Summa Daemoniaca es el más completo tratado de demonología que existe hoy día en la Iglesia Católica. Escrito en el siglo XXI, ha sido pensado para ser usado en seminarios y universidades.
Construida esta obra desde el punto de vista de la Iglesia, en ella se contiene cuanto se conoce acerca de la naturaleza del demonio, el infierno, la posesión diabólica, el exorcismo y todos los temas relacionados con estos poderes de las tinieblas.
El tratado se comenzó a escribir con la meta de lograr una sola obra que abarcara de un modo completo y exhaustivo el campo del demonio para ser usado en la formación de sacerdotes.
Después de doce años de trabajo y la entrevista con centenares de exorcistas de todo el mundo, se trata del trabajo más serio y profundo sobre la parte tenebrosa de la Creación
Libro pensado para aquellos que dotados ya de los conocimientos esenciales sobre el demonio y la posesión desean profundizar en cuestiones teológicas de detalle. Es un libro que aborda en profundidad el tema de la atención pastoral a los posesos, el exorcismo en otras épocas y religiones, cuestiones exegéticas complejas y que ofrece además una abundante relación y descripción de casos de posesión y distintas influencias demoníacas. No se aconseja su lectura antes de haber abordado la lectura de Summa Daemoniaca pues los fundamentos de este campo se encuentran en ese primer libro. Sin embargo, es muy recomendable para los exorcistas por los consejos concretos que da para desempeñar esa función.
En los tiempos convulsos del Postconcilio una radio alemana invitó a catorce teólogos para comentar los artículos del Credo, destacando más allá de las modas teológicas el elemento permanente del patrimonio de la fe, radicando tales afirmaciones en los acontecimientos que narran los Evangelios y subrayando su significado para el individuo y para la comunidad. Muchos de aquellos hombres son hoy considerados los mayores teólogos del siglo XX, y algunos de ellos (destacadamente Joseph Ratzinger, actual Benedicto XVI) han sido llamados a servir a la Iglesia universal. Aquellas intervenciones han dado lugar a un libro de plena vigencia para comprender nuestra fe, escrito con espíritu divulgativo por los mayores especialistas. «No sólo siguen siendo válidos los motivos que llevaron a la preparación de este libro, sino que resultan cada vez más actuales. Sigue siendo urgente expresar en lenguaje actualizado y hacer accesible a todos el contenido de la fe cristiana, y más en una época en que crece rápidamente su desconocimiento y en que múltiples presentaciones, apoyadas en la fuerza de grandes medios de comunicación, distorsionan la imagen de Cristo y de la Iglesia a los ojos del gran público. Y, por otra parte, se hace necesario hoy día justificar incluso el acto del hombre creyente, la rotunda afirmación de la propia persona y de las propias convicciones profundas implicada en las breves palabras `yo creo`» (del prólogo de Mons. Alfonso Carrasco)
Este libro está llamado a tocar los corazones y a ayudar a sus lectores a centrarse de nuevo en lo esencial. La vida cristiana llega a su plenitud en el corazón a corazón del discípulo con su Maestro. Nadie está excluido de este camino de santidad que es simplemente, por el don de la gracia, una amistad entre el hombre y su Dios.
Bernhard Häring ha sido un autor que ha desempeñado un papel significativo en los debates del siglo XX para resolver los nuevos problemas surgidos en el matrimonio y la familia (controversias sobre los fines del matrimonio, la naturaleza del amor conyugal, la relación entre los diversos significados del acto conyugal, la paternidad-maternidad responsable, etc). El trabajo se centra en analizar el pensamiento del autor a propósito del tema central de la Encíclica Humanae vitae: la inseparabilidad de los significados unitivo y procreador del acto específico del amor conyugal. Posteriormente, y partiendo de las conclusiones de Häring en torno a la anticoncepción, se intenta una síntesis crítica a la luz de la doctrina magisterial y de algunos autores que tratan la cuestión.
