Le guerre di religione sono tornate: le violenze dei califfati in Medio Oriente e in Africa, i pericoli di conflitto tra Paesi sunniti e sciiti, gli attentati terroristici di matrice islamica in Occidente (da Charlie Herdo al Bataclan), il reclutamento di militanti islamisti nei quartieri periferici delle grandi città europee, la persecuzione dei cristiani. Oltre alle guerre di religione ci sono poi le guerre alla religione: in molti Paesi occidentali si vuole mettere il Cristianesimo fuori legge. Se un vescovo non può criticare una legge francese pena la denuncia, se si rischia il carcere con l'accusa di omofobia, se le Femen possono devastare impunite Notre Dame, se l'obiezione di coscienza è sempre più minacciata, significa che l'Occidente ha dichiarato guerra al Cristianesimo. Gli autori di questo libro scavano dentro questi fenomeni con acume ed onestà intellettuale, aprendo interpretazioni e valutazioni inusitate, ben diverse da quanto propone solitamente la versione ufficiale.
Nell’ultima pubblicazione - n° 3975 del 13/02/2016
Articolo. LA DIPLOMAZIA DI FRANCESCO. La misericordia come processo politico -
Articolo. LA DOTTRINA RELIGIOSA SCIITA -
Articolo. COME NASCONO I CONFLITTI. OMAGGIO A RENÉ GIRARD -
Articolo. «BELLEZZA DIVINA» -
Focus. IL TRITTICO DEL PRESIDENTE MATTARELLA AL PAESE -
Profilo. XU GUANGQI. Il compagno cinese di Matteo Ricci -
Rassegna bibliografica. RASSEGNA BIBLIOGRAFICA -
Articolo
LA DIPLOMAZIA DI FRANCESCO. LA MISERICORDIA COME PROCESSO POLITICO
Antonio Spadaro S.I.
L’articolo descrive i tratti di una «diplomazia della misericordia» che l’intelligenza geopolitica di Papa Francesco sta tessendo in questi anni. Di essa si colgono le radici nella meditazione di san Pietro Favre, di Fëdor Dostoevskij e del teologo Erich Przywara. La potenza della misericordia muta il significato dei processi storici: mai niente e nessuno è da considerare come definitivamente «perduto», anche quando si parla dei rapporti tra popoli e nazioni. Proprio questo è il motivo che fa comprendere perché il Pontefice non sposi mai interpretazioni rigide per affrontare le situazioni e le crisi internazionali, ma scelga di avere una visione poliedrica e multipolare, agendo con grande libertà di movimento, ponendo al centro la pace sociale e l’inclusione dei più vulnerabili.
Mensile di informazione e cultura Anno XII - Numero 111 Febbraio 2016
Il volume raccoglie gli Atti del Convegno promosso dalla Fraternità Francescana Frate Jacopa sulle Dolomiti nell'agosto 2015. Il tema - "Laudato si'. Sulla cura della casa comune. Custodire la terra, coltivare l'umano" - è stato analizzato da autorevoli esperti a partire dall'esame dell'Enciclica di Papa Francesco sull'ambiente. A fronte del quadro inquietante della terra, sempre più agitata da una crisi antropologica ed etica, oltre che ambientale, emerge una interpellanza profonda al cambiamento, che richiede da parte di tutti un impegno sistematico ed urgente, innanzitutto sul versante dell'ecologia umana per porre relazioni con Dio, con gli uomini e con la natura, improntate allo spirito di fraternità universale e cosmica, ed approdare, sulla base di una ecologia integrale, ad un modello di sviluppo sostenibile e inclusivo. "Laudato si'" rimanda all'esemplarità di S. Francesco, per vivere il presente restituendo al nostro pianeta, così oltraggiato, quel volto che il Creatore gli aveva dato secondo un progetto di pace e bellezza. Perseguire stili di vita improntati ad una cittadinanza attiva e responsabile, segno di una conversione personale e comunitaria, è nostro compito.
