta por este acto, lo cual quiere decir que se pregunta cómo es esto posible. ¿Puede de verdad desprenderse suficientemente de su vida para considerarla, incluso juzgarla?». Así comienza esta singular obra tejida de recuerdos y reflexiones, que muy bien podría calificarse de autobiografía filosófica.
La vida y el teatro, la música y el diálogo con algunos de los grandes pensadores contemporáneos (Jaspers, Heidegger, Proust, Bergson, Sartre) permiten a Marcel desarrollar los nervios fundamentales de su pensamiento: los encuentros, el amor, la muerte… Y como trasfondo y clave interpretativa de todo ello, la llamada de una trascendencia amorosa y el impulso hacia una eternidad no siempre justificable desde la pura racionalidad
¿Por qué la belleza tiene el poder de fascinar? ¿Nos equivocamos rindiendo culto a lo bello? ¿Qué relación tiene la belleza con el amor? ¿Hay algo de objetivo en la belleza? ¿Por qué algunas personas son atractivas a pesar de no ser muy guapas? ¿Qué relación tiene la belleza con la verdad y el bien? ¿Se puede definir lo bello? Precisamente, el Congreso Universitario -UNIV 2012-, que se celebrará en Roma en el segundo trimestre de este año 2012, lleva como título "Pulchrum: la fuerza de la belleza", tema sobre el que se está debatiendo en las distintas ponencias, y este pequeño libro puede ayudar y contribuir a las mismas.
En estos tres escritos Romano Guardini reflexiona sobre el sentido y misión de la universidad. El núcleo de su mensaje consiste en recordar que la institución universitaria debe tender a la búsqueda de la verdad sin someterse a servilismo alguno, sea político, mercantil o burocrático. Desde la dramática experiencia de la Alemania de la primera mitad del siglo XX, Guardini advierte de los peligros de subordinar la verdad a otros fines y de la consiguiente necesidad de anclarla en la verdad trascendente.
La obra que el lector tiene en sus manos ofrece una recopilación de los textos predilectos de su autor, Karl Kerényi, sobre aspectos fundamentales de la religión antigua. Publicados entre 1939 y 1969, fueron recopilados por el propio autor, uno de los más destacados estudiosos de la mitología y la religión de la Grecia clásica que nos ha legado el siglo pasado.
El autor traza con agudeza las características esenciales de las religiones griega y romana: la fiesta, el sacrificio, el templo, la mitología. Con un estilo sutil y transparente se adentra en la relación del ser humano con lo divino mediante el sacrificio, ilumina esta relación a través de la risa de los dioses, define lo que es el templo, determina lo que es theós en griego («algo que acontece»), traza la figura de Zeus, y perfila también las diferencias existentes entre ambas religiones, así como respecto a otras como la judía y la cristiana