El centro de la fe cristiana lo constituye un nombre y una persona histórica: Jesús, a quien la fe cristiana denomina el Cristo. Walter Kasper explicita el sentido de esa confesión de Jesús como el Cristo a partir del horizonte histórico del hombre actual.
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"Jesus the Christ"
Walter Kasper provides a valuable exploration of Christology in this work. His efforts do much to explain the importance of the incarnational mystery to people in the contemporary world.
«He intentado presentar al Jesús de los Evangelios como el Jesús real, como el “Jesús histórico” en sentido propio y verdadero. Estoy convencido, y confío en que el lector también pueda verlo, de que esta figura resulta más lógica y, desde el punto de vista histórico, también más comprensible que las reconstrucciones que hemos conocido en las últimas décadas. Pienso que precisamente este Jesús —el de los Evangelios— es una figura históricamente sensata y convincente.
Sólo si ocurrió algo realmente extraordinario, si la figura y las palabras de Jesús superaban radicalmente todas las esperanzas y expectativas de la época, se explica su crucifixión y su eficacia. Apenas veinte años después de la muerte de Jesús, encontramos en el gran himno a Cristo de la Carta a los Filipenses (cf. 2,6-11) una cristología de Jesús totalmente desarrollada, en la que se dice que Jesús era igual a Dios, pero que se despojó de su rango, se hizo hombre, se humilló hasta la muerte en la cruz, y que a Él corresponde ser honrado por el cosmos, la adoración que Dios había anunciado en el profeta Isaías (cf. 45,23) y que sólo Él merece.
La investigación crítica se plantea con razón la pregunta: ¿Qué ha ocurrido en esos veinte años desde la crucifixión de Jesús? ¿Cómo se llegó a esta cristología? En realidad, el hecho de que se formaran comunidades anónimas, cuyos representantes se intenta descubrir, no explica nada. ¿Cómo colectividades desconocidas pudieron ser tan creativas, convincentes y, así, imponerse? ¿No es más lógico, también desde el punto de vista histórico, pensar que su grandeza resida en su origen, y que la figura de Jesús haya hecho saltar en la práctica todas las categorías disponibles y sólo se la haya podido entender a partir del misterio de Dios?»
Benedicto XV
Este Curso constituye un buen resumen (que para muchos podrá ser también una introducción) de toda la obra precedente del gran teólogo contemporáneo. A lo largo de todo el libro se transparenta su trasfondo bíblico y dogmático y se percibe que el autor tiene muy presentes los problemas del hombre de hoy y las ideologías y los sistemas en que se fundan. En conjunto ofrece una reflexión que justifica una adhesión intelectualmente honesta a la fe cristiana.
La confesión del Dios uno y trino se encuentra en el centro de la fe cristiana. El cristiano es bautizado en su Nombre y son incontables las oraciones que se dirigen a él. No obstante, llama la atención el hecho de que, en nuestro tiempo, en la teología y en la conciencia de la fe, la Trinidad parece ser una especie de reliquia sagrada pero relegada, tan alejada de los planteamientos teológicos actuales como de la vida real y sus problemas.
Frente a este escenario, el autor muestra que la fe cristiana sólo puede ser comprendida total o parcialmente si se comprende a Dios no como una unidad monárquica, sino como Communio, es decir, como comunidad de tres personas cuya unidad es la del amor recíproco. Además, el autor muestra que la confesión de fe en el Dios uno y trino no solamente tiene significación para la fe, sino que es una pregunta directamente decisiva para comprender todo aquello que moviliza la vida humana: ¿cómo se puede concebir la evolución, cómo comprender la historia, cómo captar la sociedad? ¿Qué es la persona? ¿Cuándo un diálogo se desarrolla con sentido? ¿Cómo puede hacerse fructífera la crítica de la religión? Y así sucesivamente. Como convincentemente expone el autor, para estas y muchas otras preguntas de la fe y de la vida, la fe en el Dios uno y trino abre perspectivas nuevas y sorprendentes.
"Cuenta la leyenda que Agustín, mientras estaba meditando sobre la Trinidad, fue advertido acerca de la inviabilidad de su propósito por un niño que intentaba vaciar el mar a cucharadas echando el agua en un pozo excavado en la arena de la playa. Sin embargo, el niño hubiese hecho mejor si hubiera aconsejado a Agustín que se bañara en ese mismo mar. ¡Por qué habría de querer vaciarlo, cuando el mar adquiere su propia naturaleza, su hermosura y esplendor justamente al recibir, purificar, sostener y reconfortar a quien se baña en él…!"
De interés para teólogos y filósofos, así como para estudiantes de estas disciplinas.
El libro, teniendo como hilo conductor, la historia de la salvación, aborda las cuestiones centrales del matrimonio cristiano. ¿Qué significa vivir el proyecto de Dios sobre el matrimonio en una sociedad abierta y plural?.
Desde la perspectiva dogmático moral y canónica se consideran las cuestiones y problemas que se plantea hoy a los matrimonios y familias: la naturaleza y características del amor conyugal; el hombre y la mujer, protagonistas de la preparación y celebración del matrimonio; los esposos, sujetos de la vocación matrimonial a la plenitud de vida cristiana; la paternidad y maternidad responsables; el cuidado y la educación de los hijos; las situaciones difíciles e irregulares en la vida matrimonial; la participación de la familia en la vida de la Iglesia y el desarrollo de la sociedad, etc.
Dirigido a los interesados por el matrimonio y la familia: los casados; los que se preparan para el matrimonio; los responsables de la pastoral familiar; y, de manera particular a los que cursan estudios de teología.