Los dos libros que se incluyen en este volumen no aparecen en la Biblia hebrea, aunque sí en la Septuaginta y en la Vulgata. Por ello son catalogados como «deuterocanónicos». Como se podrá ver por los comentarios incluidos en estas páginas, salvo escasos escritores eclesiásticos de los siglos iii-v, la Iglesia Católica los ha considerado inspirados por Dios y dentro del canon bíblico, como lo definió el Concilio Ecuménico de Trento (1546) y lo ratificó el Vaticano I (1870). En los tres primeros siglos cristianos, los escritores citan el libro de la Sabiduría como inspirado por Dios. En los siglos siguientes, a excepción de algunos, como san Atanasio, san Jerónimo, san Epifanio o san Juan Damasceno, por ejemplo, consideraban la Sabiduría como libro apto para la edificación de los fieles, pero no para probar los dogmas, y también como canónico. Así, san Agustín defendió su inspiración frente a los semipelagianos. Estos titubeos afectaron a muchos comentaristas patrísticos, que no se fijaron con detenimiento en este libro. A pesar de ello, el lector contemporáneo puede encontrar en estas páginas las interpretaciones más importantes de las distintas regiones cristianas de la Antigüedad. También las dudas sobre la inspiración del texto de Sirac, o libro del Eclesiástico, y sobre todo al carácter primordialmente moral de su contenido, pusieron en un segundo lugar los comentarios de los exegetas cristianos de los primeros siglos. De esta manera encontramos el primer comentario completo sobre este libro a finales del siglo viii, de manos de Rábano Mauro. No obstante, sus exhortaciones a la práctica de la virtud fueron objeto de muchos sermones y exhortaciones patrísticas. Un ejemplo de este interés de la exégesis primera son las glosas paradigmáticas de los autores orientales y occidentales del cristianismo antiguo que recuerdan las páginas del presente volumen.
El cuerpo del delito es una recopilación de trece magníficos relatos policiacos clásicos que alterna textos consagrados con otros menos conocidos, todos ellos perfectamente representativos de las variantes de la literatura policiaca, teniendo siempre presente la máxima exigencia de calidad literaria, desde sus prolegómenos y fundación a mediados del XIX hasta los años veinte del siglo pasado.
Empezando con un relato de Hawthorne que puede considerarse precursor del género, la antología sigue con un cuento poco conocido de Poe, autor que fijó los rasgos principales del relato policiaco, y luego con relatos de grandes autores que lo cultivaron de forma tangencial como Dickens, perfecto conocedor del hampa, Wilkie Collins, Jack London, Oscar Wilde y Mark Twain, todos ellos con un delicioso trasfondo humorístico. Por supuesto recoge además uno de los famosos relatos de Conan Doyle protagonizados por el inefable Sherlock Holmes, y relatos menos conocidos de la baronesa Orczy y Richard Austin Freeman, autores que se dedicaron casi en exclusiva a la literatura policiaca y que gozaron de gran popularidad en la época. Asimismo encontramos un relato del caballeroso ladrón de guante blanco Arsène Lupin, creado por el francés Maurice Leblanc y un cuento de Jacques Futrelle, protagonizado por el profesor Van Dusen, apodado La Máquina Pensante.
La recopilación se cierra con uno de los relatos de Chesterton protagonizados por el famoso Padre Brown, más partidario siempre de redimir al delincuente que de castigarlo.
Por primera vez una edición de la Biblia de Jerusalén introduce en su texto el lenguaje propio de América Latina.
Dos grupos de expertos, uno de la Universidad Pontificia de México y otro de especialistas colombianos y argentinos, han revisado toda la edición introduciendo las adaptaciones necesarias para hacer el mensaje bíblico más comprensible a los lectores latinoamericanos.
Esta nueva edición de bolsillo de la Biblia de Jerusalén está especial-mente recomendada para colegios por sus ventajas sobre otras ediciones de la Biblia:
• Resistencia y durabilidad de su encuadernación
• Fidelidad al texto hebreo, griego y arameo
• Gran homogeneidad del vocabulario entre los diversos libros
• Incorpora importantes novedades en introducciones y notas gracias a la investigación bíblica de la Escuela Bíblica y Arqueológica de Jerusalén
¿Se encuentra la Iglesia Católica en condiciones de presentar al hombre del siglo XXI una propuesta coherente e ilusionante sobre la familia? ¿La teología del matrimonio cristiano ha sido definitivamente desbancada por el imperio de la subjetividad individualista posmoderna?.
