Un estudio novedoso sobre una cuestión de importancia capital para la fe cristiana: ¿dieron culto a Jesús los primeros cristianos? Para responder a esta pregunta, Dunn analiza exhaustivamente todos los términos o frases relacionados con el culto.
Se trata, por tanto, de un estudio lexicográfico minucioso mediante el que se va desplegando la pluralidad semántica de los términos y conceptos implicados. Su conclusión es negativa: no, los primeros cristianos no dieron culto a Jesús, sino a Dios mediante Jesús en el Espíritu Santo. Convencidos como estaban de que en Jesús se había abierto una puerta definitiva y nueva en la relación recíproca entre el Dios y los seres humanos, los títulos divinos que se atribuyen a Jesús tienen una función paradójica: al tiempo que revelan su identidad, impiden a los cristianos disponer a su antojo del misterio insondable y abismal del Dios en él revelado. Jesús no abre totalmente el misterio, pero tampoco lo encierra, más bien, lo entre-abre. Es el centinela del ser de Dios y del ser del ser humano.
Este estudio puede contribuir, sin lugar a dudas, a replantearse la cuestión trinitaria de un modo que estimule, recíprocamente, el diálogo del monoteísmo cristiano en el contexto de las otras religiones monoteístas.
Este libro pretende ser, modestamente, una guía actual para la lectura del Nuevo Testamento, una guía que no presupone conocimientos previos y que se dirige tanto al creyente como al no creyente, a aquel que quiere leer solo y al que quiere leer en grupo, al que quiere proseguir la lectura y al que quiere comenzarla.
Cada «etapa» de esta guía está dividida en dos:
1. Una presentación general de un libro o de un grupo de libros.
2. Una serie de «itinerarios» que permiten libar en el seno del libro o de los libros.
Según los gustos o los deseos, cada lector puede recorrer el conjunto del Nuevo Testamento o bien detenerse en un libro y estudiarlo de un modo más preciso. Pero, sobre todo, el lector tiene el derecho, e incluso el deber, de ir más allá. Para utilizar bien esta guía, es preciso superarla, discutirla, interrogarla, no aceptar nada de lo que dice sin haberlo verificado en el texto. Una guía está hecha para ser manoseada, anotada, subrayada y, finalmente, abandonada.
Tres panoramas del Nuevo Testamento: En el panorama "histórico" se estudia la historia y el mundo en el que se desarrolló el Nuevo Testamento. En el panorama "literario" se considera el texto en sí mismo como literatura, en su estructura interna textual y en su génesis histórica. Y en el panorama "teológico se llega al objetivo último de este estudio: al significado teológico del texto del Nuevo Testamento en su estructuración histórico-teológica.