Para Domingo Báñez (1528-1604) incumbe a la filosofía moral el estudio del derecho y de la justicia en la medida en que el hombre está ordenado a la convivencia política en su fin natural. Sus Decisiones de iure et iustitia comentan la Summa Theologiae, II-II, de Tomás de Aquino desde la q57 a la q78. Define la justicia por lo justo, diciendo que es un hábito mediante el cual deseamos y practicamos lo que es justo; o también que es la voluntad firme e irrevocable de dar a cada uno lo que le pertenece.
En esta traducción se recogen sólo los comentarios a las cuestiones 57-61 que estudian, en primer lugar, la esencia del derecho; en segundo lugar, la naturaleza de la justicia; en tercer lugar, los modos de la injusticia; en cuarto lugar, el juicio de los jueces; y, por último, las partes de la justicia: conmutativa y distributiva.
Un punto importante de este tratado de Báñez lo constituye su explicación de la epiqueya o reconducción práctica de las leyes humanas a la ley natural, hasta tal punto que la epiqueya se constituye como el acto principal de la justicia legal, y sin él queda todo el tratado de la justicia en el aire.
Historia del pensamiento social de Salvador Giner traza la evolución de las concepciones, teorías e ideas de la filosofía política, social, económica y ética de Occidente desde sus albores en la antigua Grecia hasta el presente. Su proverbial claridad, erudición, ecuanimidad y espíritu crítico, ha convertido a esta obra en una herramienta indispensable de trabajo y fuente insoslayable de conocimientos para sociólogos, historiadores, economistas y cuantos muestran interés por la filosofía moral y política. La presente edición ha sido revisada y sustancialmente ampliada con el fin de atender mejor la permanente demanda a que se halla sometido este vasto y ambicioso tratado, un texto clásico y de referencia, sin parangón en lengua castellana. Historia del pensamiento social expone las diversas vertientes de la reflexión sobre la sociedad humana, y muestra las distintas corrientes teóricas y doctrinales en un amplio abanico de dimensiones morales, políticas, económicas y culturales. Los grandes sistemas filosóficosociales de Platón, Aristóteles, Maquiavelo, Montesquieu, Rousseau, Marx, Tocqueville, Weber y de los demás pensadores clásicos, incluidos algunos muy recientes, como Hannah Arendt, reciben aquí tratamiento cabal y riguroso. También lo reciben las diversas escuelas doctrinales, ideológicas o críticas sobre las que se levanta nuestra tradición y sin las que no se entienden las ideas de hoy. Así, se exponen las visiones y argumentos del republicanismo clásico y el moderno, el cristianismo, el liberalismo, el socialismo, el ecologismo e incluso del pesimismo cultural. La obra del profesor Giner culmina con una exposición detallada de las principales teorías sobre la crisis de la modernidad en el marco de los actuales procesos de mundialización, con énfasis especial sobre los movimientos sociales de nuestros días.
Ediciones Paidós publica una de las principales obras de la tradición estética norteamericana El arte como experiencia, de John Dewey, nos relaciona el “romanticismo nórdico” y el expresionismo abstracto. No obstante, la estética de Dewey va mucho allá, pues articula la relación entre la sensibilidad estética moderna y las prácticas artísticas, la naturaleza y la vida cotidiana. Su concepción estética nos devuelve a lo que en su día fue la más importante apuesta de la Estética desde la Ilustración: es decir, a la organización de un entramado conceptual que nos permite concebir las experiencias estéticas como manifestaciones de nuestro potencial para desarrollar una vida más digna e inteligente. Una vida en la que el arte no sea un adorno dominical ni un entretenimiento de lujo, sino una manifestación de nuestra sensibilidad.
Los acontecimientos de la historia reciente han vuelto a poner de manifiesto que el mundo en que vivimos no tendrá ninguna posibilidad de desarrollarse en paz mientras siga existiendo un espacio para éticas que, independientemente de su diversidad, se afirmen como opuestas o antagónicas. Un mundo único y globalizado requiere también, ahora más que nunca, un compromiso y una actitud ética fundamentales; no ciertamente una religión o una ideología unitarias, pero sí alguna clase de principios, valores, ideales y fines compartidos, obligatorios y obligantes.
A partir de su estudio de las religiones mundiales, Hans Küng ha dedicado una buena parte de sus esfuerzos durante los dos últimos decenios a la elaboración, difusión y desarrollo del Proyecto de una Ética Mundial, un programa de pensamiento y acción que propone un consenso sobre valores éticos, normas y actitudes que cualquier comunidad, desde la familia hasta la sociedad de las naciones, necesita para convivir humanamente. La propuesta de una ética mundial para la economía y la política, para la educación y el diálogo interreligioso, quiere promover un compromiso que autorice una esperanza realista para el futuro.
Fruto del viaje de Hans Küng a Colombia y México para la presentación de las dos nuevas sedes de la Fundación Ética Mundial en esos países, el presente libro recoge las conferencias que el teólogo y pensador pronunció en distintos foros durante animadas jornadas de trabajo y discusión. Unos textos que quieren contribuir a la difusión y consolidación del Proyecto de una Ética Mundial en América Latina.
Isaiah Berlin, original historiador de las ideas, rescata la inquietante figura de uno de los más incondicionales adversarios de la Ilustración, Johann Georg Hamann. El trabajo de Berlin no sólo saca a la luz un nuevo capítulo del pensamiento reaccionario —en el que Hamann ocupa sin duda un lugar destacado—, sino que sugiere ciertas dimensiones de la reflexión y la expresión que fueron suprimidas por las ideas ilustradas. Hamann, al señalar estas pérdidas —en el ámbito de la creencia, el lenguaje y la corporalidad—, es principalmente un crítico insobornable de todo exclusivismo. La obra y la figura del Mago del Norte —sobrenombre que complacía a Hamann— da que pensar, en especial, en el alcance que Berlin ofrece a sus ideas. "Soy un admirador de los enciclopedistas, los grandes materialistas liberales del siglo XVIII que llevaron a cabo la tarea de burlarse y minar una gran cantidad de cosas oscurantistas y odiosas en la Europa de la época [...]. Voltaire fue el liberador más grande de los tiempos modernos.” El homenaje de Isaiah Berlin a la Ilustración es inequívoco —escribe Henry Hardy en el prólogo a la edición española de esta obra—. Sin embargo, en su reflexión hay una línea crítica al pensamiento ilustrado, particularmente a su confianza en la construcción por la razón humana de un saber “completo”. Una crítica similar podemos encontrar en Popper, pero la reflexión de Berlin presenta características propias, nada afines al carácter popperiano: su atención a las fuentes y al desarrollo del Romanticismo, y su preocupación por la diversidad de las culturas.