Ediciones Cristiandad, que ya ofreció con este motivo las obras Permanecer en la verdad de Cristo (2014) y En la salud y en la enfermedad (2015), se suma ahora a la reflexión final del sínodo poniendo al alcance de los lectores de habla hispana once textos de otros tantos eminentes cardenales, que reflexionan a cara descubierta sobre el momento presente de la familia en diversos contextos culturales, repensando la tradición y el magisterio de la Iglesia.
Con objeto de elaborar propuestas útiles y prácticas, fundamentadas en el rigor doctrinal y en el discernimiento de un tiempo convulsionado por los cambios sociales, once cardenales de muy diversos puntos del planeta, como Europa, América, África o la India, plantean sus puntos de vista para enriquecer este crucial momento de diálogo propuesto por el Papa. Además de cuestiones puntuales de plena actualidad, como el debate sobre si pueden recibir la Eucaristía las personas divorciadas que se vuelven a casar, la mayor parte de los textos aquí editados abordan temas de mayor calado, como la conversión, la misericordia, el secularismo y, sobre todo, la “educación para el amor” y el amplio horizonte de una pastoral que incida en la formación y preparación al matrimonio desde la fe en Jesucristo, en la que no falta la autocrítica en un tema que ha centrado la preocupación de la Iglesia desde el Concilio Vaticano II.
Índice
Prefacio
Misericordia y conversión
Cardenal Carlo Caffarra
Arzobispo emérito de Bolonia - Italia ........................ 21
Matrimonio y familia: una alianza con Dios y
su Iglesia
Cardenal Baselios Cleemis
Catholicós de la Iglesia Católica Siro-Malankar,
Arzobispo Mayor de Trivandrum y presidente de
la Conferencia episcopal de la India ........................... 35
Sin rupturas ni discontinuidad
Cardenal Paul Josef Cordes
Presidente emérito del Pontificio Consejo Cor
Unum ........................................................................................ 45
Reflexiones sobre la familia
Cardenal Dominik Duka, O.P.
Arzobispo de Praga - República Checa ..................... 77
¿Pueden las personas divorciadas y vueltas a
casar civilmente recibir la comunión?
Cardenal Willem Jacobus Eijk
Arzobispo de Utrecht - Países Bajos ........................... 85
Retos actuales de la preparación para el matrimonio
Cardenal Joachim Meisner
Arzobispo emérito de Colonia - Alemania ............... 99
El matrimonio en nuestro mundo contemporáneo:
observaciones pastorales desde una perspectiva
africana
Cardenal John Onaiyekan
Arzobispo de Abuja - Nigeria ........................................ 111
El testimonio de la verdad del Evangelio de la
familia: Reto pastoral urgente para la Iglesia al
emprender el camino del Tercer Milenio
Cardenal Antonio María Rouco Varela
Arzobispo emérito de Madrid - España .................... 125
El Evangelio de la familia en el Occidente
Un diccionario con todo el inglés indispensable. Dentro del proceso de renovación de contenidos y actualización de lemario y definiciones que Larousse Editorial ha acometido en toda la gama de inglés, el Diccionario Pocket ofrece: - Corrección de la edición anterior en una lectura global de la obra. - Actualización de neologísmos y vocabulario de la vida cotidiana. - Nuevo diseño. El diccionario contiene: - 80 000 traducciones - Más de 55 000 palabras y expresiones - Vocabulario esencial y tecnicismos frecuentes - Abundantes ejemplos de uso - Principales americanismos - Modelos de conjugación verbal irregular. Público: Estudiantes de inglés inicial y medio Viajeros
Evangelio 2016. Camino, verdad y vida - Ciclo C nos ofrece los Evangelios que se proclaman en la Misa diaria. Los domingos incorporan todas las lecturas y la antífona del salmo responsorial. Cada día ofrece un comentario pastoral y espiritual, precedido de un titular, y una sencilla oración. La página se complementa con el tiempo litúrgico correspondiente, la semana del salterio para la Liturgia de las Horas, la abreviatura de las lecturas del día, la memoria litúrgica, el santoral completo y la jornada conmemorativa para determinados días del año. El Evangelio ofrece, además, el Ordinario de la Misa, un calendario litúrgico, un índice alfabético de santos y advocaciones marianas, con la fecha de su celebración, un compendio de las principales oraciones del cristiano y un examen de conciencia en treinta preguntas. Disponible en dos tamaños, el Evangelio dedica una página para cada día, de lunes a sábado, y una doble página para los domingos.
