«¿Existen valores morales objetivos capaces de unir a los hombres y procurarles paz y felicidad? ¿Cuáles son? ¿Cómo reconocerlos? ¿Cómo realizarlos en la vida de las personas y de la comunidad? Estos interrogantes de siempre en torno al bien y al mal, son hoy más urgentes que nunca, en la medida en que los hombres son más conscientes de formar una sola comunidad mundial (…) Surge así la conciencia de una solidaridad global, que encuentra su fundamento último en la unidad del género humano. Y se traduce en una responsabilidad planetaria (…) En este contexto, la búsqueda de valores éticos comunes vuelve a estar de actualidad.» (COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, En busca de una ética universal: un nuevo modo de ver la ley natural, n. 1)
La figura de John H. Newman (1801-1890) ha saltado de nuevo a la atención de los cristianos y del gran público durante los últimos tiempos, especialmente en torno a la celebración del centenario de su muerte en el año 1990. El interés renovado por Newman y su significado en la Iglesia y la sociedad cristiana han alcanzado un punto culminante con motivo de su beatificación, declarada en Inglaterra por el Papa Benedicto XVI el 19 de septiembre del 2010. Newman es un clásico moderno. Es el converso del Anglicanismo más conocido del siglo XIX. Merece la pena descubrir, en un retrato biográfico, cómo sus poderes intelectuales y sus virtudes se aplicaban diariamente en las múltiples circunstancias y urgencias de la vida, y cómo sus talentos cristianos y humanos se desplegaban con sencillez y ardor en las relaciones con amigos y discípulos, que escuchaban sus palabras y leían sus libros. José Morales Marín, Doctor en Derecho y Teología, Profesor Emérito de Teología Dogmática en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Ha investigado en la vida y escritos del Cardenal Newman, sobre el que publicó varios libros, entre ellos: «John H. Newman. El camino hacia la fe católica», Eunsa (2ª) 1978; «Teología, Experiencia, Educación. Estudios Newmanianos», Pamplona, Eunsa, 1999.
A lo largo de la historia reciente, no son pocos los científicos que han empleado su talento en escudriñar las claves del mundo natural, demostrando una honda religiosidad al tiempo que alcanzaban la cima de sus investigaciones.
El autor nos ofrece un libro de gran interés. Partiendo de una consideración de Einstein -«la ciencia sin religión es coja y la religión sin ciencia es ciega»-, nos muestra los relatos sobre un puñado de mujeres y hombres, todos ellos científicos ilustres, que logran una extraordinaria complementariedad entre sus creencias y sus decisivos descubrimientos científicos.
Por sus páginas discurren Lemaître y Roger Boscovich, John Eccles y Gaudí, Lejeune e Hildegarda de Bigen, Morgagni, Pasteur y tantos otros, siguiendo una clara línea argumental. Todos ellos conservan una enorme actualidad, a pesar de sus perfiles tan heterogéneos.
Ángel Guerra (Madrid, 1947) es Doctor en Biología por la Universidad de Barcelona, profesor de Investigación del CSIC, Jefe del grupo de investigación Ecología y Biodiversidad Marinas en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, Consultor de la UE y FAO, y asesor de varias comisiones científicas. Ha impartido cursos y conferencias en varias universidades europeas y americanas.
Entre sus publicaciones, pueden citarse más de 200 trabajos en revistas nacionales e internacionales, 12 libros sobre Ecología y Biología Marina y diversas colaboraciones sobre Ciencia, Fe y Sociedad.
