Rousseau, personaje excéntrico y rebelde, fue un pensador contradictorio e inclasificable, cuyo legado ha sido reclamado y repudiado al mismo tiempo por las tres ideologías que han dominado el pensamiento político moderno: liberalismo, socialismo y nacionalismo. He aquí la versión manga de su obra capital, libro de cabecera de los revolucionarios de 1789 y de figuras posteriores como Simón Bolívar y Fidel Castro.
«El hombre ha nacido libre, pero por doquier se encuentra encadenado […] tan pronto como pueda sacudirse el yugo, [el pueblo] obrará mucho mejor si así lo hace; pues al recobrar su libertad basándose en el mismo derecho por el que le fue arrebatada, prueba que está legitimado a disfrutar de ella.»
Le Fantasticherie nascono dagli appunti sparsi che Rousseau stilava nel corso di lunghe passeggiate solitarie, meditando sulla natura, sulla società, sul rapporto tra sé e gli altri. Il filosofo francese rievoca così il proprio passato, descrivendone sensazioni e sentimenti con accenti vivissimi. Il risultato di queste riflessioni sono alcune tra le più belle pagine della letteratura moderna, animate da una freschezza sempre nuova. Il testo è qui accompagnato dagli apparati critici realizzati da Henri Roddier per la celebre edizione dei Classiques Garnier. Oltre ad alcuni capitoli che ricostruiscono la genesi ideale e materiale dell'opera, il curatore offre preziosi documenti: dalla ricostruzione della topografia di Parigi all'epoca delle "passeggiate" alle testimonianze dei contemporanei dell'autore, all'indagine sulla parte avuta da Rousseau nell'evoluzione di alcuni concetti letterari fondamentali.
Iniciadas en el otoño de 1776, LAS ENSOÑACIONES DEL PASEANTE SOLITARIO pueden ser consideradas como el testamento de JEAN-JACQUES ROUSSEAU (1712-1778). El término «ensoñaciones» alude tanto a los estados contemplativos, casi místicos, como a las meditaciones basadas en el raciocinio más riguroso. La traducción de Mauro Armiño ha tomado como referencia el texto definitivamente fijado tras décadas de investigaciones eruditas; el prólogo y las notas aclaran los principales problemas de interpretación del manuscrito. El volumen ofrece como complemento, además de una breve cronología, cinco apéndices: las veintisiete «Cartas de baraja», también póstumas; los treinta y cinco fragmentos que componen «Mi retrato»; cuatro cartas dirigidas a Malesherbes en enero de 1762; la semblanza hecha por Bernardin de Saint-Pierre, evocación doméstica de los hábitos y manías cotidianas de Rousseau, y un texto del Abate Rozier. Del mismo autor en Alianza Editorial: «Del contrato social. Discursos» (CS 3800), «Emilio, o De la educación» (H 4400), «Cartas a Sofía» (H 4405) y «Las confesiones».