El filósofo Byung-Chul Han dirige ahora su mirada crítica hacia las nuevas técnicas de poder del capitalismo neoliberal, que dan acceso a la esfera de la psique, convirtiéndola en su mayor fuerza de producción. La psicopolítica es, según Han, aquel sistema de dominación que, en lugar de emplear el poder opresor, utiliza un poder seductor, inteligente (smart), que consigue que los hombres se sometan por sí mismos al entramado de dominación.
En este sistema, el sujeto sometido no es consciente de su sometimiento. La eficacia del psicopoder radica en que el individuo se cree libre, cuando en realidad es el sistema el que está explotando su libertad. La psicopolítica se sirve del Big Data el cual, como un Big Brother digital, se apodera de los datos que los individuos le entregan de forma efusiva y voluntaria. Esta herramienta permite hacer pronósticos sobre el comportamiento de las personas y condicionarlas a un nivel prerreflexivo. La expresión libre y la hipercomunicación que se difunden por la red se convierten en control y vigilancia totales, conduciendo a una auténtica crisis de la libertad.
Según Byung-Chul Han, este poder inteligente podría detectar incluso patrones de comportamiento del inconsciente colectivo que otorgarían a la psicopolítica un control ilimitado. Nuestro futuro dependerá de que seamos capaces de servirnos de lo inservible, de la singularidad no cuantificable y de la idiotez –dice incluso– de quien no participa ni comparte.
El Libro del Tao ha sido considerado la obra más bella de la antigua literatura china y el texto fundacional del taoísmo. Su autoría se atribuye a Lao-Tsé, que vivió probablemente entre los siglos VI y III a.C. Es un conjunto de proverbios y rimas que diseñan un comportamiento sabio para la vida: un camino (llamado Tao) que no está ya trazado, sino que se hace al andar; como el curso del agua que depende del cauce por el que transcurre, el camino del Tao es la verdad subyacente e invisible que nos guía. Como el agua, el hombre sabio es capaz de vivir según el Tao, acomodándose a su naturaleza y a la naturaleza.
Mevlânâ Rûmî (1207, Balj, Afganistán -1273, Konya, Turquía) constituye una de las cimas de la espiritualidad universal. Inspirador de la escuela sufí de los derviches giróvagos, conocidos por su danza circular, Rûmî es autor de una vasta obra poética en lengua persa que deriva del gozo de la experiencia unitiva con Dios.
Las perlas sufíes que Halil Bárcena recoge en el presente volumen, en traducción directa del persa, constituyen una especie de antología del saber y el sabor del maestro sufí. Reflejan los aspectos cardinales de su filosofía espiritual, cuyo empeño es mostrar al ser humano el camino de retorno a su identidad perdida y olvidada: el Centro del cual todo emana y nada se aparta. Cada una de estas perlas se presenta acompañada de un comentario que solo pretende acercarnos al pensamiento de Rûmî e invitarnos a realizar nuestra propia lectura meditativa.
Esta edición incluye veinte caligrafías que recrean, con un estilo inspirado en la tradición caligráfica otomana, palabras clave y fórmulas iniciáticas, tanto en árabe como en turco y persa, que nos introducen sutilmente el universo espiritual de Rûmî.
En el presente estudio sobre Charles Sanders Peirce (Cambridge, 1839 - Milford, 1914), Mauricio Beuchot (Torreón, 1950) interpreta los rasgos principales de la filosofía de este pensador estadounidense. Aborda temas como su filosofía del lenguaje, su semiótica, su lógica, su ontología y algunos aspectos más. Según hace notar Beuchot, Peirce es uno de los grandes genios de la filosofía moderna. De ahí la importancia de señalar algunos puntos sobresalientes que indican la utilización del concepto de analogía, por ejemplo, la iconicidad, es decir, lo propio del signo icónico. Esta obra no es sólo un estudio sobre la actividad filosófica de Charles Sanders Peirce, es una reflexión desde la hermenéutica analógica de Mauricio Beuchot. Por ello, el presente estudio cobra doble relevancia desde el punto de vista filosófico contemporáneo.
Nuestra vida natural se entremezcla constantemente con otras vidas: narradas, imaginadas, inventadas. Hoy más que nunca -dice Bodei-, en una sociedad poblada de modelos con los que identificarse, la ilusión de un yo autónomo se vuelve todavía más incierta y deriva en un sujeto que debe reinventarse constantemente.
Cuando sentimos que nuestra vida se ha quedado estrecha, que no nos basta con lo que somos, nos servimos de la imaginación como antídoto y guía. Gracias a la imaginación, podemos desafiar los condicionantes no elegidos y proyectar la existencia más allá de sus confines; podemos vivir otras vidas, que se alimentan no solo del encuentro con otras personas y situaciones reales, sino también de figuras y modelos procedentes de textos literarios y de los medios de comunicación.