Editoriale. UNA CHIESA MISERICORDIOSA PER UN MONDO FERITO -
Documento. IL NUOVO UMANESIMO IN CRISTO GESÙ. Discorso in occasione del 5o Convegno nazionale della Chiesa italiana -
Articolo. DIO MANCA, MA CI MANCA? Ambiguità sulla fede in alcuni scrittori contemporanei -
Articolo. IL CINEMA SECONDO GODARD -
Focus. LA CITTÀ DI ROMA -
Vita della Chiesa. LA CHIESA CATTOLICA LATINA NELLA TURCHIA DI OGGI. Spargere semi di senape a tutti i venti... -
Profilo. ELISABETH HESSELBLAD. Una pioniera dell'ecumenismo -
Intervista. GIUSTIZIA E ARMONIA: UN CONFRONTO COL PENSIERO CINESE. Intervista a Robin R. Wang -
Rassegna bibliografica. RASSEGNA BIBLIOGRAFICA -
Editoriale
UNA CHIESA MISERICORDIOSA PER UN MONDO FERITO
Vogliamo prendere spunto da tre espressioni di Papa Francesco, piccoli suggerimenti utili per concentrare le nostre riflessioni sull’imminente Anno giubilare della Misericordia. Il 17 marzo 2013, nel primo Angelus dopo la sua elezione a Papa, Jorge Mario Bergoglio citò un libro del cardinale Kasper, Misericordia. Concetto fondamentale del vangelo – Chiave della vita cristiana, dicendo: «E mi ha fatto tanto bene, quel libro, tanto bene…». Non molti, allora, potevano intuire l’importanza di questo argomento per il suo pontificato.
In quei momenti era altrettanto sconosciuto il significato del suo motto episcopale Miserando atque eligendo, che il medesimo Francesco poi ha spiegato durante l’intervista apparsa sulla nostra rivista (cfr A. Spadaro, «Intervista a Papa Francesco», in Civ. Catt. 2013 IV 449-477). Il Papa diceva: «Il gerundio latino miserando mi sembra intraducibile sia in italiano sia in spagnolo. A me piace tradurlo con un altro gerundio che non esiste: misericordiando».
Il terzo spunto ci viene da quella stessa intervista, quando Papa Francesco afferma chiaramente «che la cosa di cui la Chiesa ha più bisogno oggi è la capacità di curare le ferite e di riscaldare il cuore dei fedeli, la vicinanza, la prossimità. Io vedo la Chiesa come un ospedale da campo dopo una battaglia».
* * *
Chi tenga a mente questi suggerimenti non può restare sorpreso dal ruolo che la misericordia ha assunto nel magistero ordinario di Papa Francesco, né dalla sua convocazione dell’Anno giubilare della Misericordia. Naturalmente la misericordia è al centro della rivelazione biblica, perché si trova nel cuore del nostro Dio trinitario. In una prospettiva teo-antropologica, san Tommaso d’Aquino considerava che «fra tutte le virtù che riguardano il prossimo la prima è la misericordia, e il suo atto è il più eccellente: poiché soccorrere la miseria altrui è per se stesso un atto degno di chi è superiore o migliore» (Sum. theol., II-II, q. 30, a. 4), mostrando bene, così, che la misericordia ha sia una componente affettiva sia una componente effettiva.
L’ Anno giubilare della Misericordia avrà inizio l’8 dicembre, data che è stata scelta «perché è carica di significato per la storia recente della Chiesa». Esordirà con l’apertura della Porta Santa, nel «cinquantesimo anniversario della conclusione del Concilio ecumenico Vaticano II», un Concilio che ha seguìto l’invito di Papa Giovanni XXIII: «Apriamo le finestre della Chiesa per far entrare l’aria fresca dello Spirito».
