Es difícil que haya habido un hombre más libre en la cárcel que Francisco Javier Van Thuan. El Papa Francisco ha recordado que la Pasión de Cristo es completada hoy por los mártires y nunca ha habido tantos como en los últimos cien años. Van Thuan fue uno de ellos; supo ser una fascinante y permanente lámpara encendida no bajo celemín alguno, sino en lo más alto del candelero.
La esperanza que brilla en todo lo que escribió ha hecho que sea definido como "el cardenal de la esperanza". Estas páginas quieren ser la historia de esa esperanza impresionante y la crónica inacabada de un gran amor porque su luz sigue brillando en medio de nuestra oscuridad.
A través de estas apasionantes y apasionadas páginas, redactadas por el conocido periodista Miguel Ángel Velasco, podemos descubrir su vida, su mensaje y su legado. Su nacimiento en una familia católica vietnamita, su vocación, los trece terribles años en las cárceles comunistas, que superó impulsado por la fe y la esperanza, así como los rasgos principales de su predicación, que han conmovido al mundo, comenzando por San Juan Pablo II, a quien dirigió unos ejercicios espirituales.
Miguel Ángel Velasco (1939) es un periodista católico especializado en información religiosa. Estudió Filosofía y Letras en Salamanca, Ciencias Sociales en Santiago de Compostela y Periodismo en Madrid. Premio "Luca de Tena", "Manos Unidas" y "Bravo" de información religiosa, fue subdirector de Opinión del diario "La información de Madrid" y subdirector de la revista "Mundo Cristiano". Ha dirigido el semanario "Alfa y Omega" desde sus comienzos hasta mayo de 2014. Es autor, entre otras obras, de Juan Pablo II, ese desconocido, Los derechos de la verdad, Dios es corazón, Guía del Vaticano y Voluntarios, una revolución imparable así como de biografías de santa Teresa de Calcuta, santa Maravillas de Jesús, el padre Morales, santa María Josefa Sancho de Guerra, santa Josefa Recio y el cardenal Castrillón. Es caballero de la Orden Pontificia de San Gregorio Magno.
Hoy como ayer la Iglesia necesita santos y necesita también guías y maestros para recorrer los caminos de la vida espiritual. Santa Teresa quiere trasladamos sus propias vivencias, su experiencia de Dios, que puede servir de referencia en el propio camino, siempre original, hacia la unión íntima con Dios. La Doctora mística no cuenta teorías: «De lo que no hay experiencia, mal se puede dar razón cierta», afirma en Las Moradas. Teresa comienza con una especie de catequesis narrativa y confidencial. Con un gran afán de comunicación y un propósito no solo didáctico, sino mistagógico, trata de conducir a otros hasta donde ella misma ha llegado. Precisamente en esto consiste lo que la diferencia de otros místicos y lo que ha fundamentado el éxito de sus escritos.
"La vida es un regalo maravilloso", decía Chiara, una joven italiana que murió a los 28 años a causa de un cáncer. Le dieron la noticia cuando llevaba cinco meses embarazada de su tercer hijo, y decidió no recibir ningún tratamiento que pudiera perjudicarle. ¿Quién es Chiara Corbella? ¿Por qué su historia ha despertado tanto interés y ha conmovido a tantas y tantas personas no solo en Italia, sino en todo el mundo? ¿Cómo puede la muerte de una mujer tan joven ser testimonio de que la vida es un don maravilloso? Este libro nos narra su historia, y la de su marido Enrico y sus hijos, a través de aquellos que fueron testigos de su experiencia y la conocieron bien; una existencia que no se rindió ante la muerte y se convirtió en un signo de esperanza para todos nosotros. "Voy al Cielo para ocuparme de Maria y Davide, tú quédate aquí con papá. Yo desde allí rezaré por vosotros. Eres especial y tienes una gran misión. El Señor te ha elegido y yo te mostraré el camino a seguir si abres tu corazón. Confía en mí, vale la pena. Mamá". Carta de Chiara a su hijo Francisco.
Monseñor Óscar Romero (1917-1980) es el primer obispo mártir de América. Desde 1977, en sus tres años como arzobispo de San Salvador, se ganó el sobrenombre de "la voz de los sin voz". Su defensa de los más desfavorecidos hizo que el Parlamento británico
Desde la introducción:
El proyecto de un viaje siempre empieza en la imaginación, nunca en los mapas.
