Un libro multidisciplinar, que puede servir para diversos lectores: filósofos y teólogos, estudiosos de la historia de las religiones y simples orantes, que desean conocer algunos de los textos más bellos que se han escrito sobre Dios. Textos que se han orado y se han cantado a lo largo de dos milenios de vida cristiana.
Xabier Pikaza ha sido durante muchos años (1973-2003) profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca donde ha ocupado las cátedras de El misterio de Dios y Historia y Fenomenología de las religiones. Se ya interesado especialmente por los temas trinitarios. Ha colaborado asiduamente con el Secretariado Trinitario mediante la publicación de varios libros en esta editorial y muchos artículos en la revista Estudios Trinitarios
El libro recorre la historia de esta revelación describiendo cuidadosamente sus etapas, coherentes y siempre nuevas, en tres momentos: el momento de la “promesa” (Antiguo Testamento), el de la “plenitud de los tiempos” (Jesucristo), el del camino eclesial en compañía con la historia humana “hacia la verdad toda entera” (dogma, teología, pero también vida de la Iglesia, espiritualidad, con los impulsos de los retos del pensamiento y de los problemas de la sociedad de nuestro tiempo). Resulta así un mosaico armonioso y vivo, en el que las numerosas teselas diseñan el centro de la fe cristiana como propuesta creíble e incisiva para hoy: «Nosotros hemos creído al amor de Dios; quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él».
Piero Coda nació en Cafasse (Turín) en 1955. Sacerdote de la diócesis de Frascati. Doctor en filosofía y en teología. Es profesor de teología trinitaria en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Consultor de la Conferencia Episcopal Italiana. Participó como teólogo en la Asamblea Ecuménica de Basilea (1989) y en el Sínodo de Obispos para Europa (1991). Es el director del Instituto Universitario Sophia, de Loppiano (Italia), centro de estudios del Movimiento de los Focolares nacido por iniciativa de Chiara Lubich. Colabora en numerosas revistas científicas y culturales. Entre sus muchas publicaciones, caracterizadas todas ellas por una fuerte huella trinitaria, señalamos otra obra editada por el Secretariado Trinitario: Acontecimiento pascual. Trinidad e historia, 1994.
El volumen recoge las ponencias del XLIV Simposio de Teología Trinitaria (octubre de 2009), que tratan de la legitimidad del discurso sobre Dios, del ateísmo desde el punto de vista filosófico, del diálogo entre la afirmación de Dios Trinidad y su negación por el ateísmo o también entre el ateísmo científico y la fe cristiana. A diferencia de José Saramago, ateo confeso, el cual declaraba por los días del simposio que ya no hay que conformarse con ser ateo tranquilo, sino que hay que pasar a ser beligerantes, o insolentes, ante la supuesta intolerancia de la Iglesia al confesar la fe en Dios como salvación del hombre, los autores de esta obra entablan un diálogo sereno y respetuoso con los que profesan el ateísmo desde la filosofía y desde la ciencia.
Dos preocupaciones fundamentales están en la base de esta obra. En primer lugar, la de ofrecer una suficiente información positiva, sobre todo de los principales datos neotestamentarios y de la tradición y el magisterio de la Iglesia sobre el misterio de Dios uno y trino revelado en Cristo; pero también de las principales aportaciones sistemáticas sobre este tema, que han orientado en la historia la reflexión teológica o ejercen un influjo notable en la actualidad. En segundo lugar, la de articular este abundante material en una síntesis coherente que haga ver la relación intrínseca entre las diversas cuestiones estudiadas. El misterio de Dios es incomprensible para nuestra razón humana, pero ello no impide que la enseñanza que la Iglesia nos ofrece acerca de él sea profundamente armónica. Toda reflexión teológica deberá poner de relieve esta coherencia interna, de la que hablaba el concilio Vaticano 1. En todo caso el esfuerzo del creyente por dar razón de la esperanza (cf. 1 Pe 3,15) no puede jamás ser confundido con la pretensión de someterlo todo al imperio de nuestra razón. Esta obra, ahora profundamente remodelada, ansía contribuir a que se hagan realidad las palabras de Jesús: «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo» (Jn 17,3).
Luis F. Ladaria, S.l., nació en Manacor (Mallorca) en 1944. Realizó sus estudios teológicos en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, en la Philosphiseh-Theologische Hochschule Sankt Georgen de Frankfurt am Main (Alemania) y en la Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo el doctorado. Enseñó teología dogmática en la Universidad Pontificia de Comillas y ha sido desde 1984 profesor ordinario de esta misma materia en la Facultad de Teología de la Universidad Gregoriana. Fue miembro de la Comisión Teológica Internacional de 1992 a 1997 y Secretario General de la misma de 2004 a 2009. En julio de 2008 fue nombrado arzobispo titular de Thibica y Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Entre sus publicaciones, tiene otro libro importante editado con nosotros: La Trinidad misterio de comunión, 2ª edición (Salamanca 2007).
Yves Congar ofrece un análisis histórico de la teología del Espíritu Santo desde la revelación en los escritos bíblicos hasta el Concilio Vaticano II, pasando por los dos milenios de cristianismo. Todo ello con un estudio serio y sólidamente fundamentado de este gran teólogo del Vaticano II que analiza la función del Espíritu en los sacramentos cristianos con especial énfasis en la confirmación y la comunión eucarística.