Nell’Esortazione apostolica di Papa Francesco Evangelii gaudium (EG) leggiamo un altro invito ad essere una Chiesa aperta, perché «la Chiesa “in uscita” è una Chiesa con le porte aperte» (EG 46). Aprire i propri cuori e le proprie vite è un modo per mostrare misericordia.
Non c’è contrapposizione tra un partito della misericordia e un partito della verità. E nemmeno c’è alcuna contraddizione tra Papa Francesco e i suoi predecessori, se si hanno presenti, per esempio, la Caritas in veritate di Benedetto XVI o la Dives in misericordia di Giovanni Paolo II.
* * *
La Costituzione dogmatica conciliare sulla Chiesa Lumen gentium (LG) afferma autorevolmente: siccome «Cristo è stato mandato dal Padre “per annunciare ai poveri un lieto messaggio…, guarire quelli che hanno il cuore contrito” (Lc 4,18 Vlg), “a cercare e a salvare ciò che era perduto” (Lc 19,10), similmente la Chiesa abbraccia con amore quanti sono afflitti dall’umana debolezza, anzi riconosce nei poveri e nei sofferenti l’immagine del suo Fondatore povero e sofferente, cerca di sollevarne l’indigenza e in essi intende servire Cristo» (LG 8). Si tratta di un criterio guida per l’impegno della Chiesa e per il suo comportamento in una serie di situazioni. Come infatti ricorda la bolla papale d’indizione del Giubileo, la Chiesa è chiamata ad essere un’«oasi di misericordia», e non soltanto la Chiesa in generale, ma tutte le «nostre parrocchie, le comunità, le associazioni e i movimenti, insomma, dovunque vi sono dei cristiani» (Papa Francesco, Misericordiae Vultus, n. 12).
Citiamo due esempi di applicazione pratica di questo principio, entrambi delicati e significativi. Il primo si riferisce all’aborto. Come è ormai ben noto, Papa Francesco ha deciso «di concedere a tutti i sacerdoti per l’Anno giubilare la facoltà di assolvere dal peccato di aborto quanti lo hanno procurato e pentiti di cuore ne chiedono il perdono» (Lettera a monsignor Fisichella, 1° settembre 2015). Di certo ciò non nega il «dramma dell’aborto», che è «profondamente ingiusto». Ma, continua il Papa, una «genuina accoglienza [può andare unita] con una riflessione che aiuti a comprendere il peccato commesso, e indicare un percorso di conversione autentica per giungere a cogliere il vero e generoso perdono del Padre che tutto rinnova con la sua presenza». L’amore di Dio non è né rigido né permissivo. Né può esserlo la prassi misericordiosa della Chiesa.
Qualcosa di simile si può dire per quanto riguarda il secondo esempio che portiamo, riguardante la complessa realtà delle famiglie, con i loro fallimenti, sofferenze, fratture e vicoli ciechi. La Chiesa, come madre, riconosce la necessità di una misericordiosa attenzione pastorale in una varietà di situazioni, tra le quali: le coppie civilmente sposate o conviventi; le famiglie ferite, che comprendono le famiglie monoparentali; le persone che sono separate; i divorziati — siano o non siano risposati — e le persone di orientamento omosessuale. La misericordia di Dio dev’essere incarnata nella Chiesa di Cristo, mostrando caritas in veritate in modo concreto e convincente per le persone in tutte queste situazioni.
* * *
Se la Lumen gentium si concentra sulla Chiesa guardando più verso l’interno, un altro grande documento del Concilio, la Costituzione pastorale Gaudium et spes (GS), volge la sua attenzione sulla Chiesa nel mondo, nella sua dimensione ad extra. La misericordia è il cuore dell’identità, delle relazioni e della vita della Chiesa. Ma la misericordia si trova anche al centro dell’attività missionaria della Chiesa, perché tutte le realtà umane, e la società nel suo insieme, sono mosse dal cuore di Dio e vi si orientano. «Il Signore è il traguardo della storia umana, il fulcro nel quale convergono gli ideali della storia e della civiltà, il centro del genere umano, la gioia d’ogni cuore e il compimento delle loro aspirazioni» (GS 45).