Si partimos de la idea central de que todo viaje es interior, las ciudades, los templos, los paisajes, los ríos, el mar, las montañas, las plazas, las calles y las gentes que vemos y por donde pasamos, sólo son un pretexto, un soporte material sobre el que proyectamos nuestras ideas inquietudes o anhelos. Acaso son sombras en la caverna de Platón. Pero hay veces, las más, en las que movemos conscientemente el soporte y nos desviamos del camino que proyectamos en un principio: esto es la improvisación del viaje, el gusto por la aventura más allá de los preestablecido. Lo importante entonces no es dónde vamos, sino los ojos y la mirada con que lo vemos. La meta está en el propio camino y no en el destino que fijan los mapas, la historia, las costumbres o la convencional agencia.
La experiencia de amistad, profundamente arraigada en el ser humano, quedó circunscrita en la antigüedad a la relación entre varones; apenas se mencionan --y siempre con sospecha--amistades entre mujeres. Las relaciones de amistad intersexual directamente no eran posibles, pues la amistad exige una cierta igualdad. En este ambiente cultural llega Jesús y abre una nueva vía: «Vosotros sois mis amigos». Ambos: hombre y mujer. El presente libro relata magistralmente, a través de biografías conjuntas de hombres y mujeres de diversas épocas, el papel decisivo en la historia del cristianismo de las relaciones de amistad vividas entre personas de distinto sexo a partir de su común unión en el Señor. ¿Hubiera podido san Jerónimo llevar a cabo su obra de traducción y exégesis de la Biblia sin las insistencias y el empeño de santa Paula y su hija? ¿Hubiera sido igual la evangelización de Germania sin los monasterios en los que santa Lioba y sus compañeras educaron a las mujeres? ¿Hubiera podido santa Margarita María realizar la misión de propagar el amor del Corazón de Jesús, tan necesario en un tiempo de formalismo cristiano, sin la ayuda providencial de san Claudio La Colombière?
Manuel García Morente, uno de los filósofos españoles más importantes del siglo XX, relata magistralmente, en una carta enviada a su amigo el P. José María García Lahiguera, «el hecho extraordinario» de su conversión, ocurrida durante su exilio en París en 1937. Un encuentro con la fe perdida que le llevará a ordenarse sacerdote tres años después.
Estas páginas despiertan la simpatía y el afecto hacia la figura de la santa de Ávila, arrastrándonos, como si fuera la cosa más natural del mundo, hacia las cimas del amor a Dios. Esta excelente biografía de santa Teresa de Jesús conjuga perfectamente su claridad y sobriedad narrativa con una completa documentación y con un estilo amenísimo, que capta al lector desde el principio hasta el final. La belleza literaria con que se expone la vida de santa Teresa hace esta obra atractiva tanto para los lectores que se acercan a esta figura por primera vez, como para los que han leído otras biografías y obras de esta doctora de la Iglesia. Marcelle Auclair ha llevado a cabo, con este libro, un trabajo en apariencia sencillo, como aparentemente sencillas son las muestras de cariño: conforme se leen estas páginas, despiertan la simpatía y el espontáneo afecto hacia la figura de la santa de Ávila. Marcelle Auclair, de nacionalidad francesa, vivió desde los ocho años en Chile y publicó su primera novela, Troya, en castellano, con un éxito extraordinario en toda Hispanoamérica. De regreso en su patria, su siguiente libro lo escribió en su lengua materna: Changer d'étoile. A partir de ahí, su vocación periodística se plasma en la fundación de la revista para la mujer Marie Claire, cuya dirección simultánea con su labor como escritora: El libro negro del aborto, La juventud en el corazón, El libro de la felicidad, etc. Su trabajo como traductora es también ingente: Tirso de Molina, Gómez de la Serna, varias obras de García Lorca (Bodas de sangre, Yerma, etc.) y, sobre todo, la traducción de la obra completa de santa Teresa de Jesús, a la que se sintió impulsada, después de haber escrito esta biografía de la santa.
El pontificado (440-461) de León no solo fue el más largo del siglo V, sino también uno de los más gloriosos, aunque no exento de revueltas sociales, teológicas y eclesiales. Por su labor como pastor, ha sido el primer papa que ha merecido pasar a la historia con el apelativo de "magno". Philippe Henne escribe esta biografía a partir de sus cartas, en lo que pudiéramos llamar "autobiografía epistolar". Gracias a estas, conoceremos los acontecimientos históricos de la época, el ambiente de la Roma del siglo V, las normas y costumbres eclesiásticas, el estado moral y espiritual de las comunidades cristianas (de Oriente y Occidente), su propio pontificado, y los temas tan variados que afrontó: doctrinales, pastorales, jurídicos y morales.