Dos preocupaciones fundamentales están en la base de esta obra. En primer lugar, la de ofrecer una suficiente información positiva, sobre todo de los principales datos neotestamentarios y de la tradición y el magisterio de la Iglesia sobre el misterio de Dios uno y trino revelado en Cristo; pero también de las principales aportaciones sistemáticas sobre este tema, que han orientado en la historia la reflexión teológica o ejercen un influjo notable en la actualidad. En segundo lugar, la de articular este abundante material en una síntesis coherente que haga ver la relación intrínseca entre las diversas cuestiones estudiadas. El misterio de Dios es incomprensible para nuestra razón humana, pero ello no impide que la enseñanza que la Iglesia nos ofrece acerca de él sea profundamente armónica. Toda reflexión teológica deberá poner de relieve esta coherencia interna, de la que hablaba el concilio Vaticano 1. En todo caso el esfuerzo del creyente por dar razón de la esperanza (cf. 1 Pe 3,15) no puede jamás ser confundido con la pretensión de someterlo todo al imperio de nuestra razón. Esta obra, ahora profundamente remodelada, ansía contribuir a que se hagan realidad las palabras de Jesús: «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo» (Jn 17,3).
Luis F. Ladaria, S.l., nació en Manacor (Mallorca) en 1944. Realizó sus estudios teológicos en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, en la Philosphiseh-Theologische Hochschule Sankt Georgen de Frankfurt am Main (Alemania) y en la Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo el doctorado. Enseñó teología dogmática en la Universidad Pontificia de Comillas y ha sido desde 1984 profesor ordinario de esta misma materia en la Facultad de Teología de la Universidad Gregoriana. Fue miembro de la Comisión Teológica Internacional de 1992 a 1997 y Secretario General de la misma de 2004 a 2009. En julio de 2008 fue nombrado arzobispo titular de Thibica y Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Entre sus publicaciones, tiene otro libro importante editado con nosotros: La Trinidad misterio de comunión, 2ª edición (Salamanca 2007).
Escribo estas páginas pensando sobre todo en quienes a lo largo de estos años os habéis ido alejando de la fe que vivisteis de niños. He escuchado muchas veces vuestras preguntas e interrogantes. Algunos me habéis contado con detalle vuestra trayectoria. Entiendo vuestras dudas y prejuicios: ya no sabéis si creéis o no; no sabéis si Dios os interesa para algo. Conversando con vosotros y «escuchando» vuestro corazón he llegado a una convicción: Dios puede ser una «sorpresa» para muchos de vosotros. Conoceríais una alegría nueva si aprendierais a vivir con él de otra forma. Vuestra vida se transformaría si acertarais a vivir a gusto con ese Dios amigo que se nos revela en Jesús.
En las páginas de este libro se recogen los frutos de la larga labor docente de Medard Kehl en la Escuela Superior Filosófica-Teológica de Sankt Georgen (Frankfurt). El autor analiza el tratado teológico clásico De Deo creatore desde una perspectiva absolutamente distinta de la de los tratados escolásticos clásicos, con mentalidad de hombre moderno y se plantea, en términos explícitos, la pregunta de si es posible conciliar las afirmaciones científicas con las bíblico-teológicas e incluso si no es el ateísmo un elemento intrínseco de las modernas concepciones sobre el cosmos.
La exposición se hace con sensibilidad moderna, es decir, desde una conciencia sensibilizada por las experiencias vividas por el hombre contemporáneo. Así, el problema del mal se analiza desde la óptica del holocausto y también se abordan cuestiones ecológicas bajo el prisma de la responsabilidad del hombre por la conservación del universo que Dios le ha concedido en calidad de préstamo. Como derivación del diálogo entre las diversas confesiones, se analizan los puntos de convergencia y divergencia entre la fe en la creación del islam y del cristianismo.
Casi nadie pone en duda hoy el valor de la parroquia, pero sí se habla de la necesidad de que adopte nuevas formas en su realización, pues se constatan sus limitaciones frente a una acción pastoral cada vez más marcada por la movilidad y deudora de una nueva sensibilidad centrada en la experiencia personal y comunitaria.
Ante esta nueva situación, los autores de este libro afirman que la "nueva parroquia" no se derivará, pura y simplemente, de una doctrina ni de una concepción teórica, ni se creará por decreto. Se creará a través de innovaciones y reformas sucesivas y, sobre todo, gracias a las enseñanzas a las que esa misma evolución dé lugar. Fiel a su larga historia, la «nueva parroquia» aparecerá entonces como el modo continuo de adaptarse que tiene la Iglesia para estar presente en la sociedad, para proponer la Buena Noticia del Evangelio a todo recién llegado y para acompañar a los seres humanos mientras caminan.
