El P. Ricardo García-Villoslada, versadísimo en los estudios de la Reforma y la Contrarreforma, está capacitado como pocos para escribir la dramática biografía de Martín Lutero, con su proyección a la historia del dogma cristiano y a la historia de Alemania y de Europa.
Con apasionante interés nos hace asistir a la crisis religiosa de fray Martín, a la evolución y transformación de sus ideas juveniles, al cuajar definitivo de su teología, a sus polémicas con Tetzel, Eck, Prierias, Erasmo, Karlstadt, Zwingli, etcétera; a sus violentísimos ataques contra el duque Jorge de Sajonia, contra Alberto de Maguncia y, sobre todo, contra el «Anticristo» romano.
Nos enseña a conocer la vida interior y la vida pública del Reformador, su alma y su cuerpo, sus tentaciones angustiosas y sus graves enfermedades, sus amistades y sus odios, su conducta matrimonial y su titánica labor de profesor, predicador y escritor. El sentido poético del autor, palpable en muchas de sus páginas, le facilita la introspección, del alma y del temperamento de su héroe bajo las dos dimensiones de «fraile hambriento de Dios» y del mismo «en lucha contra Roma».
Primera edición en rústica de la misma obra publicada en esta colección en tela (2ª ed., en 1976).
La obra consta de 2 vols.: I: El fraile hambriento de Dios (MAR003); II: En lucha contra Roma (MAR004).
El Papa que ha cambiado el mundo a través del apasionado recuerdo de la persona que más permaneció a su lado
«Lo he acompañado durante casi cuarenta años, los primeros doce en Cracovia, luego veintisiete en Roma. He estado siempre con él, junto a él. Ahora, en el momento de la muerte, él ha partido solo. [...] ¿Y ahora? ¿Quién le hará compañía en la otra orilla?»
«Vendrás conmigo. Aquí podrás proseguir tus estudios y me ayudarás». Con estas palabras, el 8 de octubre de 1966, el arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, le pidió a un joven sacerdote polaco que se convirtiese en su secretario privado, cargo en el que le mantuvo también tras ser elegido Pontífice. Desde entonces, don Stanislao Dziwisz ha compartido con Juan Pablo II todos los momentos decisivos de su vida, organizando su agenda cotidiana y recibiendo sus confidencias, escuchando sus pensamientos, sus preocupaciones. En este libro, junto al periodista Gian Franco Svidercoschi, Dziwisz recorre las etapas más significativas de la vida de Karol Wojtyla: desde su labor pastoral cuando era un joven obispo hasta su elección como Pontífice en 1978; desde su apoyo al sindicato Solidaridad al atentado del que fue víctima en 1981; desde la histórica Jornada de Oración por la Paz en Asís al Jubileo del 2000. Hasta abril de 2005, la última vez en que don Stanislao «veía su rostro», antes de cubrirlo con un velo de seda blanco y aguardar a que el ataúd de ciprés fuese cerrado.
Pero el libro también es la crónica de la vida cotidiana del Papa, de sus frecuentes viajes apostólicos al extranjero, de las largas horas que transcurría rezando, de su enfermedad, que vivió como una realidad que debía ser aceptada y mostrada a los ojos de los demás sin rubores. Como trasfondo, un escenario histórico en transformación, sacudido por sucesos como la caída del Muro de Berlín o el 11-S.
Enriquecidas por numerosos detalles inéditos sobre la vida de Wojtyla (el Concilio Vaticano II y el Cónclave de 1978; las relaciones con el régimen comunista polaco y su encuentro con el hombre que atentó contra su vida, Alí Agca), estas páginas representan un testimonio único e imprescindible para comprender plenamente la extraordinaria figura de Juan Pablo II y el profundo significado de la herencia que nos ha legado.
En 1966 el arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, pidió a un joven sacerdote polaco que se convirtiese en su secretario privado, cargo en el que le mantuvo también tras ser elegido Pontífice. Desde entonces, don Stanislao Dziwisz ha compartido con Juan Pablo II todos los momentos decisivos de su vida, organizando su agenda cotidiana y recibiendo sus confidencias, escuchando sus pensamientos, sus preocupaciones. En este libro, junto al periodista Gian Franco Svidercoschi, recorre las etapas más significativas de la vida de Wojtyla: su labor pastoral, su elección como Pontífice en 1978, su apoyo al sindicato Solidaridad, el atentado de 1981, la histórica Jornada de Oración por la Paz en Asís, el Jubileo de 2000 y su muerte en 2005. Pero también es la crónica de la vida cotidiana del Papa, de sus frecuentes viajes apostólicos al extranjero, de las largas horas que transcurría rezando, de su enfermedad... con el trasfondo de un escenario histórico en transformación, sacudido por sucesos como la caída del Muro de Berlín o el 11-S.
