
El comienzo de la filosofía lo constituye la indagación de los primeros pensadores griegos acerca de la razón primordial de todo, a la que denominan «Dios» o lo «Divino». El pensamiento cristiano, por su parte, está presidido, desde un principio y durante toda la Edad Media, por la idea de «Dios», que fundamenta filosóficamente. Y los más insignes pensadores de la Edad Moderna profesan a su manera la creencia en la existencia de Dios, haciendo de ella el fundamento y contenido principal de su filosofía. En la actualidad, no pocas personas en Occidente viven y piensan como si Dios no existiera. Y sin embargo, en la mayor parte del mundo la fe religiosa conserva e incluso acrecienta su influencia. También hoy la filosofía puede sin duda esclarecer un gran número de cuestiones sobre la existencia y la presencia de Dios.
La filosofía de la naturaleza es la ciencia filosófica que ha sufrido más altibajos a lo largo de la historia. En el mundo clásico está en el centro del pensamiento y constituye la piedra de toque de las escuelas; durante la Edad Media ocupa una posición subalterna, aunque importante, dentro de una cosmovisión que ve en el universo la creación de Dios. Con el giro antropocéntrico del Renacimiento aparece un nuevo enfoque en los estudios naturales, conjugando las matemáticas con la experiencia. Al mismo tiempo, la física filosófica recobra importancia y se convierte en escenario de pugna por la primacía. Con el Barroco la ciencia natural alcanza definitiva madurez y pone en apuros el viejo esquema unitario del saber. La crisis se ahonda durante la Ilustración; Immanuel Kant hace un último y agónico esfuerzo para restablecer la situación, pero fracasa y la ruptura entre ciencia y filosofía se produce a comienzos del siglo XIX, sin que hasta el momento se haya dado la reconciliación. La filosofía todavía lucha por recobrar una identidad consensuada y la ciencia se ve confrontada con desafíos cada vez más difíciles de sobrellevar por sí misma. En estas condiciones, la filosofía natural tiene una oportunidad de recobrar sus fueros y contribuir eficazmente a reparar la reinante atomización del saber.
Juan Arana Cañedo-Argüelles es académico de número en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid. De 1974 a 2020 impartió docencia de filosofía en universidades españolas y americanas. Su investigación está centrada en la filosofía de la naturaleza y en la historia de las relaciones entre ciencia y la filosofía, temas sobre los que ha publicado algunas decenas de monografías y centenares de artículos.
En este escrito autobiográfico se narra una vivencia conmovedora de encuentro personal con Cristo en el seno de la Iglesia católica. El abrazo velado constituye el testimonio cristiano de un filósofo, relatado con emoción y estilo ágil. Sus rasgos intimistas pueden proporcionar un bien espiritual a quienes entren sin prejuicios, sean creyentes o no, en estas páginas que desvelan «un alma al descubierto».
Enrique Bonete Perales (Valencia, 1959) es Catedrático de Filosofía Moral en la Universidad de Salamanca. Ha ampliado estudios en el CSIC de Madrid, en Berlín y en la Universidad de Oxford. Entre sus libros recientes cabe destacar: Ética de la dependencia (2009), Neuroética Práctica (2010), Poder político: límites y corrupción (2014), Tras la felicidad moral (2015), Filósofos ante Cristo (2016), La maldad (2017), El morir de los sabios (2019) y Con una mujer cuando llega el fin (2021).
¿Aspira usted a alcanzar el éxito en su vida? Desgraciadamente, puede que lo consiga y, así, más dura será su caída: la hora postrera vendrá a robarle la posición adquirida con tanto esfuerzo. Pero si escudriña usted su corazón, si recuerda sus sueños infantiles, reconocerá que, aunque quieran convencerlo de otra cosa, lo que busca usted no es la comodidad, sino una existencia heroica: ¡ser un noble caballero, morir por la justicia, dar la vida por los demás! Tenga cuidado. Este libro pretende despertar en usted esa vocación primera. Al contrario que esas guías que proponen recetas para el éxito, Hadjadj ofrece un anti-método para acoger el fracaso y el miedo y para abrirnos a lo que nos supera. Porque una sociedad que huye ante la muerte sólo puede generar una cultura de la muerte. Hemos de elegir entre una liquidación técnica y una vida ofrecida a los demás. Darse la muerte o dar la vida por lo que vale la pena.
