In questo libro sulla spiritualità dell’Ordine Equestre del Santo Sepolcro di Gerusalemme, il Gran Maestro, cardinale Fernando Filoni, riflette su quali siano il progetto di vita, le convinzioni, i valori e le scelte proprie di un Cavaliere e di una Dama. «È l’Ordine stesso a dare primaria importanza alla vocazione alla santità dei suoi membri e aspira a essere strumento di sviluppo e di approfondimento per il progresso spirituale di ognuno nell’ambiente in cui la fede è praticata e vissuta nei suoi contenuti», scrive il cardinale Filoni nell’introduzione. Papa Francesco, parlando ai membri di questa Istituzione Pontificia, li spronava a «non dimenticare che lo scopo principale del vostro Ordine risiede nella crescita spirituale dei suoi membri. Pertanto, qualsiasi successo delle vostre iniziative non può prescindere da adeguati programmi formativi religiosi rivolti a ciascun Cavaliere ed a ciascuna Dama, affinché consolidi il proprio imprescindibile rapporto con il Signore Gesù, soprattutto nella preghiera, nella meditazione delle Sacre Scritture e nell’approfondimento della dottrina della Chiesa». (Discorso del Santo Padre ai Membri della Consulta dell’Ordine Equestre del Santo Sepolcro di Gerusalemme, 16 novembre 2018).
El presente volumen pretende ofrecer un conocimiento, un poco más adecuado, del nacimiento, la evolución y el desarrollo de la comunidad cristiana en Mesopotamia; pero también de su belleza, de las crisis y de las humillaciones sufridas, que explican, en el contexto sociopolítico, la enorme fortaleza y el testimonio de fe, incluso en las actuales persecuciones. La comunidad cristiana, como comunidad que se remonta a la era apostólica, lleva consigo el bagaje de veintiún siglos de amor a Cristo y a la Iglesia y está dispuesta a dejar todo, antes que plegarse al vencedor de turno. Es una Iglesia heroica, como acostumbran a definirla Benedicto XVI y el papa Francisco. Sin ella esta región no sería la misma. Pero no se puede dejar de pensar también en las otras minorías étnico-religiosas, a menudo perseguidas y que aquí sufren. En esta tierra, en efecto, existe un mosaico de nacionalidades, de religiones, de confesiones, sin las cuales estaría destruida para siempre; lo cual es reconocido también por eminentes autoridades musulmanas y por simples ciudadanos. Y esto es positivo. Pero es necesario facilitar la permanencia y la vida de las minorías. Este libro nace para dar testimonio de esas víctimas; de las mujeres y los hombres cristianos y no cristianos, a los que hay que dar gracias por su coraje, como también hay que dárselas a cuantos, con sacrificio y amor, hacen menos pesados sus miedos y sus preocupaciones. Que jamás disminuya en ellos el coraje y, juntamente, la esperanza
El cardenal Fernando Filoni (Mandu­ria, diócesis de Oria, 1946) fue ordenado sacerdote el 3 de julio de 1970 para la diócesis de Nardo. Es doctor en Filosofía y Derecho Canónico. Entró en el servi­cio diplomático de la Santa Sede el 3 de abril de 1981; ha ejercido su ministerio en las representaciones pontificias de Sri Lanka e Irán, luego en la Secretaría de Estado durante algunos años y más tarde en Brasil y Hong Kong/China. El 17 de enero de 2001 fue elegido para la sede ti­tular de Volturno, con dignidad de arzo­bispo y nombrado Nuncio Apostólico en Jordania e Irak. Recibió la ordenación episcopal del papa Juan Pablo II en la Basílica Vaticana, el 19 de marzo de 2001. El 25 de febrero de 2006 fue nombrado Nuncio Apostólico en Filipi­nas. El 9 de junio de 2007 el Santo Padre Benedicto XVI lo nombraba sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado y posteriormente, el 10 de mayo de 2011, Prefecto de la Congrega­ción para la Evangelización de los Pue­blos. Fue creado cardenal por Benedicto XVI en el Consistorio público del 18 de febrero de 2012.
Traducida del original italiano (La Chiesa in Iraq. Storia, sviluppo e missione, dagli inizi ai nostri giorni) por Pablo Cervera Barranco.
Edición patrocinada por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso y por las Obras Misionales Pontificias de España.
Come già nel 1991 ai tempi della guerra del Golfo, durante la guerra iniziata nel marzo del 2003 la nunziatura apostolica in Iraq si è rivelata un punto di riferimento fondamentale per giornalisti e fedeli. Immergendosi negli archivi della sede di Bagdad, Fernando Filoni, il vescovo che fu nunzio apostolico nei mesi cruciali dell'attacco americano, ha ricostruito la storia della presenza della Chiesa cattolica nella terra di Abramo, a partire dalla creazione della diocesi latina di Babilonia nel 1632, per arrivare - passando attraverso la fondazione della delegazione apostolica di Mesopotamia, Kurdistan e Armenia minore - all'attuale rappresentanza.