Desde que los modelos con los que identificarse se han ampliado, poblándose de celebridades, la construcción de un yo autónomo se ha vuelto más incierta. En este contexto, Bodei nos invita a «crecer sobre sí y alejarse de sí»: apropiarnos de nuestra mejor parte y, a la vez, experimentar trayectorias alternativas. En el fondo, no existe un yo compacto, un todo unitario del que se pueda ser dueño absoluto. Cada uno de nosotros es el fruto de una continua reinvención de sí e interacción con los demás: es en la propia identidad donde crece la diferencia, con todas las dificultades, las ansias, los extravíos que esto comporta. Ser huéspedes de la vida quiere decir vivir en el límite entre interior y exterior, identidad y diferencia, sí mismo y otro.
«En los mejores casos –escribe Bodei− respecto a la vida realmente vivida, las vidas imaginadas resuenan como los armónicos naturales en la música, vibraciones que acompañan la nota fundamental, enriqueciendo su timbre.»
Obra editada por Harald Schöndorf
El Diccionario de filosofía de Walter Brugger es un obra de referencia clásica desde hace más de cincuenta años. Presentamos aquí su nueva edición, totalmente revisada y ampliada bajo la dirección de Harald Schöndorf (profesor de Epistemología e Historia de la Filosofía en la Hochschule für Philosophie de Múnich).
Casi todos los artículos han sido reescritos con el fin de recoger los grandes cambios que se han producido en el panorama filosófico de las últimas décadas. Asimismo, se han introducido nuevas entradas, relativas sobre todo a la filosofía del lenguaje y a la filosofía política. No obstante, el conjunto respeta la fisonomía y el espíritu de la obra original de Brugger.
El cuerpo de artículos va acompañado de una bibliografía selecta orientada a facilitar un estudio más profundo de los conceptos. El diccionario se complementa con un amplio esquema de la historia de la filosofía, tanto oriental como occidental.
Esta serie de cinco entrevistas realizadas por Marc-Antoine Vallée nos descubre la trayectoria de Jean Grondin, el reputado filósofo canadiense. Mediante la reconstrucción de su itinerario filosófico, especialmente los trabajos sobre la tradición hermenéutica y sus principales representantes –Heidegger, Gadamer y Ricœur−, aflora una reflexión apasionante sobre algunas de las facetas de la gran cuestión del sentido. ¿Hay uno inmanente a la vida? ¿Cómo articulan el arte y la literatura nuestra experiencia del mismo? ¿Cuál es la contribución de la religión a la reflexión filosófica sobre él? El resultado de las conversaciones es una resistencia crítica a cualquier reducción nominalista, constructivista o nihilista del sentido, es decir, a una realidad simplemente ilusoria, construida o facticia.
Marc-Antoine Vallée es es doctor en Filosofía por la Universidad de Montreal. Además de la presente obra, ha publicado Le sujet herméneutique. Étude sur la pensée de Paul Ricœur y Gadamer et Ricoeur. La conception herméneutique du langage.
Joan-Carles Mèlich prosigue en esta obra la reflexión filosófica sobre la condición humana que ha desarrollado previamente en Filosofía de la finitud y Ética de la compasión, centrándose ahora en la moral. A diferencia de la ética, que es la respuesta que damos a la interpelación del otro en una situación imprevisible, la moral es una metafísica que rige nuestra vida cotidiana, nos dice quiénes somos, si lo que hacemos es normal, si lo que pensamos es perverso o si nuestra vida tiene valor. Se trata de un conjunto de categorías, marcos, normas y procedimientos basado en principios absolutos e indudables.
La lógica moral organiza nuestro modo de ser en el mundo y protege a los que quedan bajo su «ámbito de inmunidad», pero, al mismo tiempo, ignora y desprecia a los que no son considerados personas, a los que no poseen dignidad. A estos se los puede eliminar sin tener sentimiento de culpa. Por eso, en toda moral opera una lógica de la crueldad.
«Lo interesante de la propuesta de Mèlich es el haber ahondado en el carácter eminentemente indigente de la condición humana; no somos perfectos sino seres llenos de ausencias que solo colmamos con la presencia de los otros.» Cultura/s, La Vanguardia
Tanabe Hajime está considerado como la figura más destacada de la filosofía japonesa contemporánea después de Nishida. Es, junto con este, uno de los máximos representantes de la Escuela de Kioto, un movimiento de ideas filosóficas, religiosas, sociales y políticas que surge en el convulso Japón de la primera mitad del siglo XX, y que se caracteriza por una apropiación de la filosofía occidental desde la tradición milenaria del budismo Mahāyāna.
Filosofía como metanoética (1945), obra magna del autor, confronta el budismo de Shinran (1173–1262) con pensadores occidentales como Eckhart, Kant, Schelling, Hegel, Pascal, Kierkegaard, Nietzsche y Heidegger. El resultado es una relectura de la mística y un replanteamiento de la religión desde la dinámica de la nada. Así, constituye un valioso marco de relanzamiento histórico, ya que la nada es uno de los motivos más recurrentes en el ambiente espiritual de nuestro tiempo, en el cine, la poesía y la literatura.
