Un día antes de ser elegido Papa, el cardenal Ratzinger se refirió a la «dictadura del relativismo» como la gran lacra de nuestro tiempo, lo que hizo que muchos pensaran que ese podría ser el título de una encíclica. Pero el tema tenía que ser abordado también desde la filosofía y la teología. A esto responde nuestra obra, que se fija, únicamente, en este problema dentro del seno de la Iglesia. El autor ofrece, en este sentido, sus reflexiones a fin de consolidar unos principios teológicos y antropológicos que permitan fundamentar con solidez las certezas de la fe que han de ser transmitidas.
José Antonio Sayés Bermejo (1944, Peralta, Navarra), sacerdote, es doctor en teología por la Univ. Gregoriana y profesor de Teología fundamental en la Fac. de Teología del Norte de España (sede de Burgos). Ha escrito más de cuarenta obras de teología y filosofía.
Una atractiva y clara síntesis de la renovación de la antropología cristiana a lo largo del siglo XX, desde las aportaciones filosóficas de Kierkegaard, Newman, Buber, Marcel, Maritain, Scheler, Von Hildebrand, E. Stein, etc., hasta el Concilio Vaticano II.
El autor ofrece en este libro una atractiva y clara síntesis de lo más valioso de la antropología reciente (Kierkegard, Newman, Ebner, Lévines, Marcel, Husserl) para introducirnos en el riquísimo contenido antropológico del Concilio Vaticano II y del pensamiento de Karol Wojtila antes y después de ser elegido Papa. Monseñor Fernando Sebastián, Arzobispo de Pamplona, señala en el Prólogo que la antropología cristiana -la comprensión cristiana del hombre- ocupa un lugar central en el enfoque de la nueva evangelización. "Cristo... manifiesta el hombre al propio hombre; esta feliz expresión conciliar señala una de las claves de la evangelización del mundo moderno". La salvación de Cristo que la Iglesia ofrece, responde a las aspiraciones más hondas del corazón humano; proporciona una comprensión más profunda de su origen, de su destino y de su dignidad; y pone un sólido fundamento para los derechos humanos. Por eso, una buena exposición de las cuestiones antropológicas permite ofrecer de una manera comprensible y fecunda el mensaje cristiano y facilita su acogida.
En un tiempo en que se experimentan profundos cambios en occidente, es necesario un nuevo impulso, sobre todo en zonas donde muchos se alejan de Cristo. Por ello, Benedicto XVI impulsa una Nueva Evangelización en aquellos países ya cristianizados. En estas páginas, cardenales, obispos, teólogos, educadores y economistas escriben sobre los principales aspectos de esta invitación del Santo Padre.
Este es un ensayo histórico, de historia de las ideas, y a la vez filosófico, porque crítico, sobre ideas y hechos producidos en derivación no tanto del Jesús histórico cuanto del Cristo del Nuevo Testamento. Con alusión y guiño al cómputo del calendario gregoriano, Después de Cristo recoge lo que se ha seguido o ha sucedido tras el Cristo, en pos suyo, a consecuencia de él y de su grupo de discípulos. Recoge, además, las ideas y procesos propiamente «pos», los que conducen a una sociedad que se hace poscristiana. Examina cómo llegó a constituirse una cristiandad europea y cómo luego, desde el Renacimiento, en lento movimiento opuesto al anterior, Occidente ha entrado en un proceso de descristianización.
Los títulos de los capítulos van marcados por fechas que sirven de puntos de anclaje para la exposición de los hechos, los temas, la discusión. Responde esto a un enfoque que se interesa por los sucesos, pero todavía más por los procesos de los que emergen y que a largo plazo los sustentan. La historia siempre se escribe desde el presente; y cualquier revisión del pasado revela una inquietud actual, de hoy mismo. Así se hace, y del modo más explícito, en Después de Cristo: cada hecho o proceso se contempla desde lo que todavía hoy significa, desde su huella. Se trata de un pasado no del todo sumergido, sino todavía a flote actualmente.
La obra se ordena, en fin, a entender la sociedad y cultura actuales en el trance de alejarse del cristianismo, del cual y entre otras fuentes (la griega, la romana) traen origen. Rastrear vestigios a partir de la fuente neotestamentaria, seguir luego el filamento de las secuelas cristianas antiguas y medievales, contribuye a esclarecer uno de los vectores presentes en la historia europea y occidental.
