La Editorial SAN PABLO presenta la tercera edición española del Diccionario de Teología Fundamental. La edición original italiana del presente diccionario dirigido por R. Latourelle y R. Fisichella ha sido traducida al inglés, francés y portugués, así como al español pero en este caso con una adaptación dirigida por prof. Salvador Pié-Ninot, centrada en una actualización bibliográfica española y en diversas nuevas voces obra de especialistas en teología fundamental de España y Latinoamérica. Esta nueva edición que se presenta ahora incorpora además una nueva introducción actualizadora de la Teología Fundamental con su bibliografía y una breve relectura teológica de la Dei Verbum.
El Diccionario de Teología Fundamental es un estudio sistemático en 238 voces, estructurado de la siguiente forma:
1. La revelación cristiana y su singularidad
2. La credibilidad de la revelación
3. La fe: respuesta del hombre a la revelación
4. Las implicaciones de la singularidad de la revelación cristiana
5. La perspectiva histórica
Este libro que ha sido ya traducido al inglés y al italiano, se dirige especialmente a quienes afrontan por primera vez, de forma sistemática, el estudio teológico del misterio de Cristo, es decir, de las cuestiones desarrolladas habitualmente en los tratados de Cristología y Soteriología. Por ello los autores, al escribirlo, han tenido particularmente presentes a los alumnos de Seminario y Universidades que cursan el primer Ciclo de Teología.
La finalidad a la que los autores apuntan al poner este libro en manos de sus alumnos y de todos los que vayan a ser sus lectores no es meramente académica, sino también y sobre todo la de ayudar a alcanzar aquello que expresaba san Pablo en su Carta a los cristiano de Éfeso: “ Que podáis comprender con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, altura y profundidad del misterio, y conocer también aquel amor de Cristo que sobrepuja todo conocimiento, para que seáis colmados de toda plenitud de Dios, (Ef 3, 18-19)”.
El relativismo difuso urge hoy una fundamentación de la revelación cristiana atenta a la cultura sincrética dominante, en diálogo con la racionalidad y las capacidades del lenguaje para formular con éxito la ratio interna o lógica de la fe. Tal es el cometido de la Teología fundamental: una fundamentación del cristianismo que, sin incidir en la apologética de controversia, afronte con rigor la apología o justificación del cristianismo como religión revelada. En esta empresa, la fe, virtud teologal divinamente infundida, obra de la gracia acogida en libertad por el creyente, desarrolla su propia lógica como respuesta a la revelación de Dios, estando atenta a los datos fundacionales del cristianismo y al desarrollo del dogma cristiano.
Adolfo González Montes, durante años catedrático de Teología fundamental en la Universidad Pontificia de Salamanca, es obispo de Almería, reconocido ecumenista y obispo delegado de la Conferencia Episcopal Española en la Comisión de Episcopados de la Unión Europea. Es autor, entre otras obras, de Reforma luterana y tradición católica, Enchiridion oecumnenicum, Fundamentación del cristianismo, Teología política contemporánea e Imagen de Iglesia
Ofrece una explicación, sucinta y clara, de los conceptos teológicos más importantes e introduce cuestiones que no son puramente teológicas, pero a las cuales también la teología sabe dar respuesta. Además, para que el diccionario sea lo más completo posible dentro de su concisión, se citan los textos bíblicos más esenciales. Obra actual, manejable y de fácil lectura.
El acto de fe ("creo en Jesucristo") acarrea siempre consecuencias: hay mártires que derraman su sangre por esas palabras; otros, también santos, ven transformada su vida entera a la luz de ese resplandor. Y alrededor, adhesión, admiración o persecución, en privado o en los actuales medios de opinión pública.
Un planteamiento serio de la fe encuentra su desafío más hondo no en la elección de estrategias sino en la experiencia viva y coherente de los creyentes: es ahí donde la fe presenta su apología, su propuesta, como oferta que interpela y responde, sin respuestas mágicas.
El autor estructura el libro en torno a Dios, en quien se cree; al hombre, que realiza al creer un profundo ejercicio de racionalidad y libertad; y a la Iglesia, en la que se recibe, se vive y se celebra la fe.
