Joseph Ratzinger es uno de los grandes teólogos de nuestra época. La profundidad y riqueza de su pensamiento es notable, así como su extensión, pues escribe al hilo del tiempo y de la historia, conjugando la riqueza de la tradición con las necesidades de los tiempos presentes.
Este libro, escrito por el profesor Pablo Blanco, conocido especialista en su vida y pensamiento, ofrece una completa introducción a su teología que abarca sus escritos como profesor, Prefecto de la Congregación de la fe y como Papa. Está diseñado como una vista aérea en la que el lector puede encontrar tanto una exposición de grandes temas como su posición sobre un determinado concepto teológico.
En la primera parte se exponen las fuentes de su pensamiento: sus maestros, la liturgia, la escritura, la Iglesia y la belleza. En los presupuestos (II Parte) se trata de la persona, entendida desde la verdad y el amor, y las relaciones entre la fe y la razón. En los desarrollos de su teología (III Parte) se afronta el ecumenismo, el ministerio y la predicación, la escatología y la mariología. En la IV y última parte se presenta sus escritos pastorales con temas tan cruciales como la revalorización de la creación, la conciencia y la ley natural, el misterio eucarístico como centro de la Iglesia, la necesidad de la catequesis, la urgencia de proponer de nuevo la fe cristológica de los primeros siglos, la reflexión sobre las raíces cristianas de Europa, etc.
Pablo Blanco Sarto es doctor en filosofía y en teología y licenciado en filología. Se ha ocupado de estética y hermenéutica, relaciones entre fe y razón, ecumenismo y teología de los sacramentos. En la actualidad es profesor de teología Dogmática en la Universidad de Navarra.
Ha publicado ensayos, artículos en revistas de su especialidad y tres monografías: Hacer arte, interpretar el arte. Estética y hermenéutica en Luigi Pareyson (1997, 1998), Joseph Ratzinger: razón y cristianismo. La victoria de la inteligencia en el mundo de las religiones (2005) y La Cena del Señor. La Eucaristía en el diálogo católico-luterano después del concilio Vaticano II (2009). Sobre la vida y la obra del teólogo alemán ha publicado además Joseph Ratzinger. Vida y teología (2006) y Benedicto XVI, el papa alemán (2010). En la colección Albatros apareció su Estética de bolsillo (2001, 2007). Ha creado el Foro de Estudios "Joseph Ratzinger".
Esta obra es fruto de muchos años de investigación en las mejores bibliotecas especializadas sobre san José. El resultado es una visión exhaustiva que pretende actualizar el significado de san José en nuestros días, teniendo en cuenta la Biblia, la Tradición, la doctrina del magisterio y de los teólogos, la liturgia y la piedad popular.
Ante todo, trata de conocer con detalle al propio san José como trabajador, esposo, padre y educador. Después expone de qué manera ilumina san José las cuestiones actuales de la familia y de la figura del padre, tan cuestionada en esta sociedad. Finalmente, muestra cómo nos ayuda san José a entender las facetas nuevas del misterio de Dios, en cuya encarnación no sólo asumió la realidad de Jesús, sino que además fue “asumida” la paternidad humana de José (Redemptoris custos, 21).
Para ello hay que tener en cuenta que san José no nos legó ni una sola palabra. Sólo tuvo sueños: unos sueños de los que él hacía caso incluso sin entenderlos. Su lenguaje era otro: san José hablaba con las manos en la carpintería; con los brazos, cargando con su hijo; con los pies, caminando hacia el exilio; con el amor, permaneciendo junto a María...
“Me complazco –dice Paulo Coelho en el prólogo– en la idea de que la mesa en la que Jesús consagró el pan y el vino habría sido hecha por José, porque allí habría quedado impresa la huella de la mano de un carpintero anónimo que se ganaba la vida con el sudor de su rostro y, precisamente por ello, permitía que los milagros se manifestaran”.
LEONARDO BOFF ha sido siempre profesor de teología, de filosofía, de espiritualidad y de ecología. Trabajó durante más de veinte años con un pie en la academia y otro en los medios pobres. De esta combinación nació la teología de la liberación que él, junto con otros, ayudó a formular. Siempre se dejó iluminar por san Francisco y santa Clara, paradigmas de una nueva humanidad tierna y fraterna. Actualmente asesora comunidades de base, da cursos en universidades de todo el mundo y escribe con asiduidad. Es autor de más de ochenta libros.
Jesucristo invita a todos a la conversión y a la fe, y ha encomendado a la Iglesia la tarea de anunciar el Evangelio en el mundo. Hoy se observa, sin embargo, una confusión creciente que lleva a desatender y a dejar inoperante el mandato misionero del Señor (Mt 28, 19). Se piensa, en definitiva, que intentar convencer a otros en cuestiones religiosas es restringir su libertad. Este panorama cultural y religioso plantea numerosas cuestiones: ¿qué significa teológica, psicológica y socialmente la conversión? ¿Sigue teniendo sentido en nuestro tiempo invitar a la conversión, o no es más bien el intento de convencer a otros en cuestiones religiosas una falta de respeto a su libertad? Para responder a las cuestiones que despierta la conversión en cuanto fenómeno, y en cuanto categoría fundamental de la fe cristiana, el XXXI Simposio Internacional de Teología de la Universidad de Navarra convocó a teólogos y a expertos en diferentes áreas científicas para que ofrecieran el resultado de sus estudios en una perspectiva interdisciplinar. Esta perspectiva pone más fácilmente en relación los datos de la teología con los que ofrecen las ciencias humanas (filosofía, psicología, sociología, historia, etc.), y otros acercamientos actuales a la conversión religiosa desde las artes, el derecho o las ciencias experimentales como la neurociencia.