El lector quedará sorprendido por el carácter activo de este personaje. En la misma ciudad de Roma, León centrará su atención sobre la asamblea de Italia y sobre la Galia. El Oriente no está ausente de sus preocupaciones. Sorprende todavía más su gran capacidad para dominar una infinidad de tramas y conflictos. Mientras que los hunos arrasan las ciudades del norte de Italia, el obispo de Roma responde con paciencia y moderación a las sutiles maniobras de sus colegas griegos y egipcios. En el 451, tiene lugar el concilio de Calcedonia. El año siguiente, Atila se presenta a las puertas de Roma. Pero, sobre todo, León es un hombre de Dios: su fe es tan simple como profunda.
Philippe Henne, O.P., ha sido investigador en la Universidad de Friburgo (Suiza) y en la Escuela bíblica de Jerusalén, y actualmente es profesor en la Universidad católica de Lille, en Francia. Es autor de numerosos artículos y libros sobre la Antigüedad cristiana, entre los que destacan, además de la presente obra sobre San León Magno, sus biografías de San Jerónimo, Gregorio Magno y una Introducción a Hilario de Poitiers y otra a Orígenes.
Francisco es «el hombre del siglo que viene». Así le llama Tomás de Celano, su primer biógrafo, ya en el siglo XIII. Y desde entonces, aquel hijo de un rico mercader y de las nacientes ciudades burguesas de la Edad Media, liberadas del poder feudal por la asociación de sus ciudadanos más dinámicos, se ha convertido en referente y modelo para cualquier generación.
Su secreto tal vez resida en la rica personalidad que atesora, capaz de conectar y sintetizar en sí las mejores aspiraciones de su tiempo. Pero también ofrece renovación y rejuvenecimiento a quien se acerca a él y a la Buena Noticia de la que es testigo.
Walter Ciszek, jesuita norteamericano, entró en Rusia junto con otras 25 personas en el vagón 89725, procedente de la ciudad polaca de Al'Bertin que había sido tomada por el ejército rojo. Su objetivo, difundir la palabra de Dios en Rusia. Pero al poco tiempo de establecerse en la ciudad maderera de Teplaya Gora fue descubierto y detenido por la policía secreta. Acusado de espionaje fue trasladado a la temida prisión moscovita de Lubianka, donde permaneció durante los años de la Segunda Guerra Mundial para ser condenado posteriormente a 15 años de trabajos forzados en los campos de prisioneros de Siberia. Finalmente, en 1963, fue intercambiado por dos espías rusos y pudo volver a Estados Unidos.
En el libro, él mismo nos desvela la razón de su supervivencia -el total abandono a la voluntad de Dios- y da testimonio de su vida de oración, gracias a la cual venció la soledad, el dolor, el miedo y la desesperación, y aprendió a convertir unas circunstancias y un trabajo inhumanos en un valor positivo que le acercaba a Dios.
En 1990 se abrió su proceso de beatificación, siendo actualmente Siervo de Dios.
"Un extraordinario testimonio de fe del que todos podemos sacar partido" The Sign
"El relato íntimo y profundamente conmovedor de una fe y una esperanza inquebrantables que nunca llegaron a desfallecer, y de un amor que -como el de Cristo- se extendió también a quienes le perseguían" Catholic Review
Walter Ciszek (1904-1984) fue un sacerdote norteamericano de origen polaco, perteneciente a la Compañía
de Jesús. Entró en el noviciado jesuita en 1928, y, siguiendo la petición de Pío IX de que fueran sacerdotes a Rusia después de la Revolución Bolchevique, solicitó ir a este país. En 1934 fue enviado a Roma para estudiar liturgia y teología rusa en el "Russicum", y en 1937 fue ordenado sacerdote por el rito bizantino con el nombre de Vladimir. De allí fue enviado a la misión polaca de Al'Bertin, desde donde entró en Rusia clandestinamente, como relata este libro. Después de su liberación se dedicó a su trabajo sacerdotal y fue profesor en el Centro de Estudios Orientales Juan XXIII de Fordham University.
Daniel L. Flaherty fue un amigo y colaborador que le ayudó en la tarea de redactar sus memorias.