"La mayor parte de los ensayos reunidos en este libro tratan de la situación terapéutica, tanto desde el punto de la víctima como del verdugo. Haley enseña al terapeuta cómo fracasar; el esquizofrénico, cómo seguir siéndolo; al analista, cómo subyugar al analizando…Pero el artículo que con toda probabilidad ha de causar más conmoción no tiene nada que ver con la psicología ni el psicoanálisis. Es un entretenido estudio sobre Jesucristo como táctico del poder… Haley muestra cómo Jesús organizó a los pobres…y exhortó simultáneamente al conformismo y al cambio social, controlando a sus discípulos con la astucia de un bolchevique. En el ensayo se hacen algunas afirmaciones que provocan asombro. Jesús, según Haley, no se tomó la molestia de ofrecer la otra mejilla, pese a que predicaba la "táctica de la sumisión". Y su crucifixión tal vez fuera el resultado de un error de cálculo que él mismo cometió." (John Leonard, The New York Times)
El amor es una realidad fascinante, pero que parece que se nos escapa cuando lo queremos comprender, del mismo modo que una luz nos deslumbra si nos fijamos solo en ella. La importancia del amor en nuestras vidas y en la revelación divina nos impulsa a introducirnos en su misterio como la única forma de comprender la verdad de nuestra existencia a la luz de la verdad de Dios. Este libro no quiere sino ayudar a descubrir ese misterio de amor como una luz que nos hace vivir en plenitud y enseñarnos a mirar con los ojos del amor. Así se esclarecen los temas fundamentales en los que el amor se nos hace problemático: la relación entre el amor a Dios y el amor al prójimo, los diferentes tipos de amor que descubrimos en la vida, cómo existe un amor divino sobrenatural y de qué modo el desinterés no está reñido con la reciprocidad que exige la dinámica del don. Solo el amor es digno de fe y se convierte en la luz primera del misterio de Dios y del hombre.
Juan José Pérez-Soba Diez del Corral (Madrid, 1964), sacerdote diocesano de Madrid, es catedrático de Moral fundamental en la Facultad de Teología San Dámaso de Madrid y profesor invitado en el Pontificio Instituto Juan Pablo II para el matrimonio y la familia en Roma y Valencia.
Se trata de aprender a creer en un tiempo en el que la fe ya no es para muchos algo obvio, una realidad que impregna la vida entera desde la cuna hasta la muerte, sino una decisión libre, a veces dolorida, a menudo contrastada, y siempre por renovar. En este contexto, aprender a creer puede significar caer en la cuenta de las razones sobre las que descansa la fe. Sólo si el acto de fe es intelectualmente honesto y moralmente responsable, podrá hablarse de una fe adulta y hasta respetuosa con quienes dudan o no creen.
"He escrito estas páginas teniendo en cuenta el hecho de que hoy... no podemos contar ya... con un "catecumenado social" constituido por la realidad ambiental. Pero tampoco tenemos que enfrentarnos con una hostilidad preconcebida ni con una actitud de desdén frente a la religión en general y la fe cristiana en particular.
Estas páginas quieren ser una modesta aportación que ofrezco a todos los que hoy se preguntan por la "solidez" del fundamento de esa fe en la que se iniciaron en su infancia y que quizá no han tenido la posibilidad de cultivar a continuación... Si el cristiano se atreve a apostar por su fe, no lo hace porque sí, sino porque tiene y conoce razones válidas para hacerlo".
FRANCISCO ARDUSSO, Doctor en Teología y Licenciado en Ciencias Bíblicas, es Profesor de Teología Fundamental y de Teología Dogmática en la Facultad Teológica de Italia Septentrional. Colaborador y encargado de la sección de teología fundamental del Diccionario Teológico Interdisciplinar (4 vols., Sígueme, Salamanca 1982-1983), y del Nuovo Dizionario di Teologia (Ed. San Paolo, 1991), ha sido reelegido varias veces par el consejo de presidencia de la Asociación Teológica Italiana.
En un mundo en el que priman la soberbia, las apariencias y la vanidad, la humildad se ha convertido en una rara joya ética o de la libertad. Resulta difícil de hallar; es excepcional y preciosa. Sin embargo, sigue habiendo personas en el mundo que desean "vivir" la humildad. Pero, ¿cómo conciliarla con nuestro propio deseo de individualidad e independencia? Este libro reflexiona sobre el sentido mismo de la humildad, su relación con el amor y su pertinencia frente al nihilismo, que la juzga como una "virtud de esclavos". Su autor nos enseña que quien vive la humildad, lejos de convertirse en un esclavo, alcanza su identidad personal de forma plena.