Tornano alla mente e nel cuore le note frasi iniziali della Gaudium et spes: «La gioia e la speranza, la tristezza e l’angoscia degli uomini d’oggi, soprattutto dei poveri e di tutti i sofferenti, sono anche la gioia e la speranza, la tristezza e l’angoscia dei discepoli di Cristo, e non c’è nulla di veramente umano che non trovi eco nel loro cuore» (GS 1). Ora, come si applica questo messaggio al nostro mondo attuale? Certo, esso riecheggia un buon numero di situazioni difficili, specie in questa «cultura dell’esclusione» in cui viviamo. Senz’altro ci sono molti problemi rilevanti, ma i limiti dello spazio disponibile ci inducono a concentrarci soltanto su uno di essi.
Questo Editoriale viene sottoscritto da 10 riviste dei gesuiti d’Europa, ed è evidente che il nostro continente oggi sta affrontando una serie di crisi difficili: una crisi di profughi, una crisi umanitaria, una crisi politica. Che cosa ha da dire la misericordia in questa situazione? Il Papa stesso ha fatto luce su questo tema in diverse occasioni, tra cui spicca il suo recente messaggio per la «Giornata mondiale del migrante e del rifugiato», in cui offre la risposta della misericordia a questa sfida pressante: se siamo onesti con noi stessi e con la realtà, riconosceremo che «il Vangelo della misericordia scuote le coscienze, impedisce che ci si abitui alla sofferenza dell’altro e indica vie di risposta che si radicano nelle virtù teologali della fede, della speranza e della carità, declinandosi nelle opere di misericordia spirituale e corporale».
Quindi, come possiamo affrontare l’attuale crisi dei rifugiati in questa prospettiva evangelica? Da una parte, riconosciamo con tutto il cuore la risposta pronta e generosa di un numero significativo di persone, famiglie, comunità e organizzazioni di base della società civile. La solidarietà nasce dal cuore misericordioso. Anziché reagire con paura o egoismo, la maggior parte delle società europee ha risposto col cuore, facendo affiorare le proprie radici cristiane, a volte trascurate o scartate. D’altra parte, dobbiamo dire che questo tipo di risposta personale, benché necessario, non è sufficiente. La carità cristiana ha una dimensione politica. E la misericordia ha bisogno di incarnarsi nel regno del diritto.
Soprattutto quando ci si riferisce ai rifugiati, come in questo caso, il diritto internazionale va applicato tenendo presente l’aspetto vincolante, per tutti gli Stati, degli accordi sottoscritti. Quella di assistere le persone che fuggono dalla guerra non è una decisione facoltativa di alcuni politici: si tratta di un requisito delle normative internazionali e dei diritti umani.
Infine, va detto che i piani di emergenza umanitaria non possono oscurare la necessità di programmi di integrazione domestica a lungo termine, così come di un serio impegno in processi di pace per la fine delle guerre nei Paesi di origine dei rifugiati.
* * *
Misericordiae Vultus è un invito ad essere «misericordiosi come il Padre». Proprio come il padre della parabola di Luca non perse mai di vista il figlio (cfr Lc 15,20), tutti siamo invitati a tenere d’occhio i nostri fratelli e sorelle, a prestare attenzione alle loro situazioni ed esigenze, a scoprire i loro volti, a riconoscere una comune umanità. Come ha rilevato il filosofo ebraico-francese Emmanuel Lévinas, il volto dell’altro (il suo sguardo = vultus) crea un obbligo etico: «Il volto mi parla e così mi invita a una relazione. […] Il volto apre il discorso originario la cui prima parola è un obbligo» (Totalità e infinito, pp. 198; 201).
In una visione etica e cristiana, noi rispondiamo a questa chiamata aiutando l’altro nelle sue necessità. Come ha sottolineato sant’Ignazio di Loyola, «l’amore si deve porre più nelle opere che nelle parole» (Esercizi spirituali, n. 230). Le opere di misericordia sono la nostra risposta alla chiamata del nostro mondo ferito.
La Civiltà Cattolica
e le riviste Anoichtoi Horizontes, Brotéria, Choisir,
Ètudes, Razón y Fe, Signum, Stimmen der Zeit,
A Szív, Thinking Faith
della Compagnia di Gesù
© Civiltà Cattolica pag.415-419