Como James Heisig señala en la introducción, esta traducción es el fruto de décadas de esfuerzo colectivo para dar a conocer la Escuela de Kioto, ya que los cataclismos históricos que sus representantes vivieron hacen que dicha escuela tenga mucho que aportar a la historia del pensamiento y a nuestras sociedades en crisis.
El presente volumen, compuesto por cuatro artículos del autor publicados previamente en diferentes medios, se centra en la dimensión humana de la religión.
El primer texto nos habla de la conversión a la que están llamadas las religiones, ya que no tienen el monopolio de la dimensión religiosa del hombre, que resurge a pesar de las esclerosis culturales y de las mismas religiones. El segundo se refiere al estudio de las religiones, un estudio que no ha de separarlas del mundo, como sucede a menudo. El tercero se ocupa del cuerpo del hombre, hoy desgraciadamente castigado por quien lo convierte en ídolo o lo deprecia. Sin el cuerpo, la dimensión religiosa se evapora o se transforma en violencia. Por último, el autor nos habla de medicina y religión. Salud y salvación no han de confundirse, pero solo existen si se mantiene entre ellas una interdependencia armónica.
Según Panikkar, la tendencia a crear un ámbito estrictamente «religioso», separado del mundo y del cuerpo, beneficia a ideologías totalitarias en la ciencia y la política. El autor es un crítico radical del abuso de la tierra y del hombre en el que nos encontramos inmersos, pero ejerce esta crítica desde una visión de paz posible, experimentada, ineludible.
La filosofía china clásica se desarrolló dentro del marco temporal que, por su relevancia en la historia de la humanidad, Karl Jaspers denominó era axial; una época comprendida entre los siglos VIII y II a. C., en la que también se dieron cita Buda, los profetas judíos, Zaratustra y los filósofos griegos.
A pesar de la diversidad de Estados y sistemas políticos surgidos desde entonces, seguimos conviviendo con regímenes autoritarios y preguntándonos cómo se podría crear y asegurar una convivencia humana digna. Esta es precisamente la pregunta central de la filosofía china clásica: cómo llevar una vida consciente, correcta y con éxito, ya sea en familia, en sociedad y dentro de un Estado o bien retirándose de todas estas instituciones que imponen sus normas y obligaciones sobre el individuo. Se trata, por lo tanto, de una filosofía eminentemente práctica.
Schleichert y Roetz ofrecen una presentación sucinta y clara, un texto accesible al lector no especializado en la materia. Repasan este periodo histórico conocido como el de las “cien escuelas”, prestando especial atención al confucianismo, a las alternativas al mismo planteadas por Mo Di y Yang Zhu, al daoísmo, al legalismo, al punto álgido que representa Xunzi y a la Escuela de los nombres, así como al desarrollo posterior de la filosofía en China. El lector tiene en sus manos una obra que, desde su primera publicación en alemán, se ha convertido en un texto de referencia.
Filósofo y teólogo, personalidad inclasificable y controvertida, Kierkegaard continúa siendo una referencia para casi todos los pensadores contemporáneos. Doscientos años después de su nacimiento, el significado de su obra es un misterio, como si fuera imposible desentrañar su secreto. Es más, podría afirmarse que la suya es una «filosofía del secreto», ya que ejerció, con plena conciencia, una filosofía hermética. Así, como en el caso de Heráclito, ha dado lugar a una ingente producción hermenéutica, a interpretaciones variadas y, a veces, contrapuestas. Lo cierto es que sigue despertando el interés, inclusive en una sociedad descristianizada, descreída, atea y nada idealista como la actual, y la mirada contemporánea ha sabido encontrar en él nuevos aspectos, antes ocultos o relegados a un segundo término.
El presente volumen, prologado y editado por Fernando Pérez-Borbujo, busca dar a conocer esos nuevos aspectos. En él, algunos de los más reconocidos estudiosos de la obra kierkegaardiana nos abren los ojos a una concepción poliédrica del genio danés. Jon Stewart contextualiza históricamente su pensamiento; Jacobo Zabalo nos sumerge su «esfera estética»; María J. Binetti analiza la esfera ética; Francesc Torralba nos introduce en la dimensión religiosa y, finalmente, Luis Guerrero aborda la dimensión social.
Lo que asoma es la mirada universal y polifónica de Kierkegaard, cercana a amplios sectores de la humanidad, de ideología e índole diversas; una mirada que supo percibir en su tiempo una crisis sin precedentes en la cual un nuevo fundamento todavía escondido emergía «secretamente» entre las ruinas de los viejos pilares derruidos. La lectura contemporánea de su obra puede acercarnos a verdades profundas y estables sobre la condición humana.