Esta propuesta aleja la reflexión de aquellas cuestiones que afectan únicamente a la gestión: el número de sacerdotes, las estadísticas sobre la práctica dominical y los recursos financieros. Se trata esencialmente de descubrir los signos y las imágenes de la presencia de Dios que vive en medio de su pueblo: ¿acaso no se deja Dios reconocer y encontrar en la intersección y en los cruces de nuestros caminos humanos?
ALPHONSE BORRAS, sacerdote de origen español, es vicario general de la díócesis de Lieja (Bélgica) desde el año 2001, trabajo que compagina con la docencia de derecho canónico en la Universidad Católica de Lovaina y en el Instituto Católico de París. Ha cultivado también la reflexión teológica a través de numerosos artículos sobre eclesiología y teología del ministerio.
GILLES ROUTHIER, autor de numersosas publicaciones, es vicedecano de la Facultad de Teología y Ciencias Religiosas de la Universidad Laval (Québec) y profesor invitado del Instituto Católico de París. Se ha especializado en el Vaticano II y en lo que este acontecimiento ha supuesto para la Iglesia, fundamentalmente en lo que se refiere a la metamorfosis de las parroquias, los desafíos de la transmisión de la fe y la emergencia de los nuevos ministerios.
La sociedad y la Iglesia se encuentran bajo el signo de la transformación y el cambio. Esta situación, dramática en ocasiones, influye de manera significativa en la percepción del ministerio sacerdotal, de su existencia y su tarea.
Todos los aspectos que conforman este hermoso y necesario servicio eclesial encuentran en la eucaristía su expresión más profunda y luminosa. En ella se transparenta el pueblo de Dios que camina hacia la felicidad (beatitudo) completa y permanente del Dios de Jesucristo. Y en ella y a partir de ella el sacerdote se convierte en «servidor de la alegría», aquella que brota del anuncio del mensaje pascual.
ENGLISH:
"Priests: Servants of Joy"
Both our society and our Church are subjected to transformation and change. Obviously this has a significant effect on the understanding of priestly ministry, on the life and task of priests. They will have to be “servants of joy”, that joy born out of the preaching of the Gospel message to God’s people in their journey toward the eternal and absolute happiness of Jesus’ God.
La Antropología Teológica es una materia extraordinariamente interesante, tanto para la sistematización de la teología, como para la evangelización. El Pontificado de Juan Pablo II ha supuesto una importante aportación y ha dejado planteado un reto: la importancia de la antropología cristiana en la evangelización, porque es una oferta de sentido para todos los hombres.
Este volumen quiere responder al reto de Juan Pablo II e intenta ofrecer una síntesis orgánica de la antropología cristiana, centrada en el designio divino para el hombre en Cristo y su realización en el misterio pascual. Se hace un esfuerzo por recoger lo que la teología cristiana ha elaborado a lo largo de los siglos. Por eso, este manual presta mucha atención a la teología patrística y a los exponentes principales del pensamiento cristiano antiguo y moderno. Los temas de la gracia son muy importantes de cara al diálogo ecuménico, con la teología protestante y ortodoxa; por eso se tratan con particular cuidado los capítulos sobre la divinización y la justificación. Además, se establece un diálogo con la cultura moderna, mostrando los contrastes con la oferta cristiana. Como quería Juan Pablo II, esa oferta es un camino de evangelización. Especialmente la idea cristiana sobre la verdad, la libertad y su sentido, la sexualidad humana y los ideales para la sociedad.
Pocos autores espirituales como el de esta obra y de muchas otras, corredor de miles de caminos de Oriente a Occidente, creador del movimiento intercesor "Manos alzadas", etc., para enseñarnos con experiencia y sencillez a jugar el verbo interceder. Interceder (del latín inter y cedere) significa posicionarse entre, mediar, intervenir para solucionar un problema. En el mundo de la oración cristiana significa hacer de puente entre Dios y los hombres, convertirse en canal de doble dirección, por el que las aspiraciones de los hombres suban a Dios y la gracia divina fluya a los hombres. La alabanza y la intercesión: sus dos alas para volar en el espíritu