Las empresas y organizaciones de todo tipo, incluso las gestionadas de manera excelente, pueden verse envueltas en crisis que amenazan su reputación, sus resultados económicos, sus buenas relaciones con sus públicos prioritarios e incluso su supervivencia. Ninguna institución está exenta de ese riesgo.
Fabrice Hadjadj nacié en Nanterre en 1971 de padres de ascendencia judia e ideologia maoista. Vivid su infancia entre Tuinez y Francia. Ahora reside en la Provenza francesa, donde ejerce como profesor de filosofia y literatura. Convertido al catolicismo en 1998, a veces se presenta a si mismo como “un judio de nombre arabe y de confesion catolica. Es ensayista y dramaturgo, esta casado con la actriz de teatro Siffreine Michel, de la que tiene cinco hijas. Muchos han leido el Infierno de Dante, pero pocos su Paraiso, que, al contrario de lo que uno podria creer, no describe una nada inmaculada. El paraiso dantesco es mas diverso y violento que su inferno. Beatriz le dice al poeta: “Si vieras mi risa, quedarias reducido a cenizas”. Por eso ponemos el paraiso en la puerta: le tenemos miedo a su alegria. Y nos fabricamos pequenos paraísos artificiales y tranquilizadores... que acaban convirtiéndose en infiernos. No se trata, ciertamente, de huir a un cielo imaginario, ni de regresar a aquel paraiso terrenal que, seguin el Génesis, se perdié definitivamente. A la idea de “mas alla” muchos le oponen, acertadamente, la exigencia de vivir aqui y ahora. Pero nunca llegan a estar realmente en el “aqui y ahora”. Ahi es donde el verdadero paraiso revela su paradoja y se defiende contra sus parodias: no es una evasion hacia el mds allà, sino la gracia desgarradora de estar presente en todos y cada uno, en una apertura sinfonica y en una creatividad coral.
Este libro es un itinerario a través de la filosofia, la teologia y las artes —de Nietzsche a Bonnefoy, de Baudelaire a Bernini, de Sade y Proust a Mozart— para acercarse a lo que el paraiso tiene de terrible y de bello: a la abertura de la beatitud. No se trata de consolar, sino de convocar a esa alegria que debe hacernos perder toda compostura como un payaso y destruir en nosotros todo contentamiento como un rio, que no cesa de recibirse y ofrecerse sin fin.
Los periódicos hablan a diario sobre aquellos problemas políticos que más preocupan a los ciudadanos, pero hay cuestiones previas que resultan indispensables para enfocarlos correctamente y darles una solución equilibrada: qué debe entenderse por libertad, democracia, constitucionalismo, ley, solidaridad y bien común, justicia social, economía política y buen gobierno.
En tiempos remotos los problemas se solucionaban con el recurso a la fuerza. La cultura política, en especial la occidental, ha hecho posible un modo mejor de encontrar soluciones a esos mismos problemas de antaño. La tarea política lleva consigo lucha, pero una lucha noble, respetuosa con la libertad y la búsqueda del bienestar general. El autor la aborda desde la filosofía política moderna y la antropología cristiana, ofreciendo una síntesis básica y accesible.
«Lo esencial es invisible a los ojos», se lee en El Principito. El cultivo del ser humano no se percibe a la vista, ni se encuentra en las enciclopedias. La amistad, la lectura de los grandes libros y el sentido del humor, la elegancia y el buen gusto, el arte de gobernar o de ser buen ciudadano, la formación de la inteligencia y del carácter son eso, bienes invisibles, pero esenciales para la construcción de uno mismo. El autor ofrece un modo de despertar el hambre por ese afán de mejora, también entre lectores jóvenes, y dirigir la mirada hacia lo valioso y lo bello.
La «historia de los conceptos políticos» desarrollada por Reinhart Koselleck (1923-2006) constituye una de las aportaciones más fértiles en el campo de la metodología de la historia y de la teoría crítica del presente. Su erudición y sus implicaciones epistemológicas y políticas la vinculan con algunas de las más importantes teorías hermenéuticas y filosóficas contemporáneas. El lector hallará en este libro una sistematización y un análisis crítico de la misma, así como una defensa de su potencialidad normativa, especialmente para impulsar un uso riguroso del lenguaje político y una acción política responsable.
El HOMBRE Y DIOS es el libro que XAVIER ZUBIRI estaba escribiendo cuando falleció el 21 de septiembre de 1983. La redacción estaba muy avanzada, de modo que un año después Ignacio Ellacuría pudo presentar una primera edición del libro, utilizando los materiales que consideró últimos y más representativos.