Un relato del que fuera, durante más de veinticinco años, el director espiritual de la fundadora de las Misioneras de la Caridad.
La beatificación de la Madre Teresa el año 2003, apenas seis años después de su muerte, pone de relieve la fama de santidad extraordinaria de esta mujer que gastó su vida, por amor a Jesús, sirviendo a los más pobres, primero, en Calcuta y, después, por el mundo entero con la ayuda de sus hijas espirituales, las Misioneras de la Caridad. El reconocimiento de su labor humanitaria, por parte de los sabios de la tierra, tuvo su más significativa expresión en la concesión del premio Nobel de la Paz el año 1979.El autor de este libro, el Padre Edward Le Joly, ha sido durante veinticinco años el director espiritual de las Misioneras de la Caridad. Este es el único libro que la Madre Teresa quiso que se escribiese durante su vida para explicar los propósitos de la Congregación fundada por ella a los numerosos amigos y benefactores que tiene en todo el mundo. Por eso, describe, además de la historia de la Madre Teresa, los fines y el espíritu de las Misioneras de la Caridad, basándose en palabras, en conversaciones públicas y particulares, en cartas y notas redactadas por ella misma. ´Cuando le dije a la Madre Teresa que había acabado de escribir este libro -explica Le Joly-, no hizo más que un comentario que resume su espíritu y su actitud: Si este libro sirve para que una sola persona haga un acto de amor a Dios, merecía la pena el trabajo y las molestias que se ha tomado al escribirlo´.
Edward Le Joly (Lieja 1909-Calcuta 2002) se licenció en Derecho en la universidad de Lieja y enseñó Ciencias Económicas en el St. Xavier´s College de Calcuta. Entró en la Compañía de Jesús en 1933 y llegó como misionero a Calcuta a finales de 1937. Durante 33 años ha sido confesor y director espiritual de las postulantes y novicias de las Misioneras de la Caridad, la Congregación fundada por la Madre Teresa en Calcuta, y uno de sus más estrechos colaboradores. Es autor de 22 libros que versan sobre Jesucristo, la oración, la moral y las Misioneras de la Caridad, traducidos a numerosos idiomas.<br/
Empieza la biografía de San Agustín, futuro pensador y Padre de la Iglesia, con una pelea entre pilluelos. Desde este primer encuentro se siente uno fascinado por la personalidad del apasionado joven.
Con su vigoroso e inimitable estilo, el autor nos cuenta la historia de la transformación de San Agustín, desde que era un muchacho frívolo y sensual, hasta que se convierte en un brillante escritor y profundo teólogo, obispo de Hipona. El hombre que se conquistó a sí mismo, cuyas obras maestras de literatura y de filosofía presidieron el pensamiento occidental a lo largo de un millar de años.
Además, con la maestría y amenidad a la que nos tiene acostumbrados, el autor recrea el marco excitante de la época: el clima turbulento del Imperio Romano en los últimos días de su decadencia. Con vigorosa mano pinta las personalidades cuyas vidas influyeron más íntimamente en Agustín: Mónica, su heroica y santa madre; el solemne Ambrosio, obispo de Milán; Alipio, su incondicional amigo; la delicada Melania, madre de su hijo.
Louis de Wohl (1903-1961) es uno de los grandes escritores de novela histórica del siglo XX. Nació en Berlín, de padre húngaro y madre austriaca, ambos católicos. Desde muy pequeño se sintió inclinado a la literatura y en poco tiempo realizó una carrera fulgurante en Alemania, publicando más de 30 novelas de aventuras y suspense de las que 16 fueron llevadas al cine. Sin embargo, en 1935, y ante la llegada de Hitler al poder, decidió iniciar una nueva vida en Inglaterra. Participó en la Segunda Guerra Mundial y, al finalizar el conflicto, se trasladó a Estados Unidos, reorientando su vocación literaria con una perspectiva cristiana. Consciente de la influencia que Hitler había tenido, al haberse convertido en el modelo de millones de personas, decidió proponer modelos atractivos y llenos de valores a sus contemporáneos. Ahí arranca su brillantísima producción novelística sobre cristianos de personalidad poderosa y profundamente inmersos en las luchas y avatares de su época. La luz apacible (sobre Santo Tomás de Aquino, escrita por encargo de Pío XII), El Oriente en llamas (sobre S. Francisco Javier), El mendigo alegre (sobre S. Francisco de Asís), Corazón inquieto (sobre S. Agustín) o Fundada sobre roca (una historia de la Iglesia) son algunas de sus numerosas obras maestras. Todas ellas están publicadas en Ediciones Palabra.