Este libro clarifica lo que la Biblia dice sobre la homosexualidad, remontándose al texto bíblico y analizando, sin tabúes ni prejuicios, qué se encuentra más allá de su intención.
¿Se puede hablar de homosexualidad en la Biblia, teniendo en cuenta que el término es reciente (del siglo XIX)? ¿Qué dice realmente la Biblia, cómo lo dice y por qué? Este libro se propone remontarse a las fuentes para responder a esas cuestiones.
Los autores de este libro, Innocent Himbaza, Adrian Schenker y Jean-Baptiste Edart, señalan que la cuestión, en relación con la Biblia, no es la de si adopta una actitud de homofilia u homofobia, lo que es más bien una toma de posición personal, sino comprender e interpretar correctamente el texto bíblico. Y para pronunciarse sobre la homosexualidad a partir de la Biblia, es menester precisar qué dice la Biblia y qué se encuentra más allá de su intención.
En este libro, tres exegetas cristianos, dos católicos y un protestante, han querido enfrentarse a un primer desafío: remontarse al texto bíblico, mantenerse en él y leerlo sin tabúes ni prejuicios, para clarificar lo que la Biblia dice sobre la homosexualidad.
Escritos publicados durante el período de debates conciliares, los artículos recogidos en este volumen contribuyen a formarse una idea más exacta del sentido que tuvo el Vaticano II. Parte de las ideas propugnadas por Rahner fueron luego sancionadas magisterialmente.
Otras, por el contrario, no alcanzaron esta ratificación. Todas, sin embargo, contribuyen a un mejor conocimiento del estado de la Teología en ocasión del Concilio.
Son 820 entradas sobre la vida, imsterio y persona de Jesús de Nazaret. Cada voz importante lleva su esquema y ofrece una bibliografía breve, selecta y actualizada. Parte importante del conjunto son los artículos histórico-biográficos que sintetizan toda la información actual sobre las personas que le rodearon; ciudades, regiones, edades y culturas, contextos político, social y religioso de su mundo y pueblo; instituciones y situaciones en que vivió. Otra incide en la experiencia y enseñanza religiosa., ética y teológica de Jesús y sobre Jesús. También se ocupa de las fuentes bíblicas y extrabíblicas, de la literatura y el estado de la cultura en el tiempo.
Ningún argumento mejor para avalar la seriedad y credibilidad de este Diccionario que el de estar preparado por el "Pontificio Instituto Oriental", de Roma, -Institución erigida para el estudio y promoción de las ciencias eclesiales orientales- y dirigido por el P. Edward G. Farrugia, S.J., ayudado por un conjunto privilegiado de profesores del P.I.O.
Naturalmente podríamos haber añadido más nombres de patriarcas, científicos etc., pero era necesario fijarse unos límites. Con todo, en un diccionario semejante hay que aportar una idea del conjunto sin limitarse a lo más importante; como en un parlamento en que hay representantes de todas las regiones, y no sólo de las ricas.
Sobre la base del principio de representatividad, a veces también las minorías, que de otra suerte no obtendrían una cuota mínima, tienen su importancia y por ello son mencionadas. Ningún grupo queda excluido a priori. Tampoco se ha buscado la coherencia a toda costa y ha resultado últil decir algo acerca de ciertos aspectos sin pretender decirlo todo. Por ejemplo, del gran número de monasterios orientales famosos sólo citamos los ejemplos que hemos juzgado suficientes.
Desde su ordenación como pastor anglicano hasta su muerte como cardenal católico, la figura de Newman no deja de sorprender por la coherencia de su trayectoria. En estos Sermones parroquiales, un clásico de la espiritualidad cristiana que ha inspirado a todas las generaciones de cristianos desde su predicación entre 1825 y 1833 hasta hoy, se encuentran ya las semillas de todos los grandes temas que el teólogo inglés desarrollará durante su vida y obra. Desde la cercanía del párroco y no desde la distancia del teólogo, demostrando su enorme conocimiento de la psicología humana, de la Sagrada Escritura y de las tentaciones y pruebas que atraviesan los cristianos en el mundo, nos introduce en los temas centrales del cristianismo y la salvación. El presente volumen es el primero de la serie completa de los Sermones parroquiales. Con la fuerza, frescura y la audacia en él habituales, Newman vuelve a desafiar nuestra razón y conmover nuestro corazón.
Juan Pablo II dejó escrito en la C.A. Novo Millenio ineunte: "Después de concluir el Jubileo siento más que nunca el deber de indicar el Concilio Vaticano II como la gran gracia de la que la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX. Con el Concilio se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza"
Benedicto XVI, día tras día, está haciendo emerger con fuerza las claves de esa misión cristiana en el mundo: Dios, que es Amor, la Creación como misterio de Amor, el Amor Misericordioso del padre que nos da a su Hijo, que vive, muere y resucita por nosotros; la donación del Espíritu Santo, Jesús mismo presente en su Palabra y en la Eucaristía; Jesús Amigo, que nos envía-y nos acompaña- para mostrar a los hombres su Amor y hacer humana la vida en la Tierra...
Detrás de cada una de esas y de otras claves de la vida de la Iglesia podríamos, en efecto, poner el nombre de una Constitución o un Decreto o una Declaración del Concilio Vaticano II. Por eso -escribe el autor de este libro- , al aceptar dictar en Buenos Aires un Curso de Teología, decidí echar mano, entre mis escritos y papeles, de aquellos que me ayudarán a transmitir mejor la riqueza eclesiológica que nos han legado el gran Concilio del siglo XX.