Congar se detiene para explicar la dualidad de tradición existente entre Oriente y Occidente. Es, de una parte, el problema de la procesión del Espíritu Santo del Padre y del Hijo y, de otra, la función del Espíritu en los sacramentos, de manera especial en la Eucaristía. Dos tradiciones diferentes, cada una con sus razones, pero en el fondo una misma fe y una experiencia espiritual homogénea.
Este libro se dirige principalmente a quienes afrontan por primera vez, de forma sistemática, el estudio teológico del misterio de Dios, es decir, de la cuestión más vital y radical de toda la Teología.
La cuestión de Dios, precisamente por su centralidad, es la cuestión más radical incluso en el ámbito estrictamente antropológico. Y es que la relación entre Dios y el hombre es tan estrecha que Dios mismo entra a formar parte de la definición del hombre. En efecto, si para la Filosofía el hombre es un animal racional, para la Teología este mismo animal racional ha sido creado a imagen y semejanza de Dios y ha sido elevado a la dignidad de hijo de Dios en el Hijo por el Espíritu Santo.
La pregunta sobre Dios está inscrita en el corazón del hombre como una capacidad de acceder a Dios, más aún, como un deseo de infinito. Se responde a esa pregunta, presentando en forma ordenada lo que la Sagrada Escritura, la Tradición de la Iglesia y dos milenio de pensamiento teológico han dicho sobre el Dios que se ha revelado con plenitud en Jesucristo.
La confesión del Dios uno y trino se encuentra en el centro de la fe cristiana. El cristiano es bautizado en su Nombre y son incontables las oraciones que se dirigen a él. No obstante, llama la atención el hecho de que, en nuestro tiempo, en la teología y en la conciencia de la fe, la Trinidad parece ser una especie de reliquia sagrada pero relegada, tan alejada de los planteamientos teológicos actuales como de la vida real y sus problemas.
Frente a este escenario, el autor muestra que la fe cristiana sólo puede ser comprendida total o parcialmente si se comprende a Dios no como una unidad monárquica, sino como Communio, es decir, como comunidad de tres personas cuya unidad es la del amor recíproco. Además, el autor muestra que la confesión de fe en el Dios uno y trino no solamente tiene significación para la fe, sino que es una pregunta directamente decisiva para comprender todo aquello que moviliza la vida humana: ¿cómo se puede concebir la evolución, cómo comprender la historia, cómo captar la sociedad? ¿Qué es la persona? ¿Cuándo un diálogo se desarrolla con sentido? ¿Cómo puede hacerse fructífera la crítica de la religión? Y así sucesivamente. Como convincentemente expone el autor, para estas y muchas otras preguntas de la fe y de la vida, la fe en el Dios uno y trino abre perspectivas nuevas y sorprendentes.
"Cuenta la leyenda que Agustín, mientras estaba meditando sobre la Trinidad, fue advertido acerca de la inviabilidad de su propósito por un niño que intentaba vaciar el mar a cucharadas echando el agua en un pozo excavado en la arena de la playa. Sin embargo, el niño hubiese hecho mejor si hubiera aconsejado a Agustín que se bañara en ese mismo mar. ¡Por qué habría de querer vaciarlo, cuando el mar adquiere su propia naturaleza, su hermosura y esplendor justamente al recibir, purificar, sostener y reconfortar a quien se baña en él…!"
De interés para teólogos y filósofos, así como para estudiantes de estas disciplinas.
Este libro es un estudio sobre la Persona del Espíritu Santo, su misión y su actuación en la historia de la salvación. Se tratan todas las cuestiones importantes sobre el Espíritu Santo, con el fin de ofrecer una visión completa de la persona y la obra santificadora del Espíritu. El autor presta especial atención a temas de eclesiología, de antropología sobrenatural y de teología. Nada más justo, pues la acción del Espíritu -Santo, Santificador y Dador de vida- está íntimamente relacionada con estos campos. Él es el Amor mutuo entre el Padre y el Hijo, el nexo de unión entre ellos, y, por esta razón, el que une a los hombres con Dios divinizándolos en cuanto esto es posible.
Este trabajo se ha escrito con la ilusión de dar a conocer a un público amplio la Persona y la obra santificadora del Espíritu Santo, con el deseo de que su lectura ayude a profundizar en la teología del Espíritu.
Lucas F. Mateo Seco es Doctor en Teología por la Universidad de Santo Tomás de Aquino de Roma. En la actualidad es profesor de Teología Dogmática en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y Director de las Revistas Scripta Theologica y Scripta de Maria.
El Credo comienza con esta afirmación: Creo en Dios Padre, es decir, creo en el Padre que, en su eternidad divina, está en el origen del Hijo y del Espíritu Santo y de todo cuanto existe. Toda la oración cristiana, especialmente la oración litúrgica, comienza haciendo la señal de la cruz "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", y suele terminar "por nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos".
Todo el ser y toda la vida de Cristo estuvieron filialmente vueltos hacia el Padre hasta tal punto que su alimento consistió en hacer la voluntad del Padre (Jn 4, 34). Este libro ha sido concebido como una ayuda para recorrer nuestro itinerario hacia el Padre, exponiendo con cierto detalle lo que la teología dice en torno a la Persona de Dios Padre. Se trata, en definitiva, de considerar detenidamente la "paternidad" del Padre y nuestra filiación divina en Cristo.
Lucas F. Mateo Seco es Doctor en Teología por la Universidad de Santo Tomás de Aquino (Roma). En la actualidad es profesor de Teología Dogmática en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y Director de las Revistas Scripta Theologica y Scripta de Maria.