Uno dei punti più difficili da capire per un meditante cristiano che inizia i primi passi verso il mistero del grande "Silentium mysticum", è la presenza di Cristo nel centro del suo silenzio. Per un cristiano, abituato da bambino a percepire il Vangelo attraverso la vita di Cristo stesso, narrata dagli evangelisti ed approfondita poi nelle successive catechesi parrocchiali, letture, riflessioni, feste liturgiche, ecc. Cristo è essenzialmente il Cristo dell’Incarnazione: è un Cristo con un volto, un'età e una dimensione umana che lo avvicinano all'uomo e lo fanno familiare, "provato in tutto come noi, tranne il peccato" (Eb 4,15). Ma quando il meditante cresce e si inoltra nel mistero di sé stesso e dell’aldilà del suo intimo, dovrà prima o poi fare i conti col mistero del grande Silenzio, quello che la tradizione cristiana chiama il "Silentium mysticum". Non credo di essere molto in errore se affermo che per ogni meditante cristiano di buona volontà la vera e propria prova che dovrà affrontare in questa tappa, non è tanto l’incontro con l’esperienza del silenzio stesso, (che poi può essere una bellissima esperienza), ma quello che chiamerei il Cristo silenzioso: Cristo senza volto, senza voce, senza forma né dimensione visibile e tuttavia Cristo presente, vivissimo, vicinissimo. Sembra un paradosso!
La parola «meditazione» si presenta come un termine ambiguo, nell'attuale intreccio di fedi e tradizioni religiose, e viene vissuta e praticata in modi diversi all'interno delle singole culture. La Meditazione Profonda e Autoconoscenza (MPA), è una via offerta a ogni tipo di persone, anche a quelle non vincolate a una determinata confessione religiosa. Presentata come via di sviluppo integrale dell'uomo verso l'amore universale, si adatta di fatto all'approfondimento e alla riscoperta della propria fede, anche nella pratica quotidiana. In questo libro parlano direttamente i partecipanti ai corsi di Meditazione profonda che provengono dal grande mercato o teatro del mondo, la «gente» dai mille volti nelle sue dimensioni sociali e spirituali.
Destinatari
Persone interessate ad approfondire la conoscenza della propria spiritualità e della propria fede.
Autore
MARIANO BALLESTER, gesuita spagnolo, ha studiato psicologia dell'esperienza spirituale presso la pontificia università Gregoriana di Roma e per vari anni ha diretto il Centro internazionale di pastorale della preghiera (CIPO) di Roma. Collabora con molte riviste di spiritualità italiane ed estere ed è autore di varie opere, tra cui, presso le Edizioni Messaggero: Iniziazione alla preghiera profonda (1987), Meditare un sogno (NE 2005), Fratello segno, sorella vita (2003). Da oltre vent'anni guida corsi di meditazione profonda.
Hoy hacen falta testigos más que maestros. Los maestros enseñan doctrinas. Los testigos han visto y dicen lo que han visto. Por ambos costados san Juan de la Cruz es testigo y maestro, mistágogo, porque enseña lo que ha experimentado y cómo lo ha vivido. Y lo hace con convicción y persuasión, y, además, exquisitamente. Sólo un pero para los lectores del tercer milenio. Escribió hace cuatrocientos años. Lo que testifica y enseña es inmutable, pero el molde ha cambiado muchísimo. ¿Cómo paliar esa desventaja? El autor ha roto el nudo. Su preparación, sensibilidad, el profundo conocimiento de san Juan de la Cruz y de los lectores así como su estilo han conseguido en una brava y eficaz tarea que san Juan de la Cruz escriba hoy su «Noche oscura», sus cartas o sus poesías. De ahí el título: «Una nueva lectura...». Con la valiosa originalidad de haber investigado las fuentes bíblicas, ascéticas y poéticas en que se inspiró san Juan, y la riqueza de los comentarios.
Véase también: Una nueva lectura de "Llama de amor viva" y de escritos breves de San Juan de la Cruz (PO0158); Una nueva lectura de "Subida del Monte Carmelo" (PO0164); Una nueva lectura de "Subida del Monte Carmelo" (PO0164); Una nueva lectura de "Noche oscura" de San Juan de la Cruz (PO0167).
Hoy hacen falta testigos más que maestros. Los maestros enseñan doctrinas. Los testigos han visto y dicen lo que han visto. Por ambos costados San Juan de la Cruz es testigo y maestro, mistagogo, porque enseña lo que ha experimentado y cómo lo ha vivido. Y lo hace con convicción y persuasión, y, además, exquisitamente. Sólo un pero para los lectores del tercer milenio. Escribió hace cuatrocientos años. Lo que testifica y enseña es inmutable, pero el molde ha cambiado muchísimo. ¿Cómo paliar esa desventaja? El autor ha roto el nudo. Su preparación, sensibilidad, el profundo conocimiento de San Juan de la Cruz y de los lectores así como su estilo han conseguido en una brava y eficaz tarea que San Juan de la Cruz escriba hoy su Llama de amor viva, sus cartas o sus poesías. De ahí el título: Una nueva lectura... Con la valiosa originalidad de haber investigado las fuentes bíblicas, ascéticas y poéticas en que se inspiró San Juan, y la riqueza de los comentarios.
Jesús Martí Ballester es licenciado en Teología, buen conocedor de los místicos españoles, predicador, escritor, conferenciante y fundador de la Institución Amor y Cruz. Es autor de varios libros sobre San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús
Hoy hacen falta testigos más que maestros. Los maestros enseñan doctrinas. Los testigos han visto y dicen lo que han visto. Por ambos costados San Juan de la Cruz es testigo y maestro, mistagogo, porque enseña lo que ha experimentado y cómo lo ha vivido. Sólo un pero para los lectores del tercer milenio. Escribió hace cuatrocientos años. Lo que testifica y enseña es inmutable, pero el molde ha cambiado muchísimo. ¿Cómo paliar esa desventaja? El autor ha roto el nudo. Su preparación, sensibilidad, el profundo conocimiento de San Juan de la Cruz y de los lectores así como su estilo han conseguido en una brava y eficaz tarea que San Juan de la Cruz escriba hoy su Cántico. De ahí el título: Una nueva lectura... Con la valiosa originalidad de haber investigado las fuentes bíblicas, ascéticas y poéticas en que se inspiró San Juan, y la riqueza de los comentarios.
Magistral canto elegíaco a la espiritualidad de otros tiempos, en COMPOSTELA Y SU ÁNGEL (1948) Gonzalo Torrente Ballester funde lo real con el mito y la leyenda, cristiana y pagana. La creación de un mundo lírico, fantástico y conmovedor, en el que no faltan los apuntes humorísticos, no excluye la reflexión sobre la compleja historia arquitectónica, política y religiosa, de la ciudad jacobea, ni el testimonio de las impresiones que sobre ella han dejado destacados visitantes, redondeando una obra en la que adquiere cabal plasmación la presencia de lo maravilloso en lo cotidiano.