Este libro quiere ser una palabra y una pregunta a la vez que un testimonio agradecido ante Dios. Todo ello supone que la invocación orante ocupe siempre el fondo y la distintas reflexiones y argumentos que caracterizan a la teología se muevan en un segundo plano.
Sin ser exhaustivo, sabiendo que el tema es imposible de agotar, los diferentes capítulos de esta obra son otras tantas aproximaciones y evocaciones para no quedar aprisionados en el silencio; son una invitación a contemplar el misterio desde distintos ángulos.
«Dios mío» (cap. 1) hace referencia a la actitud primera que es posible tener ante Dios y que no es otra que la invocación y la adoración. «Dios divino» (cap. 2) subraya la trascendencia de Dios, donde su majestad, santidad y gloria impiden al hombre reducirlo y manipularlo según sus propias categorías humanas. «Dios real » (cap. 3) descubre un Dios en sí como gracia y salvación para el hombre también en sus necesidades intramundanas. Por último, «Dios histórico» (cap. 4) presenta a Dios en el tiempo y en la historia concreta de los hombres como un Dios vivo y de vivos que comparte su destino con cada uno de ellos.
El autor, siguiendo las orientaciones historiográficas actuales, hace un redescubrimiento de la moral durante el largo periodo de la Cristiandad medieval (ss. VIII-XIV). Ha puesto particular énfasis en subrayar la conexión entre moral y espiritualidad, llevando esa conexión al mismo título general del volumen. La consideración propiamente teológica se ve enriquecida con abundantes referencias a las manifestaciones literarias, artísticas y simbólicas del éthos medieval. Es también de destacar la presencia de la perspectiva de género en la hermenéutica de la vida y de los textos relacionados con la moral.
La exposición de la moral medieval se desarrolla por medio de una introducción, cinco secciones y una conclusión general:
- Introducción: intereses e instrumentos culturales de la Edad Media.
- De Alcuino de York a Anselmo de Aosta (ss. VIII-XI). - La moral de las "escuelas" (s. XII).
- Madurez epistemológica del discurso teológico (s. XIII). - El reino del nominalismo (s. XIV).
- Temas transversales y perspectivas complementarias.
- Conclusión: temas emergentes en la Teología Moral medieval.
La Edad Media es un periodo decisivo para la constitución del discurso moral. Aparece la Ética filosófica como disciplina independiente. Y la Ética teológica adquiere el mismo estatuto epistemológico del saber teológico general.
Considerado un clásico de la dogmática, este manual expone de la forma más clara y precisa la doctrina católica y sus fundamentos en las fuentes de la revelación. Ludwig Ott presenta en cada tema las declaraciones más significativas del magisterio, algunos de los textos bíblicos y patrísticos más importantes y expone la evolución histórica de los dogmas. Todo ello, dando preferencia al método positivo sobre el especulativo aunque con numerosas citas de Santo Tomás para profundizar en este campo.
La existencia de Dios, los atributos divinos, el dogma trinitario, la creación, las dos naturalezas de Cristo, la gracia, los sacramentos -con especial énfasis en la eucaristía- o el pecado son algunos de los temas que Ott desarrolla en este manual de obligada lectura para los estudiantes de teología y todo aquel que quiera profundizar en la doctrina católica.
El Manual de teología dogmática está pensado como un vademécum para la enseñanza y el aprendizaje de la teología dogmática católica, renovada y ahondada de acuerdo con el concilio Vaticano II. Presenta un compendio de los contenidos de la fe cristiana, tal como los recoge, repiensa y describe el trabajo teológico y sistemático actual.
La división responde a la disposición de los tratados, acreditada en una larga labor docente: Prolegómenos, doctrina de Dios, doctrina de la creación, cristología, pneumatología, doctrina de la gracia, eclesiología, mariología, doctrina de los sacramentos, escatología y doctrina trinitaria.
El Manual pretende ofrecer en los distintos sectores y temas de la teología dogmática todas las informaciones necesarias, los planteamientos de los problemas importantes y los intentos de solución, con el fin de poner a los lectores, a los estudiantes de teología, a los profesores de religión y a los encargados de la predicación, y en general a todos los creyentes interesados en estas cuestiones, en grado de asimilar objetivamente los contenidos básicos de la fe cristiana.
Cada uno de los tratados ha sido escrito siempre desde una perspectiva católica con sensibilidad ecuménica por un autor distinto. Los manuscritos han sido discutidos a fondo por el equipo de autores, de modo que la concepción general y el esquema básico de los diferentes tratados han sido elaborados y sostenidos por todos.