En este volumen, dedicado a sus cuatro Discursos consolatorios, aparecen diferentes facetas de la biografía de san Ambrosio de Milán (340- 397) y su extraordinaria personalidad. Los dos primeros están dedicados a llorar la muerte de su hermano Sátiro, venerado aún hoy como santo en la capital ambrosiana. El De excessu fratris fue pronunciado en los primeros meses del año 378 ante su tumba, el día del entierro. En él vierte todo su dolor ante la pérdida de ese ser querido con quien le unían lazos de afecto que iban más allá de los de la sangre. El desconsuelo del obispo se desborda en un tono dramático, que convierte esta pieza oratoria en un texto siempre actual. El segundo, compuesto para una ceremonia que tuvo lugar siete días después, es conocido con razón por el nombre De resurrectione mortuorum, porque presenta rasgos de un verdadero tratado sobre ese tema, aunque no falten en él elementos propios del género consolatorio. Sólo el dato de que la simple lectura del texto habría durado unas dos horas, nos apercibe de que, antes de publicarlo, el autor lo sometió a una profunda revisión en la que demuestra su profundo conocimiento de los recursos de la retórica. Catorce años más tarde, cuando la figura de Ambrosio había trascendido los límites de la diócesis emiliana para convertirse en una personalidad de más peso público que el obispo de Roma, la muerte prematura del joven y desventurado emperador Valentiniano II (375- 392) le brindó la oportunidad de componer una histórica oración fúnebre. En ella se presenta a sí mismo como un hombre que ha sabido asumir sus responsabilidades públicas y al mismo tiempo como un pastor que se desvela por la salvación de las almas que le han sido confiadas. Apenas tres años después, el 17 de enero de 395, también en Milán, que gracias a él se había convertido en la capital fáctica del imperio romano, tuvo ocasión Ambrosio de mostrar ante el mundo la alta significación política que había adquirido su cargo. Ante el cadáver del gran Teodosio (379- 395), conjura el prelado a los militares presentes para que mantengan la fidelidad a la dinastía, a la vez que presenta al difunto como ideal de emperador cristiano. El conjunto de estos escritos ofrece en perspectiva, como ningún otro de su amplia producción literaria, las dimensiones familiar y social de este Padre de la Iglesia.
Sinopsis: San Ambrosio es uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia Occidental, juntamente con san Jerónimo, san Agustín y san Gregorio Magno. Nació hacia el año 339 en Tréveris, donde su padre era prefecto de las Galias. Por circunstancias familiares el joven Ambrosio se trasladó a Roma, donde recibió una formación esmerada; llegó a ser jurista y ejerció la abogacía. Hacia 370 fue nombrado gobernador de las provincias de Liguria y Emilia, con residencia en Milán. En diciembre de 374 –tras la muerte de Auxencio, obispo arriano de Milán–, fue elegido por el pueblo para ocupar la sede episcopal milanesa, en la que permaneció hasta su muerte, acaecida en 397. El tratado que presentamos en este volumen –De fide ad Gratianum– es una de las obras propiamente dogmáticas de san Ambrosio. Fue escrito por el obispo de Milán en respuesta a la petición del emperador Graciano, que deseaba ser instruido en la fe. Está compuesto por cinco libros en los cuales Ambrosio expone y defiende la fe del Concilio de Nicea y rebate la doctrina arriana. Ambrosio no hace una exposición sistemática, sino que expresa llanamente la doctrina sobre la fe con argumentos basados en las Sagradas Escrituras. La presente traducción es la primera edición íntegra que se publica en lengua castellana.
Sinopsis: San Ambrosio es el primer Padre de la Iglesia de Occidente que escribió un tratado sobre el Espíritu Santo.
Inspirándose en la mejor teología griega sobre el tema, muestra con argumentos de Escritura y de razón que el Espíritu Santo es Dios.
Era lo que le había pedido el Emperador en carta autógrafa, cuya publicación constituye toda una recomendación de esta obra.
La traducción de esta obra es la primera que se publica en lengua castellana.
En el Hexamerón san Ambrosio comenta los seis días de la Creación a tenor del relato del Génesis. Esta obra es tenida por el más amplio y ambicioso de los tratados que dedicó a comentar el primer libro de la Sagrada Escritura, tales como el Paraíso, Caín y Abel, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José y los Patriarcas.
Dividida en seis libros, se centra en el primer capítulo del texto sagrado. Su contenido responde a nueve sermones pronunciados por el obispo milanés a lo largo de la Semana Santa del año 387, a razón de uno o dos por día.
El documento, pulido y ampliado cuidadosamente por su autor antes de su publicación, despliega ante los sentidos de sus oyentes el grandioso panorama de la obra divina, coronada por el hombre.
La doctrina sobre la Creación que Ambrosio expone en estas homilías es tan diáfana como ortodoxa. Muestra que:
a) todas las cosas han tenido un principio;
b) el mundo ha tenido un Creador;
c) también la materia es una criatura.
A todo esto se añade que Dios no sólo es el creador de todo, sino también su conservador y el guía que todo lo dirige y gobierna con su Providencia.
A partir de sus modelos, ante todo el Hexamerón de Basilio el Grande, san Ambrosio dota a su obra de notables rasgos específicos que le imprimen su sello personal, como se pone de relieve en la amplia introducción de este volumen.
Esta obra asombra aún hoy día por el gran acopio de observaciones acertadas sobre la naturaleza del mundo vegetal y animal, que culminan con la extensa descripción del cuerpo humano.
La presente traducción es la primera edición íntegra de esta obra que se publica en lengua castellana.
Che cosa mangiavano gli antichi Romani? Come preparavano i cibi? Il legionario, il contadino, il senatore, lo schiavo avevano regimi e abitudini alimentari molto diversi e ognuno si nutriva secondo le proprie possibilità. La dieta era comunque varia e ricca. Gli alimenti e gli ingredienti provenivano da tutte le parti dell'Impero. La cucina era semplice e prevedeva pasti veloci e frugali. Mangiavano a casa, ma anche in locali pubblici, le tabernae. Un viaggio tra l'alimentazione, la gastronomia e la storia dell'Impero romano, percorso attraverso 50 ricette di piatti tipici della cucina dell'antica Roma, tratte direttamente da testi di autori latini, ma adattate ai nostri ingredienti, in modo da poterle rifare e gustare rimanendo fedeli il più possibile alle originali.