¿Es verdad lo que cuentan los Evangelios? ¿Me afecta a mí? Y si me afecta, ¿de qué modo?» son las preguntas que se plantea Benedicto XVI en el prólogo a su tercer libro, La infancia de Jesús que completa la trilogía de Jesús de Nazaret, cuyos dos primeros volúmenes han sido best sellers en todo el mundo.
El Papa explica en el prólogo que su libro sobre los llamados «Evangelios de la infancia» contenidos en las narraciones de Mateo y de Lucas «no es en realidad un tercer volumen sino una especie de pequeño ‘hall de entrada’ a los dos volúmenes anteriores sobre la figura y el mensaje de Jesús de Nazaret».
Benedicto XVI estudia los aspectos históricos y la interpretación de los textos, pero en una línea que tiende al presente, pues esos hechos de hace dos mil años tienen un impacto en nuestros días y en nuestras vidas.
El énfasis de Lucas en datar con precisión el nacimiento de Jesús «en el año decimoquinto del emperador Tiberio», señalando también los nombres del procurador de Judea, los tetrarcas de Galilea, Iturea y Traconítide, e incluso los nombres de los sumos sacerdotes de Jerusalén, muestra que «Jesús no nace y aparece en público en el vago ‘érase una vez’ de los mitos, sino que pertenece a un tiempo exactamente datable y a un área geográfica exactamente indicada».
En otro pasaje del libro, el Papa recuerda que «san Agustín ha interpretado el significado del pesebre con un pensamiento que, en un primer momento parece inconveniente pero, en cambio, examinado con más detalle, contiene una verdad profunda». El pesebre es «el lugar en que los animales reciben su alimento», y la presencia de Jesús recién nacido en un objeto de ese tipo en lugar de una cuna es una prefiguración temprana de la Eucaristía, que Jesús anunciará hacia el final de su vida pública e instituirá en la Última Cena en Jerusalén.
No temáis, porque os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Evangelio de Lucas, 2, 10-12
Este libro ofrece de modo sintético la comprensión y valoración que la Iglesia Católica hace del fenómeno de la globalización. Sobre todo, desde el magisterio social heredado de Juan Pablo II y desde la novedad de las enseñanzas de Benedicto XVI. La Iglesia no es indiferente a los desafíos que brotan en el contexto global; todo lo contrario, está pendiente de ellos e intenta ofrecer claves para una orientación eticamente correcta y moralmente cristiana ante este fenómeno.
Benedicto XVI, al evocar y recordar a Juan Pablo II, deja aflorar en muchas ocasiones la invitación que el papa Wojtyla lanzó durante la misa del comienzo de su pontificado, el 22 de octubre de 1978: «¡No tengáis miedo! ¡Abrid, más aún, abrid de par en par las puertas a Cristo!». Y, como si se tratara de un sello para ponérselo también a su pontificado, el papa Benedicto retoma aquel grito en la homilía con que comenzó su ministerio de sumo pontífice: «¡No tengáis miedo de Cristo!», dijo en efecto. Y lo explicó: «Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida». Este tema constituye el leitmotiv de su acercamiento a la persona de Juan Pablo II, un hombre que convirtió toda su existencia en una ofrenda a Cristo hasta configurarse, durante su enfermedad, «incluso físicamente a Él por los rasgos del sufrimiento y del abandono confiado en los brazos del Padre celestial».
Este libro es una llamada a la esperanza. Somos libres, a pesar de las circunstancias adversas que nos pueden rodear e influir. Y no sólo tenemos el derecho, sino también el deber de ejercer nuestra libertad, precisamente en este mundo sutilmente tiranizante en que nos ha tocado vivir. Nadie está llamado a ser un "autómata" sin rostro.
Todo hombre puede ofrecer al mundo muchas sorpresas, aportar pensamientos nuevos, soluciones originales, actuaciones únicas. Es capaz de vivir su propia vida, y de ser fuente de inspiración y apoyo para otros.
Jutta Burggraf es profesora de Teología Dogmática en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Trabaja en temas de Teología dogmática y espiritual, y ha investigado en la vida y escritos de Santa Teresa de Jesús, en el ecumenismo y el feminismo.
Entre sus publicaciones se pueden destacar: Teología Fundamental. Manual de Iniciación; Atrévete a pensar con libertad; Conocerse y comprenderse. Una introducción al ecumenismo; Descubrir de nuevo el matrimonio y la familia; El ecumenismo: una tarea para todos, y Un nuevo estilo de vida: amar y perdonar.