Entrañable biografía de una mujer, madre de familia, que supo compaginar la atención a sus hijos con los trabajos de la fundación de una nueva orden.
Juana Fréymot, baronesa de Chantal, nació en 1572. Contrajo matrimonio con el barón de Chantal, con quien tuvo seis hijos. En 1601, su marido murió a causa de una herida en una cacería. Durante la cuaresma de 1604 escuchó predicar a Francisco de Sales, obispo de Ginebra, que, desde ese momento, se convirtió en su director espiritual.
En 1607, san Francisco de Sales le expuso su proyecto de fundar una nueva congregación y Juana se dedicó con plenitud a esa tarea, aunque sin olvidar la dedicación a sus hijos. El primer convento de la Orden de la Visitación de Nuestra Señora fue inaugurado en 1610 en Annecy (Saboya). El primitivo carisma tenía una gran novedad: visitar y asistir a los enfermos pobres en su domicilio, uniendo la vida activa a la vida contemplativa. Sin embargo, la oposición del arzobispo de Lyón, obligó a los dos fundadores a aceptar la clausura para las religiosas.
A partir de ese momento se suceden las Fundaciones, los trabajos, la oración y también los episodios místicos en una Francia agitada y convulsa. En 1622 muere Francisco de Sales. Juana se dirige desde entonces con S. Vicente de Paúl. En 1628 se desata una epidemia. Juana pone a disposición del pueblo todos los recursos de su convento, ella misma es contagiada, pero cura milagrosamente.
A su muerte, en 1641, la orden contaba con ochenta y seis conventos. Fue beatificada por Benedicto XIV en 1751 y canonizada por Clemente XIII en 1767.
Eusebio Ferrer Hortet cuenta con una dilatada carrera periodística en diversos medios de información, que ha compaginado con la docencia y la escritura. Ha sido secretario del Ateneo barcelonés; Director de Información y Publicaciones del IESE; Director de la Sección de Internacional de "Avui"; Director de "Radio 80", etc. Entre sus publicaciones se pueden destacar biografías: Pemán, 80 años de historia de España, Se Busca Rey Consorte. Isabel II, Juan Pablo II. Pregonero de la verdad. Y también libros de educación, como Exigir para educar (Ed. Palabra) con 12 ediciones.
El sacerdote y periodista agustino Rafael del Olmo, buen conocedor de San Agustín y de su época, traza con mano maestra la trayectoria humana y espiritual del gran Padre de la Iglesia y de los que, como él, se convirtieron al único Dios y a la verdadera Iglesia de Jesucristo, a lo largo de los primeros siglos de la Iglesia. En este segundo tomo de la Colección CAMINO DE DAMASCO se hace referencia además de a SAN AGUSTIN, a estos convertidos: SAN JUSTINO , defensor del cristianismo. TACIANO, primer armonizador de los Evangelios. CLEMENTE DE ALEJANDRIA, misionero de la alta cultura. TERTULIANO, un polemista cristiano. SAN CIPRIANO, aristócrtata en busca de la luz. LACTANCIO, preceptor de infantes. SAN ANTONIO ABAD, la renuncia a las riquezas. SAN PACOMIO, amar a Dios para servir a los hombres. SANTA HELENA, una conversión sincera y entusiasta. CONSTANTINO EL GRANDE, la fe cristiana en la cumbre del Imperio. MARIO VICTORINO, converso en su senectud. SAN ALIPIO. de la aristrocracia al episcopado. ARNOBIO DE SICCA, una conversión inesperda. OPTATO DE MILEVI, precursor de San Agustín. SAN PAULINO DE NOLA, poeta cristiano. SAN HILARIO DE POITIERS, el anhelo de conocer a Dios. CLODOVEO, primer rey catolico de los Francos. SANTA MARIA EGIPCIACA, una conversión de alma y cuerpo. RECAREDO, primer rey católico de España.