César Izquierdo Urbina (La Rioja, 1953) es profesor Ordinario de Teología en la Universidad de Navarra, y Director del Departamento de Teología Dogmática. Su trabajo se centra en cuestiones de teología fundamental (revelación, fe-razón, fe-sociedad, tradición) y cristología. Ha publicado decenas de libros y artículos (relación completa en www.unav.es/tdogmatica/profesores/cesarizquierdo ).
Una reflexión filosófica rigurosa y actualizada sobre la pregunta más radical que puede hacerse el hombre: la existencia y naturaleza de Dios.
La cuestión acerca de Dios constituye la pregunta más radical que puede hacerse el hombre y con la que acaba enfrentándose antes o después. Dicha pregunta deriva tanto de una demanda existencial como de la exigencia intelectual de ser coherente con lo que es constitutivo de la racionalidad humana. El presente volumen pretende introducir en la reflexión filosófica que permite afrontarla con seriedad. Para ello, en primer lugar, considera desde una perspectiva existencial cómo surgen la inquietud religiosa y la convicción de la existencia de Dios. En segundo lugar, analiza las posturas que han conducido a una respuesta negativa en un contexto cultural caracterizado por el secularismo. En tercer lugar, indica cómo se plantea metafísica-mente la reflexión en torno a la existencia de Dios y la pregunta acerca de quién es. Finalmente, los dos últimos capítulos introducen en el seno del pensamiento metafísico, teniendo en cuenta las pautas culturales de la sociedad de hoy y mostrando la relevancia de las reflexiones especulativas sobre la existencia de Dios y sobre su naturaleza .
Luis Romera es profesor de metafísica y decano de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma). Es autor de los siguientes libros: Pensar el ser (1994), Dalla differenza alla trascendenza in Tommaso d´Aquino e Heidegger (1996, segunda edición aumentada 2006), Introduzione alla domanda metafisica (2003) y Finitud y trascendencia. La existencia humana ante la religión (2004).
El hombre, con palabras de Zubiri, «no tiene, consiste en religión», o sea, es religión, religación respecto de lo divino. Lo que uno tiene puede perderlo. Lo que se es, no se deja de serlo mientras se es o existe. De ahí la universalidad del sentido religioso. De ahí que quien no acepta la religión tradicional se incorporará a otra, tal vez a una secta de signo religioso, mágico o ideológico, incluso elaborará su propia religión alternativa, aunque profese no ser religioso, creyente. Aunque el ideal sea la unidad, la experiencia hay y habrá no una, sino muchas religiones. La Historia de las religiones es como el punto de partida de todas las llamadas «ciencias de la religión»: Filosofía de la religión, Sociología de la religión, Psicología de la religión, etc., así como de la recién nacida Teología/s de la religión o religiones. Todas presuponen el conocimiento de las diversas religiones, al menos en sus líneas generales y en sus rasgos individuantes caracterizadores.
Manuel Guerra Gómez ha publicado más de cien artículos sobre temas filológico-teológicos y de historiografía religiosa, y 26 libros, entre ellos: Diccionario enciclopédico de las sectas, 2ª ed. (BAC, 2005), Las sectas y su invasión de mundo hispano: una guía (Eunsa, 2003), Evolución del universo, de la vida y del hombre. ¿El hombre, compuesto de cuerpo físico o material, cuerpo energético o inmaterial y alma espiritual? (Intereconomía, 2009), 100 preguntas clave sobre New Age (Monte Carmelo, 2004), El enigma del hombre, 3ª ed. (Eunsa, 1999), La trama masónica, 4ª ed.(Styria, 2008), Jesucristo y nosotros (Ucam, 2002).
Edición bilingüe dirigida, anotada y con introducciones por León Amorós, ofm; Bernardo Aperribay, ofm; y Miguel Oromí, ofm. Prólogo de León Villuendas Polo, ofm.
«San Buenaventura es un poeta; pero, sobre todo, es un metafísico por temperamento. Por eso recurre para expresar las experiencias franciscanas a las resplandecientes fórmulas de la “sophia”, al ejemplarismo, a los vestigios, imágenes y semejanzas de Dios y a los reverberos divinos, en la parte superior de nuestra alma.
