Mucha sabiduría de siglos, sobre todo del Oriente cristiano, se recoge en estas páginas. Por ello, recomiendo vivamente su lectura. Tanto el card. Spidlík como el p. Rupnik nos hablan de sí mismos: el primero, de su sabiduría acumulada en tantos años de contacto con los grandes maestros espirituales; el segundo, de su actividad artística, impulsada también ella por el deseo de hacer que los hombres conozcan a Dios. Uno de los aspectos del «conocimiento» es, sin duda, gustar la belleza divina, la visión de la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo (cf. 2 Cor 4,6). El lector tiene en sus manos un excelente instrumento para penetrar cada vez más en la luz del Dios amor. (Del prólogo de mons. L. F. Ladaria, SJ, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe).
Este libro surge de años de práctica pastoral en distintos lugares de Europa y otros tantos años de estudio y de enseñanza de la teología. La experiencia directa con las personas ha aumentado la exigencia de acoger la inspiración para tomar decisiones en teología, sobre todo en cuanto al método con el que hacerla, junto con la necesidad del encuentro entre las tradiciones cristianas presentes en el continente europeo. Hoy constatamos la urgente necesidad de un replanteamiento global del método de la teología. Es necesaria una visión orgánica, donde el teologar no signifique encerrarse en un lenguaje hermético, en metodologías impropias, produciendo así una serie de teologías de las cuales la más popular, la más divulgativa, sería la evangelizadora. La fragmentación, característica de todo el saber, llega a ser aquí fatal. Este libro quisiera ser un intento de una investigación teológica que asume responsablemente su propia visión orgánica —que pasa desde la Biblia, a la liturgia, a la reflexión, al dogma y a la vida espiritual— y que, por su misma naturaleza, es misionera y dialogante, por tanto, capaz de crear el lenguaje para un encuentro intercultural.