Si toda alma humana es inabarcable, con más razón aquella que se abandona en manos de Dios y se deja hacer por Él, de tal manera que apenas se llega a distinguir lo divino de lo humano porque todo se torna naturalmente sobrenatural. Ernesto Juliá se ha atrevido a ensayar una búsqueda dentro del alma de un santo. Reconocer las idas y venidas del amor que configuran a un santo y su Obra, que es de Dios. Los grandes descubrimientos que desbordan y consuelan, como la filiación divina, el vivir la Santa Misa, el amor y la protección de la Virgen; junto con las exigencias rotundas, la entrega a los suyos y a los que tenían que llegar, la intimidad con la santísima Trinidad, la cruz... y la contemplación en medio del mundo. San Josemaría llegó a ser auténtico opus Dei haciendo el Opus Dei. En estas páginas que delimitan lo que podría ser un diseño de itinerario espiritual se nos brinda la oportunidad de pisar sobre sus pasos.
Este volumen es el segundo que se dedica a las Cartas de san Josemaría. Recoge cuatro documentos, numerados del 5 al 8, que suponen un conjunto de escritos inéditos de gran valor para conocer el mensaje del Opus Dei y la biografía de su fundador. No son misivas de su epistolario, sino Cartas destinadas a los hombres y mujeres del Opus Dei de todos los tiempos. Es decir, se redactaron pensando en la posteridad, no en un momento histórico determinado. Los temas que aparecen en estas cuatro cartas son variados: la enseñanza, a sus diferentes niveles; la misión del Opus Dei en la Iglesia; las actividades formativas y apostólicas de la institución católica; el espíritu de servicio a la Iglesia y a la sociedad, etc. No obstante, estos escritos no interesarán exclusivamente a los miembros del Opus Dei, sino que tienen valor universal, para un público amplio.
Desde hace un siglo, el Opus Dei irradia en el mundo un mensaje de encuentro con Dios en la vida corriente. No es poco lo que se ha escrito sobre esta institución y sobre su fundador, Josemaría Escrivá, pero es la primera vez que se lleva a cabo una investigación exhaustiva, con acceso a toda la documentación que se conserva y a numerosos testimonios orales.
Los autores, ambos historiadores, narran la génesis y el desarrollo del Opus Dei, sus iniciativas y su recorrido jurídico, y la acogida de su espiritualidad entre hombres y mujeres de condición muy diversa en los cinco continentes.
Su relato no elude los momentos de incomprensión y dificultad, y constituye así un texto imprescindible para quien desee conocer con más hondura esta prelatura personal de la Iglesia católica.
José Luis González Gullón es profesor de historia en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz y miembro del Istituto Storico San Josemaría Escrivá. Además de varios artículos sobre historia religiosa contemporánea, ha publicado las monografías "DYA. La Academia y Residencia en la historia del Opus Dei (1933-1939)", "Escondidos. El Opus Dei en la zona republicana durante la Guerra Civil española" y "El clero en la Segunda República. Madrid, 1931-1936". Editó, junto con otros autores, el "Diccionario de San Josemaría Escrivá de Balaguer".
Es doctor en historia por la University of Wisconsin y doctor en derecho por la University of Chicago. Ha enseñado historia de España en Princeton University y en Northwestern University, y derecho en Seton Hall University School of Law. Entre sus publicaciones de historia destacan Italian Intervention in the Spanish Civil War; The Basque Phase of Spain’s First Carlist War; The Political Transformation of Spain after Franco; Uncommon Courage: The Early Years of Opus Dei; Saxum: The Life of Alvaro del Portillo; y Putting Down Roots: Father Joseph Múzquiz and the Growth of Opus Dei.
El libro que el lector tiene entre sus manos aborda una temática profundamente inglesa, pero a su vez tiene un alcance universal. Los tres autores estudiados -Moro, Newman y Chesterton- son ingleses hasta los tuétanos. Uno sufrió martirio por su defensa de la fe católica; los otros dos se convirtieron a ella. Los tres amaron a su patria tiernamente, y los tres sufrieron la persecución, discriminación o calumnias por parte del poder político o de la tradición cultural dominante. Por eso, los tres navegaron contracorriente porque entendieron que lo más digno en el hombre, lo que lo hace feliz y supremamente libre, es ser leal a lo que en una conciencia bien formada se presenta como la verdad. Una verdad que no oprime o limita, sino todo lo contrario: abre las puertas a un mundo amplio, con aire puro, donde se puede respirar a dos pulmones.
La verdad libera. La frase del evangelio de san Juan -la Verdad os hará libres- fue vivida por Moro, libérrimo entre los muros de la Torre de Londres; por Newman, que en su honesta búsqueda de la verdad se liberó de todas las falacias de una tradición político-religiosa que encerraba la mente en los límites estrechos del prejuicio; por Chesterton, quien guiado por el sentido común alcanzó la plenitud de la verdad en la Iglesia católica, que le daba -con expresión muy chestertoniana- la llave para abrir todas las puertas.
Hoy podríamos afirmar que Inglaterra es el mundo. Es decir, que la corriente cultural dominante implica en muchos casos ir contracorriente. Pero contracorriente hacia la libertad: como Moro, siendo leales al poder político, pero sin someter nuestra libertad interior ante sus exigencias despóticas; como Newman, con la libertad de exponer y vivir coherentemente nuestra fe, liberándonos del qué dirán y de los respetos humanos; como Chesterton, presentando con buen humor, sentido común y decisión la belleza y el valor de la verdad, para no quedar esclavizados por las modas pasajeras de lo políticamente correcto.
Mariano Fazio, Buenos Aires, Argentina (25 de abril de 1960). Licenciado en Historia y doctor en Filosofía. Recibió la ordenación sacerdotal en 1991, a manos de san Juan Pablo II. Fue rector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma entre 2002 y 2008. Ha sido Vicario del Opus Dei en Argentina, Paraguay y Bolivia y, desde 2014 hasta mayo de 2019, fue Vicario General de la misma Prelatura. Actualmente es Vicario Auxiliar del Opus Dei.
Sacerdote, historiador y escritor, Fazio ha publicado más de veinte libros sobre sociedad moderna y procesos de secularización, entre los que destacan Historia de la filosofía III. Filosofía moderna e Historia de la filosofía IV. Filosofía contemporánea, Transformar el mundo desde dentro y De la persona a la aldea global, todos publicados en Palabra.
El Opus Dei, como realidad eclesial y social dotada de un importante contenido teológico y pastoral, puede ser estudiado desde distintos puntos de mira. El presente trabajo se limita a considerar de cerca uno de ellos, que es también el más básico. Se analiza aquí, en efecto, la entera realidad Opus Dei poniendo la atención de modo particular en el carisma fundacional, observado a través de sus contenidos esenciales tal como son expuestos por el fundador. Tales contenidos son la finalidad de la fundación, el fenómeno vocacional suscitado, el espíritu de santificación en que se sostiene y la praxis espiritual y apostólica que promueve.
Esta obra ha sido concebida primariamente con el objetivo de aportar a todos los interesados en la Iglesia y la sociedad, pero en especial a los sectores teológica y pastoralmente más comprometidos (miembros del clero, de la vida consagrada, de los movimientos apostólicos, personas del mundo académico y, en general, todo intelectual católico), una información adecuada sobre las claves del carisma, espíritu y espiritualidad fundacionales del Opus Dei, así como de la misión evangelizadora que desarrolla desde hace casi un siglo.
La única fuente utilizada en la elaboración del libro son los escritos de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Con la intención de exponer con nitidez la enseñanza que transmite se deja sencillamente que sus textos hablen por sí mismos, atestiguando la singularidad y consistencia de la propuesta espiritual y apostólica que contienen. Se destaca también oportunamente en el libro el dinamismo teológico que esos escritos encierran.
San Josemaría estuvo en México una sola vez, en 1970. Su intención era postrarse ante la Virgen de Guadalupe para pedir por la Iglesia, zarandeada ya por la agitación del posconcilio. El autor pudo convivir con él esas semanas, y nos ofrece ahora un relato cercano y profundamente humano de su personalidad.
Este viaje dejó una profunda huella en su alma. «Muchas veces ?afirmó en los años posteriores? me escapo con el deseo a la Villa de Guadalupe, me pongo delante de aquella Virgen morena, a decirle que la quiero tanto, tanto como sus mexicanos». Como dice Fernando Ocáriz en el prólogo, el autor «nos lleva a peregrinar con el deseo ante la Guadalupana y a revivir esos días junto al fundador del Opus Dei».
Desde siempre los cristianos acuden a la intercesión de los santos para obtener favores o protección ante dificultades u obstáculos. ¿Cómo surge la figura del «intercesor» en el Opus Dei? ¿Cuándo se eligió a cada uno de esos cinco santos de la Iglesia católica, que en su conjunto forman un grupo tan heterogéneo?
El fundador nombró intercesores a un papa italiano, que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX; a un sacerdote secular francés del s. XIX; a un político inglés, padre de familia y bien conocido en la Inglaterra del s. XVI; a un obispo del Asia Menor que vivió entre los siglos III y IV; y a una terciaria dominica italiana del s. XIV.
Libro de meditaciones sobre cada uno de los quince misterios de la vida de Cristo que se contemplan al rezar el Santo Rosario, La primera edición es de 1934. Incluye un apéndice con los Misterios de Luz.
El 14 de febrero de 1930 José María Escrivá entendió que la fundación que había iniciado en 1928 debía extenderse también entre las mujeres. Comenzó enseguida a trabajar en esa dirección, lo que no resulto´ tarea fácil, pues no se logró de forma estable hasta el tercer intento, ya en los an~os cuarenta: el 16 de julio de 1942 comenzará en Madrid el primer centro femenino de la historia.
Este relato muestra las distintas fases de consolidación del trabajo del Opus Dei entre mujeres y las distintas actividades apostólicas que estas desarrollaron. Las tareas en las que se implicaron para hacer el Opus Dei fueron variadas y novedosas —teniendo en cuenta el rol femenino en la sociedad de entonces—, como la creación de la editorial Minerva o la dirección de la residencia universitaria Zurbarán. El mensaje del Opus Dei les abría unos horizontes de trabajo y apostolado que las impulsaba más allá de lo que una mujer en la década de los cuarenta podía imaginar.