Es, pues, cosa clara que San Buenaventura suspira por la luz y suspira por el amor, pero subordinando la luz al amor. Todos sus esfuerzos se dirigen, ante todo, a cultivar la “centellita de la sindéresis”, ese dulce peso del alma al bien, que si en el orden natural se manifiesta imperfecta e insuficientemente, en las almas deificadas por la gracia halla gradual y colmada perfección hasta convertirse en la fruición plena y beatificante de la gloria.
Más aún: las obras de San Buenaventura son vida, y vida exuberante que brota de su comunicación con Dios. A veces nos ofrecen vistas panorámicas de insuperable belleza desde el monte altísimo de las ideas ejemplares de Dios, y a veces guían la subida del alma que anhela unirse con Dios en la mística cumbre. Aquí descubren las vetas de las iluminaciones científicas que se reducen a la teología, cuyo término es la verdadera sabiduría; allí señalan con misión trascendente, como el Precursor a Cristo, al que es nuestro único Maestro, camino, verdad y vida. Siempre y en todas partes, San Buenaventura es el mismo: el Doctor Seráfico, que enseña a reducir el alma, por medio de Cristo, al sumo Bien, infinitamente difusivo.
Muchos son los que experimentan hoy día cuán necesario es unir la santidad de vida con la ciencia sagrada, evitando toda especulación exagerada. Pues bien; la teología de San Buenaventura responde maravillosamente a estas exigencias actuales, puesto que así ella, como todas las ciencias que prestan vasallaje a ella, se ordenan a la caridad, término y meta de todas las aspiraciones del hombre». (Del Prólogo).
Primera edición en la serie "BAC Thesaurus" , basada en la ed. de 1968.
6 vols.: I: Dios y las criaturas (NO0006); II: Jesucristo (NO0009); III: Camino de la sabiduría (NO0019); IV: Teología mística (NO0028); V: Santísima Trinidad. Dones y preceptos (NO0036); VI: Perfección evangélica. Apología de los pobres (NO0049).
“La muerte es lo más trágico de la vida humana. Mas, si no queremos sufrir la muerte en torno a nosotros y en nosotros pasivamente, con inerte resignación; si debemos y queremos mas bien enfrentarnos con el destino de la muerte como hombres que no sólo somos materia, sino también espíritu, y esperarla con corazón alerta y ojos abiertos, puede ser importante y buena una teología de la muerte, que no se espanta del sobrio trabajo de los conceptos”. Karl Rahner
Karl Rahner parte de la fenomenología para mostrar que el cristianismo puede enfrentarse a la muerte serena y confiadamente. La muerte como conmorir con Cristo es punto culminante de la apropiación de la salvación basada en la muerte.
Propuesta de una nueva manera de afrontar la enfermedad, tanto propia como la de un ser querido: elegir vivir la enfermedad juntos y abandonar comportamientos que encierran a los sanos y a los enfermos en sus universos respectivos
La presente Historia de la Teología Moral viene a colmar una carencia. Faltaba una exposición amplia y bien organizada sobre el devenir de la reflexión teológico-moral. Este autor lo hace con la visión sistemática que posee de todo el campo de la moral cristiana.
El lector constatará que se trata de una historia integral de la moral cristiana: se combinan los textos con la vida; se relaciona la moral con las restantes disciplinas teológicas, sobre todo con la espiritualidad y la pastoral; a los documentos propiamente teológicos se le añaden otros de la literatura, del arte, de la simbólica; el texto moral concreto es relacionado con la biografía del autor y los dos, texto y autor, con las coordenadas de tiempo y espacio.
En este tomo se analiza y expone el contenido moral que aparece en la literatura eclesiástica del llamado Cristianismo Antiguo, período correspondiente a la época patrística. Esta época constituye uno de los momentos privilegiados de la moral cristiana, tanto en lo que ésta tiene de vida como en lo que tiene de reflexión. La forma de vida cristiana recibe su configuración decisiva en los primeros siglos de la Iglesia. Por su parte, la reflexión teológico-moral tiene sus inicios en los escritos de esta época