¿Qué es el genio?: ésta es la pregunta que estructura este monumental estudio de cien mentes creativas de la historia de la literatura emprendido por el crítico norteamericano más importante del momento. Desde la Biblia hasta Sócrates, pasando por los trascendentales logros de Shakespeare y Dante, y llegando a Hemingway, Faulkner y Ralph Ellison, el autor señala las numerosas influencias de los escritores escogidos y su relevancia durante los siglos. El perspicaz análisis de la poesía de Milton, Shelley y Whitman, el teatro de Ibsen y Tennessee Williams y los relatos de Melville y Tolstói, entre muchos otros, permitirán al lector ampliar e iluminar el conocimiento y la apreciación de estas grandes obras de arte. Y no podían faltar autores tan imprescindibles en lengua española como Cervantes, García Lorca, Cernuda, Borges, Carpentier y Octavio Paz.
«La genialidad de Bloom consiste en devolvernos la conciencia del misterio de la literatura» (New York Times).
«Insuperable guía de lectura» (Jordi Llovet, El País).
«Este libro, sobre todo, nos anima a leer. En eso Bloom es impagable» (José María Pozuelo Yvancos, ABC).
Como todo libro provocador, heterodoxo, contracorriente, El canon occidental se ha visto envuelto en la polémica desde el mismo momento de su aparición en Estados Unidos. Harold Bloom, uno de los críticos literarios más prestigiosos de nuestro tiempo, retoma la antigua idea de canon, o «catálogo de libros preceptivos», y nos propone un recorrido por la historia de la literatura occidental a través de los veintiséis autores que él considera capitales, una tradición que, centrada en Shakes­peare, se extiende desde Dante hasta Beckett e incluye a escritores tan dispares como Cervantes, Tolstói, Wordsworth, Montaigne, Joyce, Dickens, Neruda, Emily Dickinson, Walt Whitman, Proust o Borges.
En una época en que los estudios literarios se ven contaminados por todo tipo de ideologías espurias y pretendidamente progresistas, cuyo emblema es lo «políticamente correcto», el autor reivindica la autonomía de la estética, el placer de la lectura sin intenciones de redención social y basada en el puro goce intelectual y verbal como reacción contra lo que él denomina la Escuela del Resentimiento: un mejunje crítico formado por multiculturalistas, marxistas, feministas, neoconservadores y neohistoricistas. Para Bloom, al igual que para Virginia Woolf, la crítica no es más que un intenso amor por la lectura, y ésa es la idea fundamental que nos transmite este lúcido ensayo.
«Todo lector encontrará algo que aprender en cada una de sus páginas» (Christopher Ricks, Washington Times).
«Bloom recupera brillantemente el concepto de canon occidental y la deslumbrante colección de obras que mejor lo representan» (R. Poirier).
«Leer bien es algo difícil de hacer y difícil de enseñar. Por eso este libro es importante» (Frank Kermode, London Review of Books).
Harold Bloom afirma, en esta necesaria antología, que para llegar aShakespeare y a Chéjov estaremos mejor preparados si hemos leído antes a Lewis Carroll y a Edwar Lear, por ejemplo. Frente a Internet, latelevisión y los videojuegos, que amenazan con alejar a los jóvenes de la lectura, Bloom presenta un libro que divierte, desafía y seduce alos lectores. La selección es muy amplia, y refleja la pasión y laerudición de quien, desmoralizado por el estado actual de laliteratura juvenil, investiga en las imaginativas obras del siglo XIX, e incluso anteriores, y elige poemas y relatos que expanden la mentey ofrecen la mágica compañía de la buena literatura.