Con esta carta circular, dividida en tres partes, la CIVCSVA quiere que todas las personas consagradas se preparen para vivir con profundidad y agradecimiento el año 2015, año especialmente dedicado en la Iglesia a la vida consagrada. Se trata de la primera de las cuatro cartas que el dicasterio vaticano quiere proponer a la vida consagrada.
El librito, editado en un cómodo formato y con un papel de calidad, tiene un cuesionario especial al final del mismo con la intención de que las personas consagradas puedan trabajarlo a nivel personal y comunitario.
La Congregazione per gli Istituti di Vita consacrata e le Società di Vita apostolica propone con questa lettera alle persone consacrate, tratta dal magistero di Papa Francesco, un itinerario di riflessione personale verso l'anno 2015 che la Chiesa dedica alla Vita consacrata. Un agile strumento di meditazione che possa accompagnare i consacrati e le consacrate nelle loro decisioni evangeliche.
El texto de reflexión teológica que presentamos se propone mostrar algunos aspectos del discurso cristiano sobre Dios que, en el contexto actual, requieren una clarificación teológica especí­fica. La ocasión para esta clarifica­ción es la teoría, que se argumenta de diversas maneras, según la cual se da una relación necesaria entre el monoteísmo y las guerras de religión. La discusión en torno a esta conexión ha puesto de manifiesto no pocos motivos de malenten­dido de la doctrina religiosa, que oscurecen el auténtico pensa­miento cristiano sobre el único Dios.
La gioia del Vangelo riempie il cuore e la vita intera di coloro che si incontrano con Gesù. Coloro che si lasciano salvare da Lui sono liberati dal peccato, dalla tristezza, dal vuoto interiore, dall'isolamento. Con Gesù Cristo sempre nasce e rinasce la gioia. In questa Esortazione desidero indirizzarmi ai fedeli cristiani, per invitarli a una nuova tappa evangelizzatrice marcata da questa gioia e indicare vie per il cammino della Chiesa nei prossimi anni.
«La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años» (n.1).
Como resultado del Año de la Fe el Papa Francisco hace pública la exhortación apostólica Evangelii gaudium (La alegría del Evangelio), fruto de los trabajos del sínodo sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual que sirvió para dar comienzo al mismo Año de la Fe. El Papa, nos muestra sus preocupaciones sobre la actual obra evangelizadora de la Iglesia y propone algunas pautas para comenzar una nueva etapa evangelizadora. Muchas de las ideas de las intervenciones del Papa transmitidas durante los último meses en los medios de comunicación se dan cita en el texto, junto con un encendido elogio de la alegría como punto de partida y fundamento de la acción misionera, que siempre es social y espiritual.
El Cardenal Mauro Piacenza es desde el 21 de septiembre de 2013 el penitenciario mayor. Hasta esa fecha ocupó el cargo de Prefecto de la Congregación para el Clero, donde comenzó a trabajar en 1990, y en la que ha sido, sucesivamente, Subsecretario y Secretario, hasta el 7 de octubre de 2010 en que Benedicto XVI lo nombró Prefecto. Nacido en Génova, se ordenó sacerdote en 1969 y ha sido profesor de Derecho y Teología dogmática en la Facultad de Teología del Norte de Italia y en el Instituto de Ciencias Religiosas, así como Juez del Tribunal eclesiástico diocesano y de Liguria.
En el año de la fe, organizado por Benedicto XVI en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, nos ha parecido muy interesante el trabajo del Cardenal Mauro Piacenza comentando el Decreto Prebyterorum ordinis, sobre la vida y el ministerio de los presbíteros. Con un lúcido análisis hecho 50 años después, muestra la intención de los Padres conciliares, la gran visión teológica que el Decreto encierra y las consiguientes certezas que animan a llevar a cabo la misión encomendada por la Iglesia a los sacerdotes. Con gran valor, además, indica los aspectos del Decreto que, de modo particular, no han sido comprendidos o han sido silenciados. Y nos anima a llevar a cabo una relectura de los textos del Concilio, para conseguir vivir auténticamente como hijos del Concilio.
Se cumple aproximadamente medio siglo de la celebración del Concilio Vaticano II. Desde entonces han tenido lugar hechos de gran trascendencia en los diferentes ámbitos de la Iglesia y del mundo, algunos vinculados en mayor o menor medida a lo ocurrido en la magna asamblea conciliar. Transcurridos estos cincuenta años es momento de hacer balance de ellos, incluidos los que a la sombra de la misma se han desarrollado, a veces sin más justificación que el voluntarismo de quienes los impulsaban. El tiempo ha pasado y con él nosotros. Merece la pena que intentemos dar razón de él.
Manuel Bustos Rodríguez es catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Cádiz y Patrono de la Fundación Universitaria CEU-San Pablo, es miembro de la Academia de Europa y de la Real Academia Hispanoamericana. Entre sus obras relacionadas con el tema están: Europa del viejo al nuevo orden (1996), Pemán en su tiempo (1897-1981) (dir.) (1997), La paradoja posmoderna. Génesis y características de la cultura actual (2009) y ¿Paraíso en la tierra